Blogia
La memoria de la Otra Europa

Falange: Partido Fascista

Falange: Partido Fascista

Ante el denigrante espectáculo representado por los líderes falangistas de las diversas fracciones, acusándose mutuamente de fascistas y evitando ser calificados ellos mismos como tales, nuestra editorial ha querido dejar constancia de que, para bien o para mal, la Falange es un movimiento fascista, por lo menos tan fascista como la Guardia de Hierro de Rumania, los Cruces Flechadas de Szalasi o los rexistas de Degrelle

Hoy, después de casi medio siglo, la inmensa mayoría de la gente desconoce los programas e ideología de los partidos mencionados, incluida la Falange. El Fascismo, sin embargo, tiene una sólida ideología, nacida toda en el siglo XX, más moderna que el comunismo o el liberalismo cuyo origen se remonta a otros siglos. La propaganda ha atacado a los fascismos sin referirse para nada a su ideología. Siempre han sido comentarios sobre hechos históricos, casi siempre falseados. Nosotros podemos llegar a comprender que un joven tenga miedo de ser calificado de fascista y prefiera militar en otro partido, pero lo que parece insólito es que personas de más edad, militantes y jefes de Falange, quieran negar ahora un calificativo que en los años 40 les parecía honroso. Las diversas tendencias podrán aparentar diversidad, pero lo que no lograrán jamás es que la Falange deje de ser un movimiento fascista, repetimos, fascista para bien o para mal.

Hemos querido encargar esta pequeña obra a uno de los mejores periodistas falangistas de hoy. Conocedor profundo de la doctrina e historia de la Falange, José Luis Jerez Riesco posee una impresionante biblioteca sobre el tema en la cual se hallan los más sorprendentes documentos. José Luis Jerez Riesco es un joven falangista que no pretende medrar y por ello sabe ser objetivo y dice la única verdad posible, la que forma parte de la Historia.

Aquellos que pretenden ocultar la verdad y desfigurar la ideología falangista perjudican a la falange aunque, algunos de buena voluntad, piensen que la benefician. La verdad será siempre el mejor camino. La presente obra nos muestra esa única y auténtica verdad.

El día 25 de noviembre de 1914, puede considerarse con justicia, como la más importante fecha histórica de nuestro siglo. Ese día Mussolini fue expulsado del Partido Socialista en el que había militado y por el que había luchado durante más de 10 años. En aquella memorable ocasión Mussolini dijo a sus antiguos compañeros: Sois más severos que los jueces burgueses... El socialismo es algo que tiene sus raíces en la sangre misma. Lo que me separa hoy de vosotros, no es cuestión de poco más o menos, es una trascendental cuestión que tiene dividido a todo el socialismo.

Estas profundas y graves palabras de Mussolini, fueron la confirmación de que era necesaria la creación de una nueva idea, de un nuevo ideal que se ajustase a las necesidades del siglo XX.

El Fascismo, esa palabra que hoy asusta a la mayoría de habitantes de nuestro planeta, fue en su tiempo la esperanza, la solución que espetaban millones de personas que sentían en su interior esa misma división profunda que enfrentaba a los propios socialistas. El Socialismo Materialista se enfrentaba al Socialismo Idealista y tradicional.

Hoy día la palabra "fascista" produce horror, pánico, miedo... Pero en aquél lejano 1914 el experimento fascista y el nuevo camino seguido por Mussolini despertó curiosidad en algunos y entusiasmo en los más. A partir del 25 de noviembre de 1914 nacía una nueva idea que se ajustaba a las necesidades del siglo XX, idea que se fría perfilando con nuevas aportaciones, con nuevos conceptos, hasta 1943 en que alcanzaría su máxima pureza y que, posteriormente a esta fecha, ha sido todavía incrementada con nuevas aportaciones.

EI Fascismo de Mussolini no asustó en principio al mundo que lo vio como una nueva e interesante posibilidad. Se había producido una importante escisión en el mundo socialista pero dicha escisión se presentía desde mucho antes. Proudhon, Saint-Simon, Fourier, Sorel... fueron, en muchos aspectos, buscando esa nueva concepción que descubriría Mussolini. El ensayo salió bien y el Fascismo podría haberse convertido en el gran partido del siglo XX.

La política de Mussolini fue alabada por los más diversos personajes. "El pueblo apoya a Mussolini porque lo considera indispensable", dijo del Fascismo Bernard Shaw. "Debo reconocer que Mussolini es un hombre de una inteligencia y una voluntad superior" declaró Máximo Gorky, diciendo de él Strawinsky: ‘‘Mussolini es un hombre formidable", mientras el romántico compositor de operetas Lehar declaraba: "Mussolini posee las cualidades del estadista de la antigua Roma y la de los Estadistas de la época moderna". También otro músico, Ricardo Strauss dijo: "Mussolini es único", aseguando Pío XII: "Fue el hombre más grande que he conocido" y calificándolo Guillermo II de "hombre verdaderamente extraordinario.

Lenin, en palabras proféticas aseguró que por su causa y por sus ideas el marxismo será un día no lejano vencido y definitivamente olvidado" diciendo Sorel "es un genio de dimensiones tales que sobrepasa a todos los hombres políticos actuales aparte de Lenin", y un largo de etcétera que podría continuar con los nombres de Pío Xl, Gandhi, Edison, Churchill, Poincaré, Franco, Trotski, Kipling, ... Si añadimos a esto la simpatía que sintieron por el fascismo o por el nacionalsocialismo alemán hombres de la talla de Mascagni, Pirandello, Papini, Hamsum, Heidegger, Spengler, D Annunzio, Pfitzner, etc., etc., y la no menos simpatía o aceptación que tuvieron para con dicha idea hombres como Malaparte, Sartre, Alberti, etc., que cambiaron su camisa de acuerdo con el resultado de la II Guerra Mundial, no podremos por menos de reconocer que el Fascismo no fue en su tiempo lo monstruoso que quieren hacemos creer. Fue una nueva idea, la única nueva idea que ha surgido políticamente en el siglo XX.

No debe sorprendernos que José Antonio, Onésimo Redondo, Ramiro Ledesma, Giménez Caballero o cualquier otro político español, pronunciara palabras de alabanza hacia un hombre que las había merecido y las merecería también después de otros mucho más conocidos e importantes en su tiempo. El Fascismo hubiese sido tolerado muy posiblemente y hubiese podido imponerse poco a poco, si se hubiese abstenido de tomar tan rígida postura sobre el problema judío.

Hitler llegó al poder democráticamente, otros hombres como Degrelle lograron éxitos sorprendentes en las elecciones democráticas de sus países. El Fascismo se imponía por medio del sistema que combatía, algo que nunca había logrado el comunismo, pero el peligroso tema judío haría que la propaganda mundial se lanzase sobre las ideologías fascistas. Ni tan siquiera el racismo hubiese sido un tema peligroso. En diversos países de Europa había leyes de tipo eugenésico-racial similares a las alemanas de Hitler o habla importantes proyectos en estudio. Estados Unidos, Noruega, Suecia, Polonia, Suiza, Inglaterra, Hungría, Japón, se habían cuidado del problema racial y respecto al racismo en relación con otras razas, la situación de los negros en América, por ejemplo, era mucho peor de lo que podía hallarse en Alemania con la mejor predisposición. Las Leyes de Nuremberg era extraordinariamente suaves al permitir los . matrimonios de aquellas personas que tenían un 25 por ciento de sangre judía e incluso un 50.

El problema negro, por otra parte, no preocupaba a los medios de información americanos, controlados ayer como hoy por los judíos y así la publicación americana Thunderbolt informaba en 1968 de la curiosa circunstancia de que en la NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de las gentes de color) no hubiese habido jamás un Presidente negro, siéndolo todos de origen judío desde su fundación: Joel Spingam, Arthur Spingarn y Kivie Kaplan, mientras que también en 1968 se empezó a apreciar en los Estados Unidos una gran campaña de los negros contra los judíos, hechos que eran recogidos por diversas revistas judías. El "Jedioth Chadashoth" del 18 de abril de ese año reproducía unas declaraciones de un dirigente negro que afirmaba: "Los judíos nos explotan inicuamente" publicando por su parte ‘Semana Israelita’’ del 16 de febrero que ‘En los últimos tiempos han podido apreciar los judíos norteamericanos que las manifestaciones antijudias de determinados jefes negros han aumentado enormemente" confirmando la estadística que se hiciera en 1964 en Estados Unidos con el resultado de un 36 por ciento de no antisemitas, un 40 de poco antisemitas, un 18 de muy antisemitas y un 6 de activos antisemitas.

Qiero con esto decir que ni tan siquiera el problema racial hubiese preocupado a la opinión pública mundial. Si suprimiésemos la cuestión del problema judío y la desvinculásemos de las ideologías fascistas, el terreno sería mucho más fácil prácticamente llano, pues siempre que se reacciona contra el Fascismo, el problema judío y las supuestas muertes masivas —reiteradamente desmentidas en voluminosos libros editados en Alemania, Inglaterra, Estados Unidos y Grecia pero que no han visto la luz en España— ocupan la principal parte del fiscal.

No debemos pues asustamos de que los líderes falangistas hablasen así del Fascismo en una época en que eran millones los que lo hacían, lo que sí debe interesarnos es la lectura detenida de los textos que José Luis Jerez Riesco ha recogido pacientemente para esta obra. En ellos encontramos un paralelismo con la situación actual, encontramos los mismos partidos, el mismo ideario, los mismos antagonismos. Cuando leemos los textos de Onésimo o Ramiro, de Jose Antonio o Giménez Caballero, constatamos lo caducas y reaccionarias de las ideas liberales y marxistas que entre siglo y siglo y medio, apenas han variado de su contenido ideológico, variando exclusivamente su táctica y estrategia. Contrariamente podemos apreciar en el fascismo la idea de nuestro siglo, enriquecida en 1943 por la lucha común de Europa en el frente del Este y, perfeccionada y actualizada hoy día al llegar a comprender que el cerrado nacionalismo de los años 30 propugnado por los diversos movimientos fascistas, necesario en su día para fortalecer los espíritus minados poco a poco por las ideas internacionalistas, encontraba ahora estrecho su campo de acción, sustituyendo el ideal nacionalista de las diversas patrias europeas, por el de Europa en su totalidad, concepto mucho más ajustado a los principios raciales que inspiraron a todos los movimientos de este tipo.

José Luis Jerez consigue en su obra un doble objetivo. El primero es el que su titulo indica: dejar constancia de que a Falange, pese a quien pese, es un movimiento fascista, ciertamente infiltrado por numerosos advenedizos, y como segundo objetivo, nos permite echar una mirada a la España de los años 30 y comprobar que las ideas reaccionarias, caducas y trasnochadas de los movimientos comunistas, y liberales, siguen siendo hoy las mismas que en aquellos difíciles años y que, como entonces, no llenan a los españoles, muchos de los cuales las siguen simplemente por creer que es el mal menor, y no viéndose capaces de crear nada nuevo, aspiran a copiar a la decadente Europa de hoy. Leamos con detenimiento esta obra que se limita a demostrar un hecho que debería ser lógico para todos.

Jorge Mota

 

ERNESTO GIMENEZ CABALLERO Y EL FASCISMO

Ernesto Giménez Caballero tiene un alma de poeta, conversación de poeta, excelente y refinada prosa poética, Más tarde, Jose Antonio diría que a los pueblos sólo les mueven los poetas y, en este sentido, Giménez Caballero fue un adelantado de las ideas de su tiempo en España, supo captar la esencia del Fascismo divulgarlo, buscar sus raíces ir a su fondo, calar en sus venas y en su alma de poeta las síntesis históricas del fenómeno fascista. Fue un adelantado de la causa y causa primigenia y motriz del ulterior desarrollo de todo un cuerpo de doctrina, basamento y frontispicio de una inveterada tradición y de una reciente y nueva revolución, de los pioneros de nuestro siglo, que el escritor norteamericano Foard ha sintetizado con la telegráfica frase de la ‘‘revolución del poeta’’.

El propio Giménez Caballero escribiría en su libro "Arte y Estado’’ que no ha habido ningún Cristo sin su San Juan Bautista, para después el mundo y la historia olvidar al Bautista y quedar solo y con absoluta paternidad el Redentor. "Y en un principio fue el Verbo. El anunciador. El Bautista. La palabra. El Bautista es el agua de la vida. Es el fuego de la vida, Lo elemental. Unido a estos dos elementos primordiales del mundo —agua y fuego— va unido el símbolo del Bautista que fue uno de esos solitarios alucinados, visionarios, que ceñidos sus magros flancos de asceta cuyo manjar eran cigarras y su vestir pieles de pastor errabundo iba predicando un mundo nuevo, una edad de oro, una era mesiánica: un Salvador’’.

En esta esquemática precisa, primaria, básica descripción del Bautista, Giménez Caballero quizá sin proponérselo hace un perfil de su personalidad política, filosófica y estructural. Él fue el anunciador, el agua, el fuego, el solitario, el robinson, el visionario el poeta del fascismo, como acuñación nueva, como revelación humana, como idea-fuerza, como espiritualidad y como secreto.

Realiza un tríptico del mundo, tres son las disyuntivas tres los caminos, tres los mundos, tres las perspectivas con su tesis, su antítesis y síntesis; tres las andaduras cuando decía que el Genio de Oriente significaba Dios sobre el Hombre y el de Occidente el hombre sobre Dios, y el Genio Romano, carismático, la armonía de Dios y el hombre: el espíritu de conciliación sentaba con nuevas denominaciones el dogma trinitario. Y al referir ese espíritu de conciliación de Espíritu Santo, al Fascismo —sobre el Bolchevismo (Oriente)— y Liberalismo (Occidente), asignaba al Fascismo, certeramente, la misión continuadora de una nueva catolicidad’’.

Con anterioridad a la publicación de su libro de "Arte y Estado" de la que fue tomada la anterior cita, ya en su primordial libro del alba, del amanecer, de la luz, del fuego y del manantial. "Genio de España", apuntaba las premisas de dos mundos en contraposición y un mundo en superación, nacimiento, alumbramiento y conclusión. "Frente al Comunismo (oriente) y Liberalismo (occidente); frente a la anulación del individuo (Oriente) y la supervaloración del individuo (Occidente), Roma acaba de sintetizar, una vez mas en la historia su tradición eterna —Ciudad Eterna—; su genio de incorporación, de corporativismo, de jerarquía y libertad, Civilización: entre Oriente y Occidente: cristiana, europea, esto es universal. Esa era la misión suprema del Fascismo. Ese era el genio a quien tenía que servir. Y Mussolini, tras enderezar hierros de batalla, se puso a plegar almas de toda una humanidad histórica: la nacida Roma".

En páginas sucesivas de "Genio de España" reflejará lo que suponía el Fascismo en lo económico, en lo político y en lo social: ‘‘En lo económico, un sistema corporativo, integrador. Nada de capitalismo puro —Occidente— ni de obrerismo puro —Oriente—, Nada de izquierdas por un lado, ni derechas por el otro. Capital y trabajo, unidos en unidad superior: el Estado. Eterna síntesis de Roma!

"Europa y el mundo no podrían vivir a base de explotadores, ni a base de explotados. Ni de derechas ni de izquierdas. Ni de Oriente ni de Occidente: Roma. Suma e integración de Occidente y Oriente, del Capitalismo y Marxismo: Roma.

"En lo político, el Fascismo representaba la libertad frente al Bolchevismo. Y la jerarquía frente al Capitalismo. Defendía al mundo de los dos monstruos: el Yo del capital ensorbecido e implacable —genio de occidente— y la masa del proletariado ensorbecida e implacable - genio de oriente—.

‘‘En lo social: el fascismo era la liquidación de todas las bastardas , modernas:

a) El César ya no seria banquero judaico, ni un fumador de puros: el César ya no sería un burgués, ni un káiser más o menos de opereta, ni un presidente republicano vestido con faldones de frac, ni un rey de película de Chevalier, El César sería un Héroe - un primate humano hecho en combate— conductor de tropas y milicias, de masas encuadradas en falanges entusiastas.

b) El Dios ya no sería un cheque de banco. El dinero es inmundo y vil y no merece más reverencialidad que la penosa e inevitable. El Dios motor del mundo volvería a salir de esa casa de reloj en que le colocaron los modernos Aristóteles. Y se alzaría en el cielo con majestad solar, sobre la tierra, con luces de heroicidad: en Espíritu Puro, de armonía, moviendo a las otras estrellas con el amor dantesco y franciscano inmortal.

c) El hombre ya no sería un monigote engreído de cultura y suficiencia. Sería un Hombre con sentido de sus límites y dependencias. Nada de socialismo, ni de liberalismo. Nada de bastardear el santo sentido del trabajo y de la técnica. Vuelta al Sindicalismo gremial, al sentido religioso de la técnica y del trabajo, Cada cual en su puesto: Jerarquía, Y un puesto para cada cual: Armonía, Sistema (esto es Corporación Gremial, funcional). Se restauraría, no el concepto de Derechos del hombre, sino el sublime concepto cristiano y heroico del Servicio, del Deber, del obligarse a algo".

Giménez Caballero es escueto, sinóptico, profundo. Sus términos son exactos, rotundos contundentes. No engalana sus frases con oropeles literarios, ni con barroquismos trasnochados (estilo directo ardiente, combativo). De él, enjuiciando la persona y la obra de Giménez Caballero, Ramiro Ledesma Ramos escribiría: "Giménez Caballero es un hombre heroico. Es una providencial figura en este momento de la Historia de España.... Giménez Caballero es una rara flor cultural’’.

Giménez Caballero rompe una lanza en pro de la universalidad del Fascismo. No es algo local, pintoresco, idiosincrásico, folclórico, impermeable. El Fascismo no es un sol sin rayos de luminosidad, como algunos pensadores han pretendido encasillarlo. No es algo episódico y casual, ni es circunstancial, ni tiene contornos, ni murallas, ni cotos. El Fascismo es total, abierto, universal, Es doctrina y método, sistema y carácter, estilo y razón. Giménez Caballero sobre este particular escribe "El secreto del Fascismo era el secreto eterno de Roma. El genio universo de Roma. Unico universo del mundo. Era una nueva universalidad. Una ecumenidad, una nueva catolicidad... El Genio de España tenía que resucitar y mirar de nuevo a la nueva Roma, que se alzaba en pie sobre el mundo solicitando —nuevamente— un brazo diestro para salvar a este mundo. Porque la Historia vuelve, y vuelve porque es siempre la misma. Porque son los mismos Genios y Divinidades, que vuelven a su eterna lucha. Como las nubes por el cielo, así los Genios del mundo, desde que el mundo es mundo: en rangos de batallas y tormentas".

El Fascismo es tierra, campo, surco, labranza y campesinidad, La tierra es continente de la simiente y la semilla, fruto y recolección. Giménez Caballero refleja y recoge en sus escritos esa naturaleza rural, esos engarces y nexos de unión del Fascismo con la tierra y reflexiona ‘‘yo recuerdo lo primero que me impresionó del Fascismo y de su Duce, cuando llegué a Italia, atiborrado de ideas líberaloides urbanas y democratizadas: eso de la campesinidad el olor a campo y tierra de su nueva política.

"El pan y el hierro. Chi ha del ferro ha del pane. Esta era una de las divisas mussolinianas que incorporó a la fe de la nueva Italia. Divisa de labrador y de herrero: de guerrero".

Ese primer recuerdo, esa primera impresión, esa sensación nueva con sabor a agricultura y cultivo, lo completa y matiza más ampliamente en su libro "Roma Madre" al trasmitirlos "Si el Fascismo es aristocratico por su estructura de partido, y monócrata por su representación del poder ejecutivo, es en el fondo archidemocrático: el pueblo mismo, ¿Archidemocrático? No. Popular. La palabra democracia huele a burguesa, a ciudad, a cosa mediocre. Mientras popular es lo del campo, lo de la taberna y el mercado y la plaza y la fiesta. Popular no es el hombre como obrero, ni como ciudadano, ni como funcionario, sino simplemente como hombre elemental. Como campesino, como hombre eterno- De ahí el fervor del Fascismo por la política agrícola, del agro. Y toda su propaganda que huele a trigo, a pan. A pan, a vino, a garrote.

‘‘Todo el mundo que habla con Mussolini observa al instante la campesinidad de este hombre. Y esta es su grandeza: en un país de agro y de emigración haberlo comprendido y haber cortado un traje a su medida. Una camisa con que cubrir las vergüenzas y una estaca para ganarse violentamente el pan".

En un primer estadio, Giménez Caballero, analiza al Fascismo como una "revolución rural’’ y sobre el mismo tema que comentamos sobre Fascio y tierra comenta "Fue a poco de la Marcha sobre Roma cuando Mussolini, en una cálida oración ante millares de camisas negras, esculpió en el aire romano esta definición genial de lo que significaba el Fascismo para Italia, y lo que significaría más adelante para el mundo: revolución esencialmente rural.

"En efecto: una de las claves profundas del Fascismo, secreto de Roma eterna, era la vuelta a la tierra, il richiamo al principio —como dijo Maquiavelo—.

"Desde tiempos de los Gracos, Roma tiene la obsesión de la ordenación del agro. Es imposible imaginar la Roma primigenia de los orígenes sin pensar en mitos terrureños. Y después en Senadores, cónsules, ex-combatientes y hasta césares campesinos".

Pero Giménez Caballero no se limita a vislumbrar el Fascismo italiano, a escudriñar el horizonte que marcaba Roma, a horadar los campos itálicos. También detiene su mirada en la Alemania Nacionalsocialista, en su Führer, en su revolución. Y al igual que Jose Antonio en 1934, durante su estancia en Alemania, cuando visita a Hitler y al ideólogo del partido Alfred Rosemberg para solicitarle los derechos de autor, a fin de que su filosofía sea conocida y traducida a la lengua vernácula de la ‘Madre Patria’ de las américas, también Giménez Caballero coincide con Rosemberg y entabla diálogo con él en el Convegno de Volta celebrado del 14 al 22 de noviembre de 1932 al que asiste representando a España en unión con García Morente y Salvador de Madariaga, Al hablar del despertar de la nueva Alemania escribe: "Quiero empezar por el más reciente de los resucitamientos: ese que por inopinado y actual parece a las gentes un milagro, una ilusión, Y les parecía una fantasía, si no estuviesen ahí esos millones de votos que arrastra Hitler, esos cortejos y legiones que arrastra Hitler tras sí, con paso cadencioso y misterioso, progresor y decidido de marcha".

‘‘En esa faz sanguínea, vital y arrolladora de impulso que es Hitler en esa torrencialidad casi cósmica de la nueva Alemania que despierta: ved las faces sacras de todos los muertos en la guerra, en la gran guerra, y en todas las guerras germánicas, desde Ariovisto y Atila! Desde la caballería germánica que derrota a Vercingetorix hasta las tropas luteranas del Taciturno!

Resurrección de la carne: del genio Del alma de un país!

Lo que no podía morir, no había muerto! Y por eso resucita y quiere seguir viviendo.

¿Quién iba a decir que en la Alemania democrática de Stressemann, en la Alemania bolchevizada de Espartacus, en la Alemania desesperada, trágica y muda de estos años, que por debajo de tanta grisura y catástrofe corría puro, encendido y genuino, el voto de catorce millones de almas?

Ese ha sido el hallazgo de Hitler, su destino artesánico de pinchar en la vena escondida del manantial, su genialidad de encontrar el genio de su tierra, de su raza. El milagro de Hitler es el milagro del genio perdurable de lo germánico. Genio que no había muerto en el cementerio de Versalles. Genio que despierta a sus muertos, para que sigan viviendo. Poniendo en pie la vida mágica de una raza y de un pueblo!".

Es curioso el parangón que realiza Giménez Caballero, en un folleto publicado durante la Cruzada de Liberación titulado ‘‘España y Franco", entre Falange, Fascismo y Nacional Socialismo. Manifiesta: "Es posible que haya algún antiguo falangista que crea cosas raras sobre el destino de la Falange, sin saber que la esencia de la Falange, el eje no está en la doctrina sino en la figura del Caudillo, del Jefe, del Mando Unico, base de un Estado Nacionalsindicalista, como es la del Duce para el Fascismo y la del Führer para el nazismo.

"Porque Fascismo, nazismo, falangismo son regímenes totalitarios en cuanto que todos - las masas jerarquizadas - se subsumen en UNO. Que eso significa etimológicamente CAUDILLO (Cabeza), DUCE (Ductor), FUHRER (Guiador), Y que todos los puntos de toda doctrina totalitaria no son más que corolarios de esa primordial: el del Mando único".

En el mismo opúsculo citado hace una semblanza de las personalidades de Hitler y Mussolini. En unas pinceladas de rasgos que perfila perfectamente en sus trazos más acusados, Dice: "Mussolini tiene su secreto en la mirada y en la forma de emproar la mandíbula. Es el Duce de un pueblo como el italiano que sabe congregarse en magníficas paradas al sol y al aire libre y necesita del Condotiero con mirada solar y gestos de tribuno asomado a un balcón o a un balaustre— para ser comprendido y guiado.

"Hitler es plásticamente — sus recortados bigotes y tupé oblicuo, los cuales, bajo la gorra militar, le dan un aire entre marcial y popular, entre doctoral y solemne —que va muy bien para un pueblo como el alemán tan disciplinario y en orden—. No se podría hacer un retrato más gráfico con un empleo de menor de vocablos.

Con respecto al Programa ideológico del Nacional-Socialismo afirma "que en su literalidad puede decirse que es un programa fascista. De ahí que por tales apariencias y por las otras apariencias de la camisa parda y las legiones en marcha, se les haya denominado a los hitlerianos los ‘‘fascistas alemanes", y lo son, en cuanto que Fascismo no es ya como se cree, símbolo de nacionalismo, de particularismo, sino de todo lo contrario: de una ‘‘universalidad", de una novísima "ecumenidad".

En cuanto a la denominación genérica de la Falange, el nazismo o el Nacional Socialismo de estar incluidos dentro de los movimientos totalitarios, Giménez Caballero da la respuesta a este interrogante sobre lo que se debe entender por totalitarios: "todos para uno y uno para todos". No es esta frase un juego de palabras, ni un malabarismo floral. Es el espíritu de la unidad en la totalidad que revierte corporativamente hacia ese mismo sentido de dirección y mandato.

Giménez Caballero es el primero en elegir como símbolo del Fascismo español el emblema de las flechas yugadas de Isabel y Fernando. En 1932 escribía sobre el símbolo que serviría de representación y distintivo al Fascismo español genuino: "Para España, la bandera del Fascismo no es el fascio, sino Roma. Para España, el fascio existe antes de que lo clavara en su sombrero un Italo Baldo. Lo pusieron en su escudo nuestros Reyes Católicos. Su haz de flechas".

