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La memoria de la Otra Europa

Rudolf Hess: el solitario de Spandau

Rudolf Hess: el solitario de Spandau

El 17 de Agosto de 1987, hace ahora 19 años, muere estrangulado por sus carceleros en la cárcel de Spandau (Berlín) Rudolf Hess, condenado en 1946 por los vencedores de la II Guerra Mundial a permanecer en esta prisión de por vida.

Hemos sido muchos los que dedicamos una parte importante de nuestra juventud a participar en las incesantes campañas por la libertad de Hess organizadas –en España- desde Cedade y desde la Hermandad Pro-libertad de Rudolf Hess y coincidiendo con esta fecha, un querido camarada me ha pedido que escribiera para esta web un pequeño recordatorio sobre Hess en el aniversario de su asesinato.

 

En una época como la actual en la que no existen los héroes y se han denostado hasta el infinito los valores del sacrificio, de la lealtad y del honor, se hace necesario resaltar lo que Hess ha representado y representa para los militantes europeos y para las nuevas generaciones: la Fidelidad.

 

Durante décadas, fueron incesantes las campañas en pro de la liberación de Hess en todo el mundo. Grandes personalidades del ámbito de la política y de la intelectualidad, en absoluto sospechosas de simpatías hacia el nazismo, pidieron el cese del trato inhumano e indigno del que era víctima Hess. Curiosamente ninguna de estas peticiones vino nunca de Amnistía Internacional ni de las distintas Iglesias (católicas o protestantes), ocupados en otros menesteres menos incómodos y seguramente mucho más gratificantes. .

 

Recogidas de firmas, miles de carteles, adhesivos, conferencias, encadenamientos, cartas a la prensa…constituyeron básicamente las campañas realizadas a favor de la liberación de Hess a lo largo de los años, pero lo que personalmente más intensamente se me viene a la memoria de aquellos tiempos fue la edición, con unos cuantos años de anticipación, del gran cartelón-esquela anunciando su muerte.

Efectivamente, todos sabíamos que desgraciadamente y a la postre, Hess acabaría muriendo en prisión y que como ese hecho era ineludible, lo mejor era estar preparados para ello. Con tal motivo Cedade editó un gran cartel con formato de esquela en la que, bajo el águila nacional-socialista, rezaba simplemente con grandes letras la frase: “HA MUERTO RUDOLF HESS. Ahora ya es libre”.  Estos carteles fueron distribuidos oportunamente por toda España, incluso alcanzaron gran difusión por muchos otros países, y fueron pasando de unos camaradas a otros custodiándolos como si del legado de un tesoro se tratase, con una única consigna: empapelar las ciudades cuando se anuncie la muerte de Hess. Y damos fe que así se hizo.

 El vuelo de Hess. 

Aun hoy gravita sobre Rudolf Hess el gran enigma sobre su vuelo a Gran Bretaña.

 

Las razones por las cuales Hess en 1941 viajó a Escocia se pueden resumir en que él estaba convencido que una guerra en dos frentes sería fatal para Alemania. Tenía relaciones en Inglaterra debido a su estrecha amistad con Haushofer. Su pasión por el NSDAP, lo forzaban a buscar la mejor salida, que era hacer la paz con Inglaterra para atacar a Rusia y obtener el "Espacio Vital" que, según Haushofer, era imprescindible para Alemania. No era hombre de ganar puntos ni hacer favores basándose en la intriga política, pero no tenía poder suficiente en el del estado, tal como lo tenía, por ejemplo, Goering. En ese momento, las voces más significativas estaban en un nivel distinto al del partido.

¿Es la pérdida relativa de poder, lo que obliga a Hess a hacer su famoso vuelo a Escocia? Es posible, pero es más factible que su decisión haya sido más motivo de su inquebrantable fe en el Fuhrer y en Alemania, que le hacía ver el panorama con más claridad desde un peldaño más abajo en la escalera del poder. Hess creía en Hitler y en su Mein Kampf, donde el Fuhrer mostró su convicción de que quería la paz para Europa y no un enfrentamiento con Inglaterra. Pero es difícil creer que su decisión no tuvo la aprobación de Hitler, debido precisamente a su fidelidad.

  

El 10 de mayo de 1941, Rudolf Hess, arriesgó su vida para lograr la paz. Pilotando un “Messerschmitt”, logró burlar la vigilancia de las patrullas de la RAF y aterrizó en Escocia. Su propósito era entrevistarse con el duque de Hamilton, antiguo amigo suyo y muy influyente en la Corte. Hess confiaba en que el duque de Hamilton le ayudaría a conseguir una entrevista con Jorge VI y con Churchill para convencerles de que “el Führer no quiere continuar esta guerra insensata” y de que el verdadero enemigo estaba en Rusia.

