Caballo de Troya: Benedicto XVI
El Papa Benedicto XVI dijo en una misa celebrada el domingo en Inglaterra que el mundo sentía "vergüenza y horror" por el sufrimiento infligido por su país natal Alemania en la II Guerra Mundial y recordó la batalla aérea de Inglaterra, que salvó a Reino Unido de la invasión alemana.
En la misma misa oficiada en un parque de Birmingham, en el centro de Inglaterra, en la que el Papa habló sobre la guerra, beatificó al cardenal John Henry Newman, uno de los conversos ingleses más destacados del Anglicanismo al Catolicismo.
Pero en su sermón al aire libre, en el último día de una visita de cuatro y ante una multitud de más de 50.000 personas bajo una lluvia intermitente, habló en primer lugar de la guerra.
Gran Bretaña conmemoraba el domingo el 70 aniversario de la Batalla de Inglaterra, el conflicto aéreo que impidió la invasión del país planeada por Hitler.
"Para mí, que estuve entre quienes vivieron y sufrieron los oscuros días del régimen nazi en Alemania, es profundamente conmovedor estar con vosotros en esta ocasión, y poder recordar a tantos conciudadanos vuestros que sacrificaron sus vidas, resistiendo con tesón a las fuerzas de esta ideología demoníaca", dijo.
A principios de la década de los 40, el ex cardenal Joseph Ratzinger fue brevemente miembro de las Juventudes Hitlerianas, cuando la afiliación era obligatoria. Durante la guerra fue destinado a una batería antiaérea en Baviera, y después enviado a Austria.
Después de volver a Baviera, desertó. Al final de la II Guerra Mundial fue un prisionero de guerra. El Papa ha dicho que como católicos devotos, sus padres rechazaban la ideología nazi.
El domingo fue la ocasión para dar protagonismo religioso al viaje, y colocó a Newman, que es venerado tanto por católicos como anglicanos, un paso más cerca de la santidad.
CONVERSO DESTACADO
Newman, que vivió entre 1801 y 1890 y se convirtió al Catolicismo en 1845, fue una figura central en el Movimiento de Oxford, que intentó acercar la Iglesia de Inglaterra a Roma.
En su homilía, el Papa alabó a Newman, un destacado teólogo y prolífico escritor cuyo trabajo fue muy influyente en la historia de la Iglesia en el siglo XX, por defender "el puesto vital de la revelación religiosa en la sociedad civil".
Uno de los objetivos del viaje, el segundo de un papa a Reino Unido, fue recordarle a uno de los países más laicos de Europa que estén alerta ante lo que llamó "secularización agresiva" y "ateísmo extremo" que tratan de apartar a Dios y a la religión de la vida pública.
Durante el viaje realizó una de las disculpas públicas más contundentes a las víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes católicos y se reunió con cinco personas que sufrieron abusos cuando eran niños.
La mayor manifestación que se haya celebrado nunca durante uno de sus viajes ocurrió el sábado, cuando unas 10.000 personas recorrieron el centro de Londres con pancartas en contra del Pontífice.
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