Existe una constante en todos los regímenes fascistas que consideran la vida como milicia, disciplinada y creadora. No pasa por alto este concepto para Giménez. Caballero que comenta "este secreto de que la vida es milicia. y que sólo se salvan los Estados y los hombres que afrontan militarmente la vida, ha sido el secreto del Fascismo para organizar su Estado" haciendo una semejanza entre las teorías de Séneca y las concepciones ideológicas del Fascismo que como el Senequismo, nuovo stile di vita’’ es, en el fondo, el stile di Roma. La concepción que luego de Séneca se llamaría cristiana y hoy fascista, O sea, de que la vida es milicia. Frente al oriente, donde la vida es despojamiento absoluto, y al occidente, donde la vida, según Fausto, es acción, Roma la concibe a través de sus más geniales hijos Séneca, Loyola, Mussolini, como combate, como virtud, como fe, como fatiga, por eso se da uno la pena de considerar el Fascismo doctrina nueva para España, como una vieja sabiduría donde España dio sus mejores frutos. Como el viejo secreto, hoy cada vez más nuevo, que a Roma musitará el gran cordobés Lucio Anneo Séneca, por los años primeros de la era de Cristo’’.

Si la concepción militar, de milicia, es una realidad, el concepto de héroe, como superación, extraordinario, estímulo y acicate del ser humano, es un gran ideal de las ideas fascistas. Apunta a este respecto Giménez Caballero: "Benito Mussolini ("hombre providencial’’, "enviado de Dios’’) como le ha llamado la Iglesia Romana, conmovida, ha traído a Europa, es decir al mundo, la renovación de un viejo ideal: el del héroe. La renovación de una categoría sublimemente humana que yacía envilecida desde tiempo: la heroicidad. Por tanto, un nuevo tipo de vida histórica, un nuevo tipo de norma para el hombre’’.

En unas recientes declaraciones concedidas al periódico "El Alcázar", órgano de la Federación Nacional de Combatientes, Giménez Caballero vuelve a manifestar su primogenitura en la introducción en España de las ideas fascistas, descubiertas y analizadas a través de un profundo estudio que le Ilevan a conclusiones sintéticas y sucintas del Fascismo como revolución Contesta sobre el particular ce 22-9-76: "Yo descubrí a Mussolini en el Parlamento y escribí a Ortega una carta y le dije que eso del Fascismo era lo que él soñaba y que había que ponerlo en acción, que era una realidad, un auténtico socialismo nacional. No se trataba ya del mundo ruso o del alemán el cual yo había elogiado con mi obsesión europeizante. Después, conozco en ‘Pombo’ a Ramiro Ledesma Ramos. Me lo presentó Cesar Muñoz Arconada. Arconada y Alberti fueron los dos primeros fascistas españoles. Rafael Alberti entró en la ‘‘Gaceta Literaria" cuando yo corregía sus poemas, saludándome brazo en alto".

Descubrió a Mussolini y del Duce escribió raudales de tinta. De su recia figura, de su potente personalidad, de su arrolladora palabra, de su gesto imperial, de su fuerza espiritual, de su potencialidad humana, ha escrito, entre sus múltiples obras, párrafos de una extraordinaria sinceridad sobre su figura: "Mussolini - nuevo genio de la catolicidad— se levantó con todas sus fuerzas a gritar desde la nueva Roma Fascista: El Estado Corporativo supera - por fin! - esa hipocresía del Estado liberal y burgués’’ o cuando comprende que las juventudes italianas "tengan a su Duce una reverencia mística, religiosa. Porque comprenden su vida. Y han contemplado su mirar, que les dice de un golpe más secretos aún que su vida misma. Mussolini es a tierra de Italia, lo genuino de Italia. Desde que nace. Desde que se lanza a vivir. Hasta el día que muera. Y hasta después que muera". Como diría W. Foard, en cierto modo se diría que Giménez Caballero sitúa al Duce junto a San Pablo, San Agustín, Santo Tomás, Carlos V, San Ignacio, como un salvador de Roma.

Giménez Caballero es un emprendedor incansable. Funda. Agrupa. Crea, Se aisla. Medita y de nuevo se lanza a la aventura de la recreación. En 1927 dirige y cimenta una revista quincenal, con temática variopinta de letras, artes y ciencias, con el nombre de la "Gaceta Literaria". En ella se dan cita, no los personajes consagrados y vetustos como los robles, sino una joven generación de intelectuales con inquietudes y con ingenio. La ‘‘Gaceta Literaria" es un hito del Fascismo español que en sus orígenes aparece entremezclado con las nebulosas e incipientes ideas surrealistas. Más tarde, en 1938, eI fundador de la revista comentaría: "De la Gaceta Literaria surgieron las dos juventudes espirituales que cuajarían el porvenir de España. Los comunistas y los fascistas’’. Southworth, estudioso del tema falangista, ratifica la idea de que ‘‘Giménez Caballero fue el primer promotor del Fascismo en España. Sabía lo que era el Fascismo y en sus obras consiguió una de las más claras exposiciones de esta doctrina".

Lee infatigablemente, Se forma, pero no se conforma. Escribe. Traduce. Se siente ‘‘nieto del 98". Se encuentra identificado con Ortega. Ensalza a Nietzsche al que considera "resurrección de otra fe" que le hace sentir ‘‘orgullo’’ y que gracias a él pudieron algunos mozos inmunizarse frente a la omnimoda epidemia que saturaba el aire nacional.

Cuando en 1928 escribe su obra "Circuito imperial", ya leemos en su contexto párrafos como los que transcribimos: "Cuando el fenómeno fascista irrumpió en mi conciencia, a posteriori de mi reconocimiento entrañable con Roma, me vi perdido. Tenía que admitirlo acriticamente. Como un mandato familiar, como una imperiosa necesidad de obediencia. Siendo para mí el Fascismo, ya no el ente abstracto de una modalidad política momentánea, fuera de tiempo y de espacio, sino un sucedáneo de normales cosas de la vida romana, Su camisa negra, el negro del águila imperial y el negro del clérigo en la Edad Media y el negro del jubón del Renacimiento. Era un negro ecuménico, católico, expansivo, interventor de culturas incipientes, pobres, poco originales"... llegando a la conclusión de que el pueblo que no encuentra en sí su propia fórmula de Fascismo, es un pueblo influido, sin carácter y sin médula".

Frecuenta los círculos europeos de las elites del pensamiento. Conversa con Curzio Malaparte, habla con Marinetti, dialoga con Carlo Roselli, visita a Mussolini, Gentile, Zuani, Puccini. Nuestro Antonio Tovar le enjuicia comentando que "todo esto lo tiene el panegírico romano de Giménez Caballero" panegírico arrebatado de la gloria de Roma, de la eternidad de Roma, y de la genial actualización romana en el Duce, Benito Mussolini, por quien bien puede considerarse a Roma "resorta nel mondo" remachando Manuel Halcón que antes de su consagración en la cuna del Fascio como primer escritor fascista, anduvo la juventud española rodeándolo".

Suscribe y firma el Manifiesto de "La Conquista del Estado" un 14 de marzo del 31. Junto a su rúbrica están los grafismos de Ramiro Ledesma Ramos, Antonio Bermúdez Cañete el dibujante que ensambló las flechas de Fernando en el Yugo Isabelino y les dio su forma erecta y vertical, Roberto Escribano Ortega, Juan Aparicio, Manuel Souto Vilas y el resto de los "gallos de marzo" de los ‘gallos de un amanecer" sin eclipses ni ensamblajes opacos.

En su libro "La Nueva Catolicidad" establece un plan para una resurrección nacional de España que las incluye, conclusivamente, siendo estos los quicios de sus principales resultados:

Una gran nación: La primera y última finalidad de un movimiento nacional es hacer o rehacer en la historia un gran pueblo, una gran nación. Si España ha de ser impulsada de nuevo a grandes empresas nacionales, deberá combatir por dos excitantes: el de su unidad interior, liquidada tras tres siglos de lenta descomposición, y el de su expansión en el mundo al servicio de una alta empresa humana, social, universal y necesaria. El individuo que se disponga a servir a este movimiento nacional deberá aceptar esta consigna ineludible y estoica: "que la vida es combate". Deberá desterrar de su ánimo todo veneno pacifista y sentimental. La paz es sólo el resultado de la lucha.

2.— Un nuevo Estado.— La primera tarea de un movimiento nacional en España no habrá de ir encaminada a resolver una cuestión formal de régimen, sino el contenido de su régimen. Ir a la creación de un nuevo Estado. El nuevo Estado deberá ser corporativo, integrando la autoridad con la libertad. Aceptará el Parlamento, pero no el del sufragio inorgánico, sino el Parlamento sindical, gremial, en vista de la producción y del trabajo.

Toda la libertad será permisible al individuo dentro del Estado, siempre que esa libertad no se oponga a los fines del Estado.

3. Unidad,— Esta unidad habrá de ser política, religiosa, militar, social y cultural.

4. Táctica e instituciones,— Todo movimiento tiene que tener un Caudillo. Pero nosotros debemos ahora iniciar el movimiento. Sin masas, sin gentes sin secuaces no puede haber caudillo que los encarne y represente.

5. Organización posible,— Como nuestro lema es el estoico y loyolesco de que la vida es milicia es la "milicia’’ el organismo en que deberá cuajarse nuestro movimiento.

6. Imperio.-- En el mundo hay tres internacionales: 1) la "comunista", que desea la destrucción de Europa en una avalancha oriental, bárbara y de masas absolutas, 2) la "socialdemócrata’’ que desea el predominio de las potencias puramente capitalistas (Ginebra). 3) la corporativa, que desea el triunfo de La justicia en el mundo integrando capital y trabajo en una paz armónica y creadora (Roma).

Como recoge Jackson, en los períodos electorales de noviembre del 33, el propio Unamuno decía "que sólo el Fascismo podría salvar a España a lo que Giménez Caballero exclama que "ante el asombro de Europa, España levanta la mano saludando a Roma...’’

JOSE ANTONIO Y EL FASCISMO

Trataré, en una Iinea clara de rigor histórico, de evitar al máximo cualquier juicio de valor que de alguna manera pueda mediatizar el criterio de mis interlocutores, al tratar de condensar, en este breve trabajo, las analogías y los matices vinculantes que pudieran haber existido entre el Jefe de la Falange y el fenómeno fascista como principios universales de teoría política. La relación de documentos y testimonios que se aportan y que han sido consultados para la elaboración de este trabajo no pueden ser tomados en una consideración exhaustiva, sino como un mero índice que va a reflejarnos un fiel de argumentaciones cuyas consecuencias sacará, por las premisas expuestas, cada lector en particular. El cúmulo de concomitancias existentes entre José Antonio y el Fascismo será objeto de un estudio más profundo, sirviendo esta aportación de introducción a manera de prefacio, sintético por los condicionantes del espacio, de un trabajo más elaborado y posterior.

Para situar esta concatenación de citas que ya son Historia reciente de nuestro devenir político, comenzaremos por la aparición en España de un periódico cuyo título es una rúbrica común, un denominador colectivo de los movimientos nacional-revolucionarios imperantes en la Europa del inicio de la década de los años treinta: "El Fascio" que vio su luz en la capital de España el 16 de marzo de 1933, puntual cita con la calle, que será reprimida con saña, en una gala de auténtica libertad democrática republicana al secuestrar al neófito rotativo en su primer embrión. El equipo de redacción estaba compuesto por jóvenes políticos, periodistas e intelectuales que marcaron un hito en los derroteros consiguientes de una España que empezaba a desprenderse las legañas de su letargo y sopor profundo de una decadencia estéril. "El Fascio’’ fue un clarinazo a la conciencia nacional y su equipo de colaboradores lo formaban junto con José Antonio, Giménez Caballero, Juan Aparicio, Delgado Barreto, Sánchez Mazas y Ramiro Ledesma Ramos. En su primer y único ejemplar que vio la luz, José Antonio puntualizaba: "Los que refiriéndose a Italia creen que el Fascismo está ligado a la vida de Mussolini no saben lo que es el Fascismo, ni se han molestado en averiguar lo que supone la organización corporativa. El Estado Fascista, que debe tanto a la firme voluntad del Duce, sobrevivirá a su inspirador porque constituye una organización inconmovible y robusta".

La aparición del periódico "El Fascio" dio origen a una elevada polémica entre José Antonio y Luca de Tena que se publicó en ABC el día 22 de marzo del mismo año, de la que transcribimos los párrafos más significativos en que argumentaba Primo de Rivera: "El Fascismo no es una táctica —la violencia--. Es una idea - la unidad—. Frente al Marxismo que afirma como dogma la lucha de clases, y frente al Liberalismo, que exige como mecánica la lucha de partidos, el Fascismo sostiene que hay algo sobre los partidos y las clases, algo de naturaleza permanente, trascendente y suprema: la unidad histórica llamada Patria".

"En un Estado Fascista no triunfa la clase más fuerte ni el partido más numeroso —que no por ser más numeroso ha de tener siempre razón aunque otra cosa diga un sufragismo estúpido— sino que triunfa el principio ordenado común a todos, el pensamiento nacional constante del que el Estado es órgano... Para encender una fe, no de derechas (que en el fondo aspira a conservarlo todo, hasta lo injusto), ni de izquierdas (que en el fondo aspira a destruirlo todo, hasta la bueno), sino una fe colectiva, integradora, nacional, ha nacido el Fascismo. En su fe reside su fecundidad, contra la que no podrán nada las persecuciones. Si algo merece llamarse de veras un Estado de trabajadores, es el Estado Fascista, Por eso en el Estado Fascista —y ya lo llegarán a saber los obreros pese a quien pese— los sindicatos de trabajadores se elevan a la directa dignidad de órganos del Estado".

Con anterioridad a la fundación de Falange Española, concretamente veinte días antes del acto fundacional del Teatro de la Comedia de Madrid, el día 9 de octubre de 1933, entre las seis y media y las siete de la tarde, José Antonio mantuvo una entrevista personal con el conductor del Fascismo italiano Benito Mussolini. La audiencia se prolongó algo más de treinta minutos y se desarrolló en un clima de gran cordialidad y camaradería. Ambos estuvieron de acuerdo en que la obra del Duce titulada "El Fascismo" se publicara en España, para la cual José Antonio prologaría esta primera edición que apareció el día 15 de abril de 1934, como ya se había hablado en la entre visita romana en el Palacio de Venecia, con el prólogo del Jefe de Falange Española y con el epílogo escrito por Julio Ruiz de Alda. Mussolini, en aquel encuentro, regalaría una gran fotografía personal con una dedicatoria a José Antonio, foto que se conservaría siempre en el Despacho del Fundador de Falange.

En el prólogo de la obra de Mussolini, José Antonio escribía: "El hombre es el sistema, y esta es una de las profundas verdades humanas que ha vuelto a poner en valor el Fascismo... Yo he visto de cerca a Mussolini, una tarde de octubre de 1933, en el Palacio de Venecia, en Roma. Aquella entrevista me hizo entender mejor el Fascismo de Italia que la lectura de muchos libros’’. No era ésta la primera visita que José Antonio había concertado con Mussolini desde sus años juveniles de la Universidad.

En 1934 en los albores del año que se iniciaba, iba a producirse un acontecimiento que pasaría a los anales de nuestra reciente singladura. El movimiento Falange Española, que acaudillaba José Antonio, y las JONS iban a unir sus fuerzas, a identificar sus programas, a consagrar en la lucha cotidiana a sus caídos comunes. En el mes de enero se cursó la convocatoria para la reunión al más alto nivel de los miembros jonsistas los días 12 y 13 de febrero. La revista doctrinal ‘‘JONS" publicaba con treinta días de antelación el anuncio de la convocatoria y el orden del día de los asuntos que se tratarían y debatirían, que en síntesis eran tres, el primero de los cuales "La actitud de las JONS ante el grupo fascista FE.".

Otra anécdota cabe resaltar durante el mes de marzo de 1934, más por lo pintoresca que por su trascendencia real. En lo más alto de los aledaños de la Casa del Pueblo de Madrid, de hondo cariz izquierdista, apareció una amanecida una gigantesca pancarta que era portadora de un mensaje breve, escueto, casi telegráfico. La bandera izada y ondeada en tan significativo lugar rezaba:

‘‘FE. Viva el Fascio!". Días más tarde, el día 16 del mismo mes, en el primer aniversario de la aparición del periódico "El Fascio", se efectuó un asalto a los almacenes SEPU de la capital de Estaña, situados en pleno corazón de la urbe. Las motivaciones del atentado eran la enérgica protesta contra el neo-capitalismo incipiente representado y simbolizado en los almacenes SEPU, propiedad de una familia judía.

Descifrando las siglas.

Ramiro Lesdema Ramos, aludiendo a las siglas F.E., les atribuye un significado del más amplio espectro. En su obra titulada ¿Fascismo en España?, pág. 135, podemos leer ‘‘... fácilmente se advierte en esta denominación (F.E. Falange Española) el deseo de no abandonar las iniciales F.E. que desde meses antes, como iniciales de Fascismo Español, venía utilizando en sus hojas de propaganda". En el mismo libro, unas páginas más adelante, concretamente en la 178, leemos: "A José Antonio véasele organizando el Fascismo".

Es significativo que antes de hablar José Antonio en el Teatro de la Comedia de Madrid, había surgido a la lucha un movimiento acaudillado por el propio José Antonio con la nomenclatura de "Movimiento Español Sindicalista" subtitulado ‘‘Fascismo Español", cuyo primer manifiesto, atribuido su texto a José Antonio, se dirigía a los españoles con las siguientes palabras: "El Fascismo español quiere la fuerza, la unidad, la popularidad, la autoridad de España para realizar en el mundo entero nuestro destino de gran pueblo". La cita está recogida en el documento reseñado en el libro de Gumersindo Montes Aguso titulado ‘‘Vieja Guardia".

En el memorable discurso pronunciado por el fundador de la Falange en Valladolid el día 4 de marzo de 1934, con motivo de la proclamación de Falange Española de las JONS, destacamos en los pormenores que nos concierne sobre el Fascismo y el fundador, la siguiente frase pronunciada aquella mañana en el teatro Calderón ante un auditorio juvenil, denso y bizarro: "Dejemos que nos digan que imitamos a los fascistas. Después de todo, en el Fascismo, como en los movimientos de todas las épocas, hay por debajo de las características locales unas constantes que son patrimonio de todo espíritu humano y que en todas partes son las mismas".

José Antonio pregona y defiende el nuevo vocablo, la nueva acuñación, el nuevo orden y el nuevo estilo en todos los ámbitos de su vida política y profesional, en el Parlamento, a través de la prensa falangista en entrevistas concedidas para otros órganos de difusión, en los mítines y hasta en las conversaciones particulares. En el parlamento pronunciaba el día 1 de febrero de 1934 la siguiente intervención sobre el tema: El Fascismo es una inquietud europea, una manera nueva de concebir todo: la Historia, el Estado, la llegada del proletariado a la vida pública; una manera nueva de concebir todos los fenómenos de nuestra época e interpretarlos con sentido propio. El Fascismo triunfó ya en varios países, y ha triunfado en algunos como en Alemania, por la vía democrática más irreprochable".

En febrero del 34 revelaba en entrevista en exclusiva para el diario "ABC" los siguientes conceptos sobre un fascismo de antología:

Está bastante extendida la convicción de que el Fascismo no podrá arraigar en España. ¿Qué tiene Vd. que oponer a esta convicción?

José Antonio: — Yo creo que si arraigará... El Fascismo es una actitud universal de vuelta hacia uno mismo. Nos dicen que imitamos a Italia. Sí, lo hacemos en lo de buscar nuestra íntima razón de ser en las enseñanzas propias. Pero esa actitud, copiada si se quiere, aunque sea eterna, da los resultados más auténticos. Italia se ha encontrado a Italia. Nosotros, volviéndonos hacia nosotros, encontraremos a España.

— El Fascismo es esencialmente nacionalista. ¿En qué radica el nacionalismo que Vdes. quieren estimular?

— José Antonio: La Patria es una misión... No hay continentes ya por conquistar, es cierto, y no puede haber ilusiones de conquista. Pero va caducando ya en lo internacional la idea democrática que brindó la Sociedad de las Naciones. El mundo tiende otra vez a ser dirigido por tres o cuatro entidades raciales, España puede ser una de esas tres o cuatro.

— Al hombre sencillo del pueblo ¿Qué puede llevarle al Fascismo?

— José Antonio: Para el que no sea asequible el gran ideal nacional, queda el motor del ideal social. Indudablemente, el contenido próximo del movimiento esta en la Justicia Social, en una elevación del tipo de vida. El Fascismo aspira a la grandeza nacional; pero uno de los escalones de esta grandeza es el mejoramiento material del pueblo. Lo social es una aspiración interesante aún para mentalidades elementales; pero además, lo nacional es asequible a mucha más gente de lo que se cree. Todo socialista español lleva dentro un nacionalista".

(nacional-socialista? —sic—)

Ya en los puntos iniciales de Falange Española, publicados en diciembre del 33, se recogen los postulados básicos que habrían de estructurar las nuevas disyuntivas políticas. En ellos se expone un cuerpo elemental y superior de doctrina que guarda una cierta adecuación con los esquemas fascistas de la época. Para no agotar al lector con citas amplias recogemos un simple párrafo de los mencionados puntos: "El nuevo Estado habrá de reconocer la integridad de la familia como unidad social, la autonomía del municipio como unidad territorial y el sindicato, el gremio y la corporación como bases auténticas de la organización total del Estado... Estos fundamentos son: la autoridad, la jerarquía y el orden... Todo lo que es HAZ o Falange es unión, cooperación amistosa y fraterna, amor". Obsérvese la homologación de los términos Haz y Falange, que en el original vienen con letras mayúsculas de imprenta tal como recogemos. El vocablo haz es sinónimo de Fascio que a su vez, José Antonio, en los Puntos iniciales de Falange española, lo equipara con la Falange misma.

Un año más tarde, José Antonio matizaba en los 27 puntos de la Norma Programática de la Falange el cuadro completo del ideario nacional-sindicalista. El punto sexto es una afirmación categórica y rotunda que nos ahorra cualquier comentario: "Nuestro Estado será un instrumento totalitario al servicio de la integridad patria.

EI periodista Cesar González Ruano realizó una entrevista con José Antonio que publicó el diario ABC de Madrid el día 11-4-34 en el propio domicilio de Primo de Rivera. Comienza describiendo un poco el ambiente, el domicilio y la personalidad de José Antonio del cual escribe (José Antonio) está, por otra parte, en esa situación que sólo un jefe fascista íbero puede y debe comprender como difícil..." En esta línea de pensamiento, en un artículo escrito por José Antonio en mayo del mismo año para el semanario de Zaragoza España Sindicalista se comentaba "por eso se ha encendido en Europa, y arde ya en España, la llama de una fe nueva. Esta fe nueva ha deparado a Italia, por ejemplo, la posibilidad de que vivan más de cuarenta millones de habitantes en un suelo reducido y pobre. Y lo que vale más, le ha devuelto la fe en sí misma., el ímpetu creador y el entusiasmo’’.

La Revista JONS, en esa identificación o equivalencia entre Falange y fascismo se escribía en su número 6 que no estaba claro e inequívoco si F.E. eran solamente las iniciales de Falange española en un primer momento, pues se refiere a que ‘‘con el grupo Falange Española, Frente Español, Fascismo Español, que los tres nombres al parecer, utilizan esos casi amigos. Esta disgresión no es fortuita pues en F.E. se escribía por aquel entonces: ‘‘El Fascismo es fe y espíritu, es compenetración, es progreso, es bienestar. El fascismo sirve de puente salvador de la civilización y la cultura... El Fascismo es orden, es unidad, y es autoridad en beneficio de todas las clases sociales". (F.E. 11-1-34, pág. 5).

Mencionemos, por último, las palabras de José Antonio que se recogen en el libro "José Antonio testimonio" de editorial Doncel ‘‘Lo que tiene de universal el Fascismo es esa revitalización de los pueblos todos: esa excavación enérgica en sus propias entrañas.

"Con espíritu fascista los italianos han encontrado a Italia: los españoles, con el mismo espíritu, encontraremos a España.

‘‘El Fascismo es como una inyección que tuviera la virtud de resucitar, la inyección podría ser la misma para todos, pero cada uno resucitará como fue". (‘Textos inéditos y Epistolario’ de José Antonio. Ed. Mov. 1956).

También deben citarse las palabras que José Antonio pronunció en un documental cinematográfico francés: "Le Mouvement que nous avons commencé n´est país aucune copie d un mouvement étranger. II prend du Fascisme tout ce que le Fascisme a d´autorité, d unité et de substitution de la lutte de classes par l´ sprit de cooperation"(El movimiento que nosotros hemos iniciado no es ninguna copia de un movimiento extranjero. Toma del Fascismo todo lo que el Fascismo tiene de autoridad, de unidad y de substitución de la lucha de clases por el espíritu de cooperación).

Apoyo Económico

Un punto controvertido, negado, refrendado, puesto en tela de juicio es el financiamiento de Falange Española. Hoy parece que, transcurridos los años difíciles de la vivencia, cuando los caídos de FE regaban con su sangre fecundante los campos y las calles de España, se pueden aportar documentos que nos permitan aseverar que, desde junio de 1935 hasta enero del 36, José Antonio tenía una asignación de 50.000 liras italianas que recibía a través del Agregado de Prensa de la Embajada de Italia en Madrid y que al parecer se destinaban a sufragar económicamente una parte de la actividad del Movimiento Falangista. Una carta del 3-6-35, firmada por Ciano, previene a Landini de la remesa de fondos para tres destinatarios —servicios de prensa de la Embajada Marcel Bucard y Primo de Rivera—, indicándole que las personas interesadas tomarán contacto con él para proceder a retirar los fondos de la remesa enviada. Landini, en el verano del 35, encargaba a José Antonio la redacción de un dossier que explicara de forma sucinta y profunda la problemática política de aquel entonces en España. El documento se encuentra microfilmado en la serie T 586 al rollo 417, y ocupa una extensión de cinco páginas, numeradas correlativamente por los servicios aliados de microfilmación con los números de fotogramas 008361 al 008365 ambos inclusive de los archivos nacionales norteamericanos en Washington, y la procedencia de los mismos, donde se guardaba el documento, era el Ministerio Italiano de Prensa y Propaganda de Mussolini. En el referido documento, entre el análisis de las fuerzas políticas actuantes, José Antonio, al referirse a la Falange textualmente informa: ‘La Falange Española de las JONS ha logrado convertirse en el único Movimiento Fascista en España, lo cual era difícil habida cuenta del carácter individualista del pueblo... En los lugares más revolucionarios de España, como Sevilla y Asturias, es donde los sindicatos fascistas tienen grupos más fuertes. En Sevilla, el mismo día en que fue muerto un obrero fascista, sus camaradas le vengaron matando a dos comunistas e hiriendo a otros dos.

