Imprescindible: ¡¡Pueblo al fusil!!
¡Pueblo al Fusil! es el nombre de una vieja Canción popular y revolucionaria europea que, justamente, apela al Pueblo, constituido en genuina Comunidad nacional y social de hombres y mujeres, jóvenes y mayores, campesinos y obreros, estudiantes y empleados a despertar, levantarse y rebelarse contra el Mundo desordenado y enloquecido, viejo y decadente, indigno e injusto, esclavizado y explotado que le ha correspondido vivir; para después, en aras a un elevado y superior Ideal común, retomar las riendas de su propio Destino y construir un Mundo nuevo en el que, armónicamente con los demás Pueblos del Orbe y cada uno sobre la Tierra que, generación tras generación, le hayan legado sus correspondientes Ancestros, imperen la Justicia, la Libertad y la Verdad; el Pan, el Trabajo y la Vida digna.
¡Pueblo al Fusil! es esta nueva Voz humilde y fiel europea que, también justamente, se siente heredera de aquella misma vieja Canción y su Mensaje. Cuyo “fusil” es, retóricamente, este mismo espacio en la red de redes; ciertamente, libre e independiente, disidente y alternativo, contundente pero respetuoso; pero no menos ciertamente, con sus legítimas filias y preferencias. Cuya “munición” es, inconfundiblemente, cada uno de los aportes, de los “cartuchos” anímicos, culturales e ideológicos que, en forma de imágenes, sonidos y textos, se irán publicando, se irán “disparando” desde esta misma Atalaya. Cuyo objetivo es, evidentemente, contribuir a intentar despertar y alumbrar las consciencias de nuestros Hermanos y Hermanas europeos para que, fieles a nuestros Ancestros, seamos capaces unidos, hemos de reiterarlo, de retomar las riendas de nuestro propio Destino como Pueblo sobre nuestra propia Tierra, nuestra gran Patria, Europa, y transmitir a nuestros Descendientes las claves de un Devenir cuyos orígenes se pierden milenariamente en la Noche de los Tiempos pero se lanzan no menos milenariamente hacia el Alba del Mañana, hacia la nueva Primavera. Nada más. Nada menos.
¡Pueblo al Fusil! es, a fin de cuentas, el nombre de un viejo Canto europeo en el que, necesariamente, la Espada y el Martillo, la Lira y la Pluma se aúnan, hoy de nuevo más que nunca, en la Fe y la Esperanza de una Lucha eterna y noble en pos de una Victoria justa; la de los Valores solares y supremos, universales y eternos que elevan al Hombre a trascender junto a los Dioses, nuestros Dioses.
Que Ellos, pues, nos acompañen.
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