Hess proponía, nuevamente, una paz-empate, a condición de que se dejaran manos libres a Alemania frente a la URSS. Como garantía de las intenciones del Reich de cumplir lo pactado, el mismo Hess se ofrecía como rehén. No hay que olvidar que, en el momento en que Hess se presentó en Inglatera con su misión de paz, Alemania aparecía como muy probable vencedora. Inglaterra había sido batida en todas partes, en Francia, en Bélgica, en Noruega, en Yugoslavia, en Grecia, en Creta, en Libia, … incluso en los mares. Todos sus aliados continentales habían sido sucesivamente arrollados, y Roosevelt seguía sin conseguir envolver a Norteamérica en el conflicto, al lado de Inglaterra. En 1941 Alemania era la clara vencedora en todos los frentes. Y en ese momento de superioridad militar evidente, el vencedor tendió la mano al vencido.

 

Pero Hess no consiguió entrevistarse con el Rey, ni con Churchill, que lo mandó encarcelar mientras estaba viendo una película de “los hermanos Marx”. En vez de considerar, al menos, la posibilidad de detener la matanza entre pueblos europeos y, en caso de desacuerdo, permitirle regresar a su Patria, el gobierno británico trató al mensajero de paz, que fue allí en misión de paz, como un prisionero de guerra corriente y, más tarde, como un criminal de guerra, en la farsa y la parodia pseudojurídica de Nürenberg.

 

Rudolf Hess, que había ido por su propia voluntad a Inglaterra a ofrecer la paz, fue condenado a cadena perpetua por “criminal de guerra” en la cárcel de Spandau, donde permaneció en solitario encerrado en una pequeña celda de esta prisión-fortaleza hasta su trágica muerte a los 93 años. Tras ello, la prisión fue derruida.

   

Del prólogo de Jorge Mota al libro “Rudolf Hess, lugarteniente de Hitler”

 

«¿Sirve de algo poner flores? ¿Sirve de algo, algo, diría yo?

Han pasado los años, Hess, pese a los buenos deseos de Cirlot no se ha convertido en un mártir. Se ha convertido en un desconocido. Ahora la tumba acoge a la esposa y también al hijo. Por fin se han reunido.

Rudolf Hess ha sido olvidado, pero ha de ser considerado un ejemplo no sólo para la ideología que siempre defendió, sino para cualquier persona honesta. Los hechos son demasiado cercanos como para poder ser juzgado con objetividad. Cuando por fin se publiquen los documentos secretos sobre el caso Hess, quizás entonces será el momento de poder juzgar al hombre, al héroe, por encima de las actitudes políticas. Hess, uno de los hombres más relevantes del III Reich decidió abandonar su país, dejar a su esposa e hijo e intentar la paz con Inglaterra.

Es un caso único en la historia, profundamente humano y excepcionalmente emotivo. Hess no voló a Inglaterra en 1944 con la guerra casi perdida. Marchó en el momento de máximo esplendor, cuando él mismo estaba convencido de la victoria de Alemania. Su actitud fue pues, totalmente desinteresada y absolutamente espiritual. El vuelo de Hess es uno de los acontecimientos más heroicos e idealistas de la historia mundial. Y ese hombre que lo dejó todo por la paz, fue siempre fiel a sus ideas y nunca quiso renunciar a ellas.

Toda una vida encerrado no bastó para doblegarle. De la misma manera que Tomás Moro, fue un ejemplo de firmeza en sus convicciones —que han de admirar tanto amigos como enemigos—, y es de esperar que tarde o temprano, se convertirá en símbolo de la Fidelidad que, junto con la compasión, es la virtud más excelsa y de la que más necesitados estamos.

Muchas personas lucharon por la libertad de Hess. Algunos creando obras de arte o componiendo o interpretando bellas canciones, otros recogiendo firmas, los de más allá haciendo diseños o publicando libros o encadenándose...

Todo este trabajo habrá valido la pena si con el paso de los años Hess es reconocido como un ejemplo de hombre de honor para el cual la paz en Europa fue más importante que su propia vida y su propia libertad»  

Ediciones Nueva República  

4 comentarios

till -

como se llama el libro de rudolf hess?

Hess amstrung -

ase poco me comentaron que era pariente mio era el primo hermano de mi vis abuelo

César -

Totalmente de acuerdo con el comentario. Lo de Hess fue un crimen en vida y en muerte,pues hay fundadas sospechas de que lo asesinaron.

Kaiser_88 -

sieg heil por Rudolf Hess.
un verdadero heroe fiel sinonimo de lealtad y Honor.
yo no te olvido camarada Hess
14/88