Recientemente, un gran velo histórico se ha descorrido para dejar paso a la luz de un documento celosamente guardado en los archivos del silencio y durante años la ignorancia del mismo ha sido fuente de elucubraciones y cábalas para desmitificar el Fascismo de la Falange. Nos referimos a la reunión fascista de Montreaux celebrada el día 2 de septiembre de 1935, con respecto a la cual se difundió en la prensa el siguiente comunicado: "La noticia de que José Antonio, jefe de F.E., de las JONS se disponía a acudir a cierto Congreso Internacional Fascista que está celebrándose en Montreux es totalmente falsa. El Jefe de la Falange fue requerido para asistir, pero rehusó terminantemente la invitación por entender que al genuino carácter nacional del Movimiento que acaudilla repugna incluso la apariencia de una dirección internacional. Por otra parte, F.E. de las JONS no es un Movimiento Fascista. Tiene con el Fascismo algunas coincidencias en puntos esenciales de valor universal’. Hasta aquí, la nota oficial publicada en la prensa, en la que implícitamente se reconoce que Falange tiene con el Fascismo coincidencias en puntos esenciales de valor universal. La realidad de los hechos es que Jose Antonio asistió personalmente al congreso de Montreux, reunión convocada para el estudio del incremento del Fascismo universal y estuvo presente concretamente el día 2 de septiembre de 1935. Cuando hizo su entrada en el salón de sesiones, el Presidente del Congreso dirigió a José Antonio las siguientes palabras: "Falange Española tiene una aureola de martirio y de gloria porque casi todos los días en las calles se combate en España y la juventud de ese país derrama su sangre para defender el ideal que nos reúne a todos’’. José Antonio respondió a las palabras de salutación del Presidente en los siguientes términos: Creo que frente a los peligros comunistas e internacionalistas hay que reconocer que los pueblos civilizados tienen el derecho y el deber de transmitir esta civilización a los más retrasados. Yo creo que todos estamos obligados a preparar a la opinión pública en nuestros diferentes países antes de iniciar una acción, colectiva. Yo prometo a todos vosotros hacer lo que pueda en este sentido y despertar una conciencia nacional... Espero poder participar próximamente en vuestras reuniones’. El documento no puede ser más elocuente.

Incluso en las épocas de persecución y clandestinidad, en la publicación ‘‘No importa", podía leerse en mayo de 1936: ‘El Fascismo es un movimiento de generosidad".

En relación con los signos externos y emblemas, no insistiremos en el saludo adoptado por la Falange brazo en alto, común a todos los movimientos fascistas, pero es de destacar que como emblema del periódico "El Fascio" se eligió el yugo y las flechas de Isabel y Fernando en su portada como emblema o distintivo para remachar la fuerza expresiva del título de la publicación -

Las citas, referencias y documentos que se podrán aportar en este trabajo conformarían un grueso volumen ajeno a nuestro propósito sucinto y sinóptico de reseñar las concomitancias entre el Jefe de Falange Española y su consideración sobre el Fascismo, fenómeno universal y malogrado por los poderes ocultos de la subversión, al que el talento y la personalidad de José Antonio enjuició en sus valores positivos con criterio desprovisto de intenciones inconfesables, como por doquier se nos presenta, mostrando una carta no sólo parcial sino tendenciosa por los vengadores impecables en la segunda conflagración mundial.

Los enemigos de nuestra civilización no olvidan que el Fascismo es la alternativa al Sistema Comunista o Capitalista que hipotéticamente escinde el globo terráqueo. Y frente a esa alternativa, el odio no prevalecerá.

ONESIMO REDONDO Y EL FASCISMO

Onésimo es la profundidad de la meseta, el surco infinito, la dimensión de la planicie alta, el dorado granar de la espiga y el racimo de la vid. Onésimo es Castilla, la voz de Castilla, el sentimiento de Castilla, el latir de Castilla, el espíritu castellano, seco como la resquebrajada y sedienta tierra de campos, preciso, con la exactitud conceptual de las salidas y puestas del sol profundo como el cielo alto y brillante como el fogonazo de luz que desprenden las espadas toledanas al contacto con el sol. Así es Onésimo, granito y lucha, emprendedor e infatigable. Camina, marcha por las veredas, habla de tú a tú al campesino de tez tostada, vuelve a emprender la marcha, sin fatigas, sin desalientos, con renovadora ilusión.

De sus escritos, de sus discursos, de sus conferencias, múltiples, diversas, variopintas, hemos extractado una serie de temas que guardan una fraternal correlación con el Fascismo, o, para ser más exactos, con el Nacional Socialismo o Fascismo Germano. Le preocupa y medita sobre la cuestión judía, su trascendencia, su importancia la problemática que plantea en todos los órdenes del pensamiento y de la acción. Le da sentido preferente y comenta: "Nos parece bien el ardor combativo y el anhelo hispánico de ‘La Conquista del Estado’. Pero echamos de menos la actividad antisemita que ese movimiento precisa para ser eficaz y certero. No nos cansaremos de repetírselo’’.

Observa que por doquier, en todos los ámbitos de trascendental importancia, se deja sentir la impronta judía, en los asuntos crematísticos y financieros, en el control de los medios de comunicación social, en los resortes políticos de los partidos y de las tendencias, se llamen comunistas o sus antípodas los capitalistas, unidos en su vértice por un mismo e idéntico denominador común, el judaísmo, enclavado en la encrucijada de la Historia.

En el número inicial de su recién fundada publicación "Libertad", comenta al respecto sobre los orígenes y procedencias del dinero: ‘Bien están las medidas restrictivas y persecutorias que se han tomado. No pueden ellas impedir totalmente las sutiles infiltraciones del dinero, porque éste, judío indudablemente por su ascendencia y por sus cualidades y en manos principalmente de judíos, los eternos detentadores de la riqueza, será batido, castigado y acorralado, pero no vencido, pues preferirá huir profiriendo silenciosas quejas y buscará ambiente tranquilo donde multiplicarse absorbiendo la eficacia creadora del trabajo. Pero no huirá en masa, sino fraccionada y lentamente" (‘Libertad, núm. 1, 13-6-1931).

Pasa a enjuiciar en el número 2 de su incipiente publicación la importancia del control de la prensa, acaparada por las sutiles manos de los mismos que poseen las riquezas y escribe: "Con arreglo a la carcomida mentalidad democrataliberal que el judaísmo internacional suministra mediante su prensa a las naciones decadentes, ese grito revolucionario es la oración matutina y vespertina del público contagiado por el engaño: ¡Libradnos, oh revolución, de la tiranía de los que mandan!

"Cuánta es la distancia entre esta senil febrilidad que agitan las falsas demócratas como la nuestra y las ideas jóvenes vigentes en el mundo para regenerar las naciones y rehabilitar a algunas razas en el cumplimiento de su destino histórico.

"Debe suprimirse sin más contemplaciones, toda la prensa comunista. EI que sirve a Rusia no sirve a España. Todo comunista debe ser considerado como un traidor a la Patria".

Es curioso constatar en este apartado que se debe precisamente a Onésimo la primera traducción a la lengua castellana del importantísimo libro documento ‘‘Los Protocolos de los Sabios de Sión". Lo traduce del alemán e inserta sucesivamente en las páginas de Libertad" los capítulos de esta obra. Así lo escribe en el prólogo del libro que en 1934 edita y comenta: "La primera publicación en español fue comentada por el semanario "Libertad" en febrero de 1932. Estudia el texto de los Protocolos, lo traduce a su lengua vernácula, lo divulga por capítulos y finalmente lo edita integro, con un amplio análisis de los mismos y con apostillas y comentarios incisivos y punzantes. Llega a pronunciar el día 12 de marzo de 1932, en el local de actos de las JONS en Valladolid, una conferencia con el epígrafe de ‘‘Los Protocolos", cuya reseña de prensa aparecida en el Semanario de su dirección recogemos:

"Onésimo Redondo hizo una somera exposición del significado de los PROTOCOLOS y de la influencia judía en el mundo. Recuerda el simbolismo de la serpiente, tal como lo explica el judaísmo, al afirmar que la serpiente de Israel ha de dar una vuelta completa por los Estados europeos hasta dominar el mundo.

‘‘Habla de la influencia judía en la decadencia española. Recuerda que Mendizabal, el desamortizador, el gran destructor de España, era judío. Dice que los instrumentos de dominación judaica son el dinero y la prensa. Lee un pasaje de ‘‘los Protocolos" donde los judíos afirman que el sufragio universal es un instrumento de dominación.

"Alude a la revolución rusa y hace un parangón con la española pata descubrir en múltiples detalles de la política actual una mano oculta que dirige la prensa y los partidos políticos a un fin unánime anticristiano.

"Sigue exponiendo la importancia histórica de esos documentos y la reacción que han provocado en el mundo, y dice que en sucesivas conferencias volvería a tratarse de "Los Protocolos" tan escasamente conocidos en España".

Establece una relación entre judíos y comunistas españoles al manifestar: "Por eso ahora nos invaden los judíos expulsados de otras naciones. Por eso el poder marxista lanza miradas de ternura y protección a los hebreos del Norte de Africa. Elija la juventud española el bando en que cree legítimo y glorioso batallar en una lucha por la Cultura y por la Raza" (FE-JONS, mayo 1933)

Como se apreciará por la transcripción anterior, toca un tema considerado tabú en nuestra geografía: el tema racial. Onésimo ensalza los valores de alma, su potencia creadora, su salud, su fecundidad. Su importancia. Son innumerables los testimonios que nos ha legado en este sentido, de los que trataremos de extractar los más significativos desmitificando o debatiendo lo que era casi secreto, casi clandestino, aunque solo fuera su mención, en nuestras latitudes.

"Nosotros hacemos un llamamiento a la parte sana del pueblo joven: les invitarnos a recoger nuestro grito de guerra contra los enemigos de la figura espiritual de España y de las glorias reservadas para el porvenir a una Raza que aun está robusta ‘‘

Como se apreciará, habla de la estirpe sin sonrojarse. altivo, con legitimo orgullo. En el numero 9 de "Libertad" vuelve a incidir sobre el terna diciendo: "Salga de Castilla la voz de la sensatez racial que se imponga sobre el magno desconcierto del momento: use de su fuerza unificadora para establecer la justicia y el orden en la Nueva España’’ E insiste en el número 1 del semanario: En la Universidad tiene aprenderse, en primer termino, una fe inviolable ante la misión colectiva de la Raza, una adhesión crítica pero invencible a las glorias propias y una percepción del ideal nacional, sin el cual un Estado sólo puede arrastrar un vida precaria’’.

El tema racial es candente en él. Lo reitera en sus escritos de una manera reticente. Incluso llega a concluir algunos de sus artículos con el grito de "Viva la Raza‘‘ escrito con mayúsculas y entre admiraciones para dar más realce al mensaje sensitivo que encierran sus acertadas palabras. En el numero 12 de ‘‘Libertad" subraya la importancia del imperio y la trascendencia de la raza que lo conforma redactando: "La importancia —y hasta la utilidad - del Imperio es positiva múltiple: significa, desde luego, una grata hegemonía, una gloriosa sensación de poder que beneficia y encumbra ante los demás a la Raza que lo ejerce. Es también —y aquí está, sin duda, su mayor y verdadera utilidad política un vivero de generosas apetencias nacionales, y el supremo motor de las grandes energías latentes en cada Raza: es el ideal máximo para un pueblo, y por lo mismo, el más grande estimulante para las individualidades destacadas, acicate y plataforma al mismo tiempo, para que los grandes hombres surjan y ejerzan su influjo benéfico".

En las ordenanzas de las Juntas Castellanas de Actuación Hispánica, al definir lo que entiende por Nación, proclaman en su manifiesto que es la Afirmación de España como Nación una e imperial, obligada por su historia y la capacidad de su cultura a ser fuerte entre los demás pueblos, dando al Estado una estructura y una pureza hispana. Proclama la Junta su veneración por las grandiosas tradiciones patrias y la comunidad de Raza y Destino con las naciones ibéricas de ultramar". El último artículo que sale de su pluma en el año 1931 recoge esta síntesis densa de que "tenemos que restaurar la fe en el destino grandioso histórico de la Raza, las concepciones autóctonas de la Cultura española, las costumbres cristiano-españolas para regir la administración y cumplir los deberes sociales, así como el afán de crear y la aptitud para el heroísmo, sustituidos en los últimos tiempos por la cobardía europeizante y el derrotismo individualista".

En "Igualdad", y dos años más tarde del texto que acabamos de tomar, el 5 de junio escribe: "Unidad en algunas ideas sustanciales de alcance nacional, como son la fidelidad a la Historia Patria y el cumplimiento del destino imperial de la Raza en el mundo".

Onésimo está atento a las fluctuaciones políticas del viejo continente. Es un observador incisivo y un agudo comentarista de la política internacional. Descubre al pueblo español las esencias ideológicas de las nuevas tendencias, de las recientes filosofías, de las corrientes que se inician con fuerza arrolladora en Italia y Alemania y las muestra y divulga en España a flor de cuño.

Vamos a reseñar en un apretado resumen sus páginas más ilustrativas, en las que comenta la aparición y la importancia para el devenir de Europa del despertar alemán bajo la égida del Nacional Socialismo, dique y bastión contra el Marxismo en todas sus derivaciones y contra el Capitalismo sin escrúpulos y sin conciencia.

El día 31 de agosto de 1931, en su órgano de difusión, "Libertad", escribe: ‘‘En esta hora de histórica elocuencia para toda Europa, cuando Alemania se constituye en Dictadura para corregir las orgías ruidosas del Marxismo’’. Dos meses más tarde, a mediados de octubre, llama la atención de los obreros con este clarinazo y silábico: "TRABAJADOR! ¿Ignoras que en Alemania el sesenta por ciento de los obreros son enemigos valerosos del Socialismo y del Comunismo? Es que allí ya han tenido tiempo de desengañarse".

Sobre la rápida ascensión y captación de voluntades para la causa nacional en Alemania escribe que "en Alemania es igualmente arrolladora la corriente nacional de defensa contra los internacionales, es un hecho que ni los más ciegos pueden negarse a ver, y que tendrá su máxima revelación quizá en el corto plazo de algunos meses. Bastaría un nuevo llamamiento al ritmo actual de la opinión, y la victoria racista se manifestaría tan imponente, que señalaría una nueva época en la Historia política de Alemania, como se abrió para Italia en el año 22 con la eliminación radical del Social-Comunismo, para salvar a la nación. No es necesario ponderar las repercusiones de este vecino y ya inevitable suceso en el panorama político y social del resto del mundo.

"El resultado de las elecciones camerales en el Estado de Hesse ha revelado, como otras muchas, esa evolución a grandes marchas de la opinión alemana y, sobre todo, de la juventud. De 1927 hasta la fecha, el cambio ha sido tan favorable al Antimarxismo, que un setenta por ciento de los electores nuevos de Hesse han dado su voto a los representantes de Hitler.

"La situación se dibuja en Alemania en dirección —con distancia apresuradamente abreviada— hacia un choque definitivo entre el internacionalismo de los socialcomunistas y el nacionalismo combativo de los que siguen a Hitler. Es la lucha entre el fanatismo materialista, de los creyentes de Marx, destructor de naciones, y otro fanatismo novísimamente enarbolado y mantenido en la calle y en las urnas, que reafirma el valor espiritual de la propia raza y su voluntad tradicional de proseguir con grandeza las rutas nacionales de civilización.

‘‘En la organización del Estado, la antagonía significa la exclusión viril por el Nacional Socialismo de las utopías demagógicas del Marxismo...

"Contra el Judaísmo y contra el Comunismo, emparentados como padre e hijo en esos designios criminales, nace la reacción de las naciones, más profundamente acusada que en ninguna otra, en la filosófica Alemania".

Ve que Alemania está atenazada por fuerzas internacionalistas que tratan de cercenar su economía y su sistema político y por ello confía que ‘‘el Canciller católico y el Caudillo racista son las dos colosales figuras de la Alemania que lucha, entre cívicas convulsiones interiores, por la liberación económica y política".

Onésimo tiene que enfrentar, casi en solitario, contracorriente, su discrepancia "de la opinión común en los periódicos llamados de orden, que orientan sus deseos contra la victoria completa del extremismo hitleriano, por entender que su triunfo equivale a una guerra civil de pavorosas consecuencias para Alemania. Creemos, por el contrario, que en los términos de violencia y, sobre todo, de honda incompatibilidad doctrinal a que ha llegado la lucha política --la lucha nacional— en el Imperio germano, solo la imposición, el triunfo neto, dictatorial, fascista, del Nacional-Socialismo puede traer la paz, además de la solución".

Su meditación aún profundiza más y escribe: "Nunca puede olvidarse, al pensar en la significación revolucionaria del movimiento de Hitler (ante el cual palidece y desaparecerá el partido nacionalista burgués), que aquel formidable Caudillo tiene hecho lema doctrinal de sus campañas, éste: la Alemania cristiana contra el Marxismo; el Cristianismo frente al Bolchevismo.

Onésimo pone al movimiento de Hitler como ejemplo y como porvenir y así lo pone de manifiesto en un artículo de antología que publicó el día 6 de febrero de 1933 a los escasos días de la ascensión de Hitler a la primera magistratura de la nación germana, aparecido en "Igualdad", y que conviene recordarlo para calar en el pensamiento de Onésimo sobre su total simpatía por el triunfo logrado por el nuevo Canciller del Reich:

"Hagamos un alto en la continuada tarea de reseñar, ordenada y brevemente, los fundamentos de nuestra política. La atención mundial está enfocada preferentemente hacia el hecho trascendental de la subida de Hitler a la Cancillería del Reich Nuestra juventud contempla este triunfo con una ardiente curiosidad, mezclada de simpatía y contagiada de emulación.

"Si no fuese por los apremios naturales de espacio de un semanario (nutrido de sobra con la dolorosa crítica del desbarajuste republicano marxista reinante en España), habríamos dedicado el debido lugar a un fenómeno estupendo observado en los últimos meses en relación con el movimiento de Hitler.

‘‘Corren contra el movimiento de Hitler desde su fundación todos los tópicos adversos, todas las medias verdades o francas calumnias, concebidas en la poderosa y compleja prensa judía de Alemania, en las agencias de la misma filiación y en el maligno ambiente parisiense, naturalmente nervioso y enojado ante los triunfos del racismo alemán.

"Hitler, el exigente y ciego Caudillo (a decir de los periodistas de tantos países), flota vencedor una vez más sobre la desairada confusión de unos y el despecho amargo de otros. Y es que Hitler tenía razón y no sus críticos, como la viene teniendo desde el día en que se creó su partido. Mil veces la fe el tesón y - ¿por qué se ha de negar?— el talento genial del Führer ha desmentido las universales presiones adversas de los enterados, de los sesudos, de los prudentes que, pareciendo opinar por cuenta propia, lo hacían casi siempre al dictado del periodismo francés y del judío, no tan ingenuo en sus invenciones como la opinión coral, que sin meditarlas las acepta..."

‘‘El Nacional-Socialismo, como escribe últimamente uno de sus principales jefes, "no es simplemente el partido más fuerte del Imperio, sino la realización de la Alemania Nacional, la corporeidad de una fe resuelta en el porvenir y la única fuerza existente para la superación de la lucha de clases y la derrota del explotador Capitalismo Financiero".

No se escandalicen los lectores, no son textos rebuscados, ni frases sueltas escritas por Onésimo, ni citas extravagantes, ni mucho menos episódicas, ni ocasionales. No había transcurrido ni siquiera mes y medio desde la redacción del artículo anterior cuando Onésimo, en el número 19 de ‘‘Igualdad" que lleva fecha del 20 de marzo de 1933, vuelve a reincidir sobre el tema de una manera más profunda y que, por lo denso y significativo de sus palabras, transcribimos al pie de la letra en un escrito que titulaba: "EL DESPERTAR DE ALEMANIA: EXALTACION CONTRA LA BARBARIE" Allí se exponía:

"Hitler es el juramento de exterminio contra el Marxismo. ‘‘Dentro de diez años —dice— no habrá marxismo", Y también: ‘‘La joven Alemania viene a salvar la civilización del Bolchevismo’. La primera promesa está en el camino de cumplirse: no cuesta gran trabajo vislumbrar el éxito tras el triunfo impresionante del 5 de marzo.

"¿Y la otra? ¿Habrá brotado en Europa Central el nuevo Carlomagno? Porque no otra gesta histórica se trata que de salvar, como en el oscuro siglo XVIII, el orden y la ética de las apetencias ciegas de grupos que renuncian a la vida civilizada; la jerarquía y el espíritu, de entre el barro de la disolución moral y la exaltación de los peores; la responsabilidad personal y las ideas universales, de la servidumbre a un despotismo colectivo, a la degradación política del Estado-horda...

"Cristianismo frente a comunismo, civilización contra barbarie.

‘‘¿Habrá sonado la hora de la batalla definitiva? ¿Por qué no podemos espetar que el estampido de Berlín haga temblar hoy y derribe mañana las torres de Moscú?

‘‘Por de pronto, la resolución germana, que ha encontrado un Jefe, un Caudillo, un Rey, servirá para rasgar con hierro — hierro militar de reciente temple de imperio y de fe— las nuevas marcas de Oriente. EI Tercer Imperio de Centro Europa detendrá en la raya bárbara del Oriente la ola de regresión que, entre espumas de hipocresía social y bramidos de amenazas despiadadas e impías, avanzaba segura sobre una Europa minada por fermentos de ruina. Si; Hitler, el otro Carlomagno, restaura la barrera secular que separa las dos partes de Eurasia. Quédese Moscú con sus tinieblas y su dolor. Renuncie a ganar Occidente, donde ya las armas catalaúnicas relucen en la ribera de la Alemania y sobre las mesetas meridionales de la latinidad (Italia ayer: ¡ESPAÑA MAÑANA!)

‘‘Hitler es la cruz svástica contra la hoz, como Carlos V el sucesor de Carlomagno, era la Cruz de Cristo contra la Media Luna.

"¿Y España? ¿Nada tiene que hacer España en esta Cruzada? Sepan nuestros jóvenes cuánto significa que quien ha sabido despertar una raza con la palabra, la organización y el combate, llegue a la cumbre invocando a Dios. ‘‘Venimos —dijo--- a devolver al pueblo la fe en Dios que había perdido". Y en su prensa, en el periódico que desde el principio habla por Hitler, veía yo hace pocos días un dibujo con esta leyenda: "Enséñale tu a amar a Dios. Yo le he enseñado a amar a su Patria". Quien lo dice es un guerrero civil, la personificación de las milicias hitlerianas, que representa un adolescente - la joven Alemania— y se lo muestra a un sacerdote. Y el sacerdote, hostil y receloso, se deja suplicar: parece representar al Centro Católico; mejor, a la Iglesia Católica (no la Luterana) constante y clamorosamente requerida por Hitler en los últimos meses para que se incorpore a la lucha nacional contra la barbarie ateista".

Pero no se piense que estos comentarios los escribía sólo con ocasión de victorias electorales o grandes acontecimientos acaecidos en Alemania, o a título de exaltación al arrollador triunfo de Hitler, Vamos a reproducir, para concluir la temática sobre el III Reich, en Onésimo Redondo, un articulo que escribe en diciembre de 1935, apenas seis meses antes de su asesinato por las hordas rojas en los campos de Castilla. Decía: "Avanza en el mundo la redención de los grandes pueblos oprimidos: En el plebiscito del Saar, Alemania se afirma como una raza resuelta a no perecer.

"La Revolución Nacional abrió a Alemania el camino de su liberación. La liberación de España vendrá también por la Revolución Nacional.

"Una Alemania Unida es el comienzo de una fuerte alianza entre todos los países germanos. Y una España unida será el bastión de la Hispanidad resucitada.

"Así como la Alemania de Hitler ha recuperado el Sarre, tarde o temprano conquistará la voluntad de Austria, la España Nacional-Sindicalista restaurará el Imperio unido de todas naciones que hablan español.

"Habrá llegado la hora entonces de la mentirosa y tiránica civilización Judeo-Masónica, que es el reino de la hipocresía y el interés, con la opresión perpetua de los continentes africano y asiático.

"España reanudará su afán histórico de redimir a los pueblos bárbaros y la alianza hispanogermana nos colocará a la cabeza del mundo".

Los testimonios que hemos reproducido son inapelables. Mucha será la confusión que se pretenda sembrar en los espíritus pusilánimes y poco formados. Pero la evidencia y la claridad arrollan cualquier manipulación. Nada de tapujos, ni de comas cambiadas de lugar. La ocultación de lo patente no hace sino oscurecer y desfigurar y las cosas son como son y el pensamiento fue como fue y se escribe.

El Caudillo de Castilla tiene una esperanza ciega y total en la juventud disciplinada y trabajadora, encuadrada en milicias nacionales, con afán de servicio y capacidad de sacrificio y renuncia, con ilusión, con gallardía, con tesón y si fuera preciso con las armas en la mano para defender los eternos y metafísicos principios de la Patria.

"En esta hora — escribe— la actuación corresponde a los jóvenes por derecho propio, ya que la política de hoy es, ante todo, una milicia cívica... "Libertad’’ es de jóvenes y a los jóvenes se consagra preferentemente. No nos importa contar o no con una mayoría borreguil junto a las urnas. y repudiamos el concurso de las multitudes embriagadas de desorden por las calles. Disciplina y audacia es nuestro lema. Las nociones pertenecen siempre a las minorías con fe y organización. Dándolo todo al ideal antes de comenzar, a nadie tememos".

En un trabajo expositivo sobre la reforma agraria y el ideario que se defendía en el semanario se lee que "trabajamos por suscitar un movimiento de genuino contenido hispánico y atemperado a las corrientes juveniles que poseen en Europa la clave del porvenir. Nuestras campañas se inspiran en estas directrices:

1) Afirmación de pura nacionalidad hispana y de las posibilidades imperiales de la Raza.

2) Revolución social para sustituir el caduco edificio liberal burgués por las nuevas formas de un corporativismo de amplitud nacional,

3) Eliminación, de las mentiras parlamentarias democráticas y del materialismo judío marxista como fundamento de civilización".

En los albores de 1932 pronostica: "Nos referimos a la constitución en este año de milicias regulares anticomunistas. Todo nuestro fervor por la salud de España y la emoción con que celebramos la inauguración del año nuevo pensando en ella queremos resumirlo con esta reflexión: que no salvaremos la nación de la barbarie soviética sin organizar una falange extensa de españoles de todas clases, dispuestos a defender con sus personas la vida civilizada de España", completando la cita anterior un año más tarde al manifestar que "se crearon en los jóvenes un espíritu nuevo: espíritu de grandeza, temple de conquista, sed de glorias’’ y para ello se practicaría el ejercicio de la actividad física, la educación deportiva y la afición valerosa a las inclemencias del campo y a la fatiga de las marchas" concluyendo con la exigencia del ‘‘ejercicio voluntario pero serio y riguroso de la disciplina, de la obediencia a los jefes, eliminando en los jóvenes el tóxico individualista y libertario".

Ataca la existencia de milicias marxistas o puramente confesionales para afirmar que son únicamente admisibles las milicias nacionales, "sólo milicias de patriotas. Sólo el nombre y el sentimiento y la independencia de la nación, autorizan a la actuación armada. Sólo la defensa de la Patria invadida por enemigos — marxistas, separatistas y masones - hacen justo y legítimo el ejercicio de una violencia sistemática. Ni el espíritu de partido, ni de clase, pueden justificar la guerra entre españoles".

Precisa de forma diáfana y certera los enemigos endémicos de España —Judaísmo, Comunismo, Capitalismo Internacional, Masonería. Sobre la influencia masónica y sus técnicas de infiltración y disgregación de las sociedades donde opera, de su corrosión de las costumbres y de la inversión de los valores tradicionales hace un exhaustivo examen y un minucioso comentario a través de su amplia creación literaria, periodística y oratoria. Escribía el día 3 de agosto de 1931: "La Masonería ha jurado desarraigar la moral en el pueblo español: no haciendo mártires, sino corrompiendo las costumbres: ‘‘es preciso —ha dicho— que se respire inmoralidad por los cinco sentidos".

Seleccionaremos algunos párrafos que Onésimo dedica a enjuiciar el peligro comunista: "Rusia quiere extender a España su dictadura. Los ultracapitalistas judíos, que hacen del Comunismo una gran industria para explotar al proletariado de países enteros, clavan sus garras en nuestra Patria". A partir de esta reflexión, de esa percepción de verse atenazada España por el cerco marxista, comienza a estudiar detenidamente el fenómeno comunista y a situarlo en sus verdaderos términos y planteamientos. ‘‘El Comunismo —escribe— es un instrumento del Capitalismo Internacional judío para descomponer a los Estados y después dominarlos. Proletarios! unios contra la burguesía comunista. Abofetead a los indecentes monaguillos de Stalin.

Apunta el peligro de la intoxicación marxista en la prensa y exclama "Obrero! Tus periódicos te desorientan y sus directores marxistas llenan la barriga a costa de tu incredulidad. Mientras ellos suben, tu situación empeora rápidamente. Quieren calmar tu hambre con mentiras contra los curas y frailes. Todas las cifras que de ten para irritarte son invenciones fabricadas en sus reuniones secretas. Están al servicio del Capitalismo judío, el más feroz y explotador de la tierra".

Es categórico cuando afirma: "La desgracia, el enemigo nacional, es el Marxismo. Y de éste no se libra el país sino por extirpación voluntariosa, desalojando del país, por traidores y disolventes, sus propagandas: la solución está, pues, en una dictadura antimarxista’’.

Le preocupan esencialmente dos temas que convierte en sendos programas de su ideario: la justicia social y el problema económico. Sobre economía se siente atraído por las experiencias del Corporativismo de Italia y Alemania y sobre el tema económico nos orienta: ‘Nuestra fecunda historia, empalmada con las jóvenes experiencias de la economía corporativa nos dará la solución de un régimen de sinceridad, eficacia e imperio’’ o "El Estado nacional ha de ser un estado corporativo... Viva el Estado Corporativo!" Ilevando a las normas programáticas de las Juntas Castellanas de Actuación Hispánica el punto que dice: ‘‘Se declara la preferencia de la Organización Sindical Corporativa, protegida y regulada por el Estado, como sistema obligado de relación entre el trabajo y el capital y de uno y otro con los intereses nacionales de la producción’’.

En enero de 1934, con una larga y dilatada proyección política, comenta: "Nos encontramos en uno de esos momentos de previsión ineludibles. Lo que se presenta en perspectiva próxima, aunque no sea inmediata, es el Estado Corporativo Nacional. Mussolini asegura que dentro de diez años el mundo será fascista. Adopta él un término que desde el punto de vista italiano, suena alagadoramente, pero es más justo y exacto decir, como nosotros, que se avecina, inevitablemente, el Estado Corporativo Nacional.

"Hablemos de España. Aquí todos los hechos principales de la política se concitan para desembocar en lo que decimos, Aunque la política española, al presente, parezca una pugna trasnochada y ciega de derechas e izquierdas, encierra una preparación completa como desenlace fatal: el de un Estado nuevo que reúna estas tres notas: CORPORATIVISMO, NACIONALISMO. FAMILIARISMO.

"Sin Estado Nacional no hay Estado Corporativo.

Que el Estado Corporativo no puede ser un Estado Liberal, demostrado está con afirmarlo. Y si no es liberal, claro está que ha de ser totalitario. O sea, un Estado que impone algunos principios a todos y que considera como atribuciones propias TODO lo que concurre al fin nacional que se propone.

Aborda también la entraña del Fascismo como teoría y como acción, como ideario y como realidad. "El Fascismo... - dice en enero de 1932- se asienta en un propósito nacional de construcción y sirve una idea espiritual y ética: el engrandecimiento nacional y el respeto a las libertades y derechos fundamentales de la vida privada —propiedad, familia, religión.

‘‘El Fascismo es un recurso de fuerza para salvar a la civilización. El Parlamentarismo Marxista, erigido en dictadura, es un artificio despótico inventado para precipitarla en la anarquía o en la dictadura roja.

"El Fascismo, además, se presenta, desde el primer momento como una idea que venera la fuerza, que erige la dictadura nacional en régimen de salud la opinión que se agrega sabe lo que aplaude y lo que vota. Sube éste al poder con un titulo de veracidad que le hace legitimo y respetable’’.

En un artículo que publicó en la revista teórica y doctrinaria JONS en septiembre de 1933, bajo el epígrafe Fascismo y Jonsismo. concluye: "Las JONS saben estimar al Fascismo en lo que vale, están atentas a sus experiencias y admiran su postura de vanguardia en la regeneración del mundo". El artículo de referencia es una apología al bien hacer del Duce, Benito Mussolini, a su férrea personalidad y a su carisma emprendedor y de artífice de la salvación del pueblo romano.

Onésimo ha sido el gran olvidado en el desarrollo político posterior. Casi me atrevería a decir que deliberadamente olvidado, Su claridad, su nobleza su pulcritud y su sinceridad le hacían aguijón de una sociedad que renunciaba en todo o en parte a aquello por lo que él luchó y murió, camino de las trincheras, a la sombra de las montañas centrales que quiebran la planicie seca, de los secos y fecundos terrones de tierra castellanos. Para los que olvidaron sus escritos, para los que silenciaron su nombre, para los que ocultaron la historia, para los que se burlaron su pensamiento, para ellos se reproducen los testimonios citados de un hombre que, por su amor a España, hizo de su vida un sacrificio inmortal.

RAMIRO LEDESMA Y EL FASCISMO

 

Ramiro es filosofía en acción, pensamiento, reflexión, madurez intelectual, profundidad y estilo. Sus años jóvenes los consume atravesando las simas del intelecto. Lee a Ortega y se siente atraído por la filosofía de Nietzsche la cual desmenuza, asimila, intuye y le apasiona. Es un espíritu moderno de nuestro siglo, que siente un profundo amor por España, por esa España que se hundía en los fangos de la Historia y que culmina intelectualmente en el proceso del noventa y ocho y política y socialmente con los avatares rojo-republicanos.

Antes de iniciar su derrotero político, escribe ensayos y artículos de filosofía fundamental, donde deja traslucir sus teorías de fuerte individualismo superador, integral, defendiendo con tesón y con garra --garra hispánica rampante - "la energía del luchador puro frente a la adversidad con que le bate la vida". El profesor Montero Díaz comenta: "La influencia temprana de Nietzsche. unida a un fuerte temperamento juvenil, presta a estas primeras producciones de Ramiro Ledesma un tono duro y arisco".

Se conecta con la Revista de Occidente y así puede entablar relación directa con su maestro Ortega y Gasset y posteriormente se vincula el equipo de "La Gaceta Literaria’’ donde conoce a Giménez Caballero y en la que escribe artículos de gran trascendencia ideológica y temperamental.

Concibe el valor universal del Fascismo no como idea exclusiva y excluyente de Italia, cuna de su acuñación, sino como un hecho o fenómeno mundial y comenta: ‘‘Es evidente que una pesquisa del fascismo, un examen de éste, no ya como régimen concreto de un país determinado, sino como precepto mundial operante, es una empresa lícita y posible. Podemos, en efecto, poner en fila una serie de características, de perfiles, de propósitos y de sueños, que nos entrega con claridad perfecta la figura exacta del Fascismo, como fenómeno mundial. En el sentido de ese concepto, y solo en él, cabe hablar del Fascismo, o fuera de Italia, es decir, adquiere esa palabra capacidad universalista’’.

A continuación explica y desarrolla su tesis diciendo: ‘‘Podrá ser objeto de investigación el porque ha adquirido esa palabra, ese concepto político, amplitud mundial. Es decir, podrá preguntarse cada uno cuál es el secreto de su tránsito, desde la proyección episódica y concreta sobre Italia, hasta la significación mundial que hoy tiene. No nos interesa a nosotros hacer aquí esa investigación. Sólo nos fijamos en dos factores, que sin ser desde luego los únicos, ni quizá los de más profundidad, han influido consideradamente en la universalización del Fascismo.

"Helos aquí:

1) Su tendencia al descubrimiento jurídico político de un Estado nuevo, con la pretensión histórica de que ese Estado signifique, para el espíritu y las necesidades de la época, lo que el Estado Liberal-Parlamentario significó en todo el siglo XIX, hasta la Gran Guerra.

2) Su estrategia de lucha contra una fuerza social —el Marxismo, el partido clasista de los proletarios— venciéndola revolucionariamente, y sustituyéndola en la ilusión y en el entusiasmo de las masas".

Acomete Ramiro la empresa gigantesca de componer y lanzar un semanario que constituyera acervo cultural y político de las ideologías dominantes en Europa. En España saldría contracorriente, pues su primer numero lleva la fecha del 14 de marzo de 1931, es decir, exactamente un mes de diferencia y avance a la proclamación de la Segunda República. La vida del semanario fue difícil y breve, apenas seis meses. Dura por las correcciones implacables de la censura liberal republicana, por sus secuestros, por las constantes persecuciones, por las dificultades de índole económica. "La Conquista del Estado" fue una publicación combativa y doctrinal, radical e intransigente, una llamarada de esperanza y un toque de atención. Ramiro escribe al respecto: El día 14 de marzo de 1931, justamente un mes antes de la proclamación de la República, comenzó a publicarse en Madrid un semanario político, "La Conquista del Estado", en cuyos números se encuentran todos los gérmenes, las ideas y las consignas que luego, más tarde, dieron vida y nombre a las organizaciones y a los partidos de tendencia fascista que hoy conocemos.

"El examen de las colecciones de ese periódico, que duró seis meses, es, por tanto, imprescindible para conocer los orígenes de los movimientos fascistas españoles, ya que viene a constituir, en el orden histórico, su primer antecedente, su primera manifestación, su primera semblanza".

En las líneas precedentes, Ramiro se siente el introductor del Fascismo en nuestra Patria, su afán, su ardor combativo, su estilo y sus disquisiciones intelectuales. Se considera el portador de la bandera de las nuevas tendencias fascistas en España, el que marcha a la cabeza, el avanzado, el innovador, Allí, en sus escritos, en sus columnas, encontramos las frases que se hicieron consignas, los argumentos que fueron razonamiento y justificación los símbolos que han hecho historia, las formas que dieron continente al contenido.

Hay una nota de interés que resaltar en los densos ejemplares de "La Conquista del Estado". En el número 6 correspondiente al I8 de abril de 1931, en la página tercera y a tres columnas, aparece un artículo cuyo autor es Adolfo Hitler sobre "Propaganda y Organización Política" y en cuyo encabezamiento figura con letra negrilla destacada "Especial para "La Conquista del Estado". No sería ésta la única vez que el Caudillo del Nacionalsocialismo alemán escribiría como colaborador extranjero del semanario que dirigía Ramiro Ledesma, pues en el número 16, que lleva data del 30 de mayo, volvería la pluma de Hitler a ilustrar con su colaboración la revista sobre "La Mecánica de los viejos Partidos Parlamentarios", esta vez a cinco columnas. También aparecería entre los colaboradores del periódico el Duce de Italia, Benito Mussolini, en el número 15, hablándonos de ‘‘Emigraciones y Política Colonial".

Existe otro dato significativo en cuanto al núcleo redactor y propulsor del semanario. A las pocas semanas de iniciada su andadura, no se contentan con hacer una reseña de libros de actualidad, comentándolos en una crítica de elevado intelecto. En el número nueve aparece un reclamo o aviso ‘‘A nuestros lectores" participándoles que "Muy pronto editaremos libros políticos del mayor interés, Están en prensa "MI BATALLA" (El Movimiento Nacional Socialista), Por el genial Caudillo Adolfo Hitler". El libro, por obvias razones de falta material de tiempo durante el periodo en el que apareció la publicación, no llegó a ver la luz) pero es sintomático que el primer libro a editar por el grupo de "La Conquista del Estado" fuera precisamente la obra fundamental de Hitler y además ser los introductores en España, por ser la primera traducción que se vertiría a nuestra lengua, de esa magistral obra de Hitler que aparecería posteriormente en 1935, editada en Barcelona, bajo el título de "Mi Lucha".

Al hojear con mirada retrospectiva la colección de "La Conquista del Estado", entresacamos, de su completo contenido, algunas citas sobresalientes sobre el tema que nos ocupa: En la portada, a toda plana, del número 2, apareció la siguiente proclama de Ramiro: ‘Españoles jóvenes: En pie de guerra!. Para salvar los destinos y los intereses hispanos, "La Conquista del Estado" va a movilizar juventudes- Buscamos equipos militantes, sin hipocresías frente al fusil y a la disciplina de guerra; milicias civiles que derrumben la armazón burguesa y anacrónica de un militarismo pacifista. Queremos al político con sentido militar, de responsabilidad y de lucha’. Y en el mismo número apareció un amplio comentario debido a R.L.R., director y mentor ideológico del Semanario, sobre el Nacional Socialismo alemán en el que se transcribían íntegros los veinticinco puntos de la norma programática del Partido de Hitler y en el que se podían leer frases como: "Las fuerzas de Hitler si tienen pocos periódicos, realizan, en cambio, una propaganda directa, de mitin, no igualada por nadie. Desde Hitler —que es un magnífico y genial orador— hasta el último nacionalsocialista, muestran gran preferencia por los mítines populares", afirmando que "La actuación de los nacionalsocialistas es revolucionaria" y concluyendo en la última parte del trabajo con unas breves pinceladas sobre los hombres del Nacional Socialismo: "En primer lugar, Hitler. Es su artífice innegable. Su energía y sus propagandas han dado al Partido eficacia y cohesión. Nació en 1889 y tiene por tanto, cuarenta y un años. esta, pues en su plenitud física y tiene la adhesión ciega de sus partidarios... Intervino en la guerra europea en los ejércitos alemanes y posee amplia capacidad de organizador. Es un orador sobresaliente y preciso que triunfa ante el pueblo de modo rotundo".

Leemos en sus páginas el comentario a la obra del escritor Curzio Malaparte, filósofo fascista, cuando Ramiro comenta: "Curzio Malaparte es uno de los temperamentos más interesantes que ha destacado el Fascismo. Sólo en una lucha así para la que eran requeridas toda clase de armas, pudo aparecer el vivo ademán de este hombre, enarbolando la pluma y la pistola. Sus libros fascistas son certeros y magníficos, y fijan la experiencia italiana en su perfil más exacto y bello. El lector español conoce ya uno de sus libros, traducido por Giménez Caballero. Al frente de esa traducción, este querido camarada nuestro puso un prólogo famoso, que quedé ahí como primer grito de la España naciente",

Sistemáticamente, número tras número, publicaban un texto de exigencias políticas bajo el epígrafe "Pedimos y queremos" entre cuyas querencias estaba la de que "Queremos y pedimos la subordinación de todo individuo a los supremos intereses del Estado, de la colectividad política", petición que ya era realidad en los regímenes y partidos fascistas que cabalgaban por el viejo continente, como escribiría Lamour desde las mismas trincheras en las páginas del Semanario "Giovinezza, canta toda la juventud italiana... en el hombre que les conduce está la juventud que ellos aclaman, y este orden voluntariamente consentido, en medio del cual se sienten eficaces. Y la grandeza que les rodea, sin la cual la vida no tiene valor... Los hitlerianos constituyen la Alemania joven y ardiente que se reagrupa, espera y canta".

Aparecen consignas contundentes. Escritos cortos que suenan como rayos, trallazos que tratan de despertar las conciencias dormidas o aletargadas de nuestros jóvenes imperiales. En uno de esos sueltos Ramiro, con letras de molde de gran relieve, escribe: "Se tambalea la democracia burguesa y parlamentaria en Alemania. Hurra por Hitler!".

Ramiro, en su libro "¿Fascismo en España?" nos habla del núcleo que se apiñó junto a él en la difícil tarea de "La Conquista del Estado" haciendo un bosquejo de sus personas, sus ilusiones y su anhelo político. Cuando concluye su mención afirma: ‘‘Tales fueron quienes redactaron "La Conquista del Estado", A ellos se debe la primera piedra que puede identificarse en España como Fascista".

Sobre la aparición de las JONS escribe: "En uno de los últimos números de "La Conquista del Estado", el correspondiente al 10 de octubre de 1931, se anunciaba la próxima organización de las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista), y en un articulo de su director se indicaban las orientaciones y tácticas de las JUNTAS. Es así como, incluso sin solución de continuidad, se enlaza con el periódico el nacimiento de la primera organización conocida en España como influida por el Fascismo: las JONS", ésto lo escribía Ramiro, con el seudónimo de Roberto Lanzas, en 1935.

Las JONS adoptaron como emblema las flechas yugadas y Ramiro en su libro citado comenta cual fue el origen del símbolo: "Por cierto, que la elección de ese emblema contiene una anécdota curiosa. Se proponían varios. Unos, un león rampante. Otros, un sol con una garra de león dentro. Etc. etc. Entonces, Juan Aparicio, que habla estudiado Derecho en la Universidad de Granada, recordó ante el grupo que don Fernando de los Ríos, el líder socialista, explicando un día en su cátedra de Derecho Político una lección sobre el Estado Fascista, después de hacer alusión al emblema líctorio del hacha y de las vergas, dibujó en la pizarra el haz de flechas y el yugo, diciendo que éste seria el emblema del Fascismo, de haber nacido o surgido en España. Unánimemente fue reconocido por todos como el símbolo profundo y exacto que se necesitaba. Y no deja de tener interés esa especie de intervención que corresponde al profesor marxista, en el hallazgo de un emblema magnífico para los fascistas españoles".

A Ramiro le encontramos escribiendo colaboraciones entre el equipo de redacción del periódico ‘‘El Fascio" que haría su aparición súbita y fulminante el 16 de marzo de 1933, justamente dos años y dos días después de que apareciera el Semanario patrocinado por Ledesma Ramos en 1931.

Al hacer un análisis sobre la tarea y los resultados de la Revista "JONS", en septiembre de 1935, escribía Ramiro haciendo historia reciente próxima pasada: ‘La revista mensual JONS cumplía su misión orientadora de un modo magnifico. Su colección es hoy la única referencia teórica y la única fuente donde aparecen explicadas las consignas del jonsismo. Puede decirse que el movimiento jonsista salió integro de la revista. En ella surgieron tanto el vocabulario como las ideas, los gritos y la bandera que han sobrevivido a todas las peripecias internas del Partido y que hoy constituyen la única sustancia sugestiva, fresca y nueva, incorporada por los grupos fascistas".

Comentando la iniciativa y vitalidad de los Sindicatos Nacional-Sindicalistas, organizaciones de reivindicación laboral, encuadramiento profesional y centros de lucha por implantar la justicia social en el mundo del Trabajo, Ramiro precisa la posición de dichas centrales sindicales, organizadas al amparo de F.E. de las JONS que, "Los sindicatos de carácter fascista no tienen por qué basarse en un riguroso sentido profesional, apolítico. Todo lo contrario. Pues les informa en el fondo un sentido de pelea y de rivalidad contra el marxismo, precisamente en lo que éste tiene de tendencia política bien marcada y clara. Sólo un Partido Fascista vigoroso puede dar vida a unos Sindicatos Fascistas que estén, asimismo, dotados de vigor. Si el Partido vacila y no desarrolla una línea política eficaz y briosa, sus Sindicatos siguen igual suerte’’...

En los sectores políticos europeos se produce una transformación política y social, se da la circunstancia que los dirigentes revolucionarios y las masas abandonan las banderías marxistas y parlamentario-burguesas y sus cuadros entran en bloque a formar parte de las nuevas tendencias de carácter nacional. Este trasvase colectivo lo comenta Ramiro con las siguientes palabras; ‘‘Es bien conocido el hecho. Tanto en Italia como en Alemania, la expansión fascista arrebata con frecuencia al marxismo buen numero de combatientes revolucionarios. Estos descubrían el sentido social verdadero y la emoción nacionalista, profundamente popular, del Fascismo".

El libro escrito por Ramiro, que tituló "Discurso a las Juventudes de España", constituye su obra primordial política, donde hace un llamamiento a la juventud con sus postulados nuevos y revolucionarios. Dedica una gran parte del volumen a desmenuzar y enjuiciar las revoluciones políticas de Italia con su Fascismo en el poder y de Alemania con el Nacionalsocialismo incipiente. Su disgresión sobre estos temas ocupan gran parte del contenido del libro, páginas y páginas de desmenuzamiento de toda la carga ideológica y sustantiva de esas corrientes fecundas y fecundantes que se extendían como una mancha de aceite sin contención dialéctica ni de raciocinio adverso. Sus argumentos y la fuerte personalidad de sus líderes eran irrefutables y titanes,

Vamos a dar, en apretado resumen, los párrafos más incisivos en su "Discurso a las Juventudes de España’’ sobre el Fascismo Italiano:

"El triunfo del Fascismo en 1922, y sobre todo su victoria definitiva contra todas las oposiciones en 1925, que es realmente el hecho que lo aposenta y consolida, equivale a la primera réplica que dice NO a la Revolución boIchevique mundial. El fenómeno tiene un interés culminante para percibir el cauce exacto por donde discuten las nuevas formas europeas. Pues ya hoy, a los trece años de Régimen Fascista, es ingenuo, y desde luego falso, pensar que Mussolini congregó en torno a los haces lictorios a las fuerzas pasadistas y regresivas de Italia, para contrarrestar y detener la ofensiva bolchevique con la instauración de un poder reaccionario. Esa interpretación del Fascismo es absolutamente errónea, y si a los efectos de batalla política, de la agitación y de la estrategia revolucionaria, la hacen suya los partidos y las organizaciones marxistas, es seguro que ni el más fanático de sus dirigentes lo estima y juzga de ese modo.

"Mussolini organizó y dirigió el Fascismo con arreglo a una mística revolucionaria. Y lo que de verdad hace de él un creador y un inventor, es decir, un caudillo moderno, es precisamente haber intuido o descubierto, antes que nadie, la presencia en esta época de una nueva fuerza motriz con posibilidades revolucionarias, o lo que es lo mismo, la presencia de una nueva palanca, de signo y estímulos diferentes a los tradicionalmente aceptados como tales, pero capaz también de conducir a la conquista revolucionaria del Estado...

"Que el fenómeno fascista pertenece al orden de los acontecimientos revolucionarios nutridos con un estricto espíritu de la época, es para nosotros un hecho incontestable. ¿Qué hemos de pedirle en estos tiempos a un hecho político destacado para poderlo situar en la órbita revolucionaria, en la línea subversiva de servicio a la misión creadora y liberadora que corresponde a nuestra época?. Sencillamente lo que sigue:

1) Que contribuya a descomponer las instituciones políticas y económicas que constituyen el basamento del régimen liberal burgués, y ello, claro, sin facilitar la más mínima victoria a las fuerzas propiamente feudales.

2) Que al arrebatar a la burguesía el papel de monopolizadora de todo el timón dirigente edifique un nuevo Estado nacional, en el que los trabajadores, la clase obrera, colabore en la misión histórica de la Patria, en el destino asignado a "todo el pueblo".

3) Que tienda a subvertir el actual estancamiento de las clases, postulando un régimen social que base el equilibrio económico, no en el sistema de los provechos privados, sino en el interés colectivo, común y general de todo el pueblo.

4) Que su triunfo se deba realmente al esfuerzo de las generaciones recién surgidas, manteniendo un orden de coacción armada como garantía de la revolución.

Es evidente que el Fascismo italiano admite ese cuadrilátero y que los fascistas creen de veras que ese es el sentido histórico de la marcha sobre Roma...

Mussolini rectificó, con el Fascismo, la línea que los bolcheviques se afanaban en presentar como la única con derecho a monopolizar la subversión moderna. Para ello, lo primero fue considerarla como desorbitada y monstruosa en su doble signo primordial y característico: la dictadura proletaria y la destrucción de "lo nacional"; es decir, el aniquilamiento político absoluto de todo lo que no fuese ‘proletario‘ y el aniquilamiento histórico, igualmente absoluto, de la Patria.

El Fascismo estaba conforme, sin duda, en reconocer la razón histórica del proletariado, la justicia de su ascensión a ser de un modo directo una de las fuerzas sostenedoras del Estado nuevo. No aceptaba su carácter único, su dictadura de clase contra la nación entera, y menos aun que eso aceptaba el signo internacional, antiitaliano, de la revolución bolchevique...

El Fascismo reveló la existencia de unas juventudes, de una masa activa, extraída en general de las clases medias, que se montaba sobre la pugna de las clases, contra el egoísmo y el pasadismo de la burguesía y contra el relajamiento antinacional y exclusivista de los proletarios

Mussolini desmoronó con gran sentido revolucionario las instituciones políticas de la burguesía. Deshizo el parlamento, destruyó las oligarquías partidistas y acabó con el mito de la libertad política, cosas todas ellas que no vacilamos un solo minuto en señalar como un servicio a la subversión moderna. No hay, en efecto, nada más insólito y deprimente que ver hoy a las masas concediendo el más mínimo crédito a esos reductos políticos de la Democracia Parlamentaria, cuya vigencia, además de desmoralizar y corromper a los partidos obreros, asegurará siempre la victoria a la burguesía, dueña del dinero, y, por tanto, monopolizadora de la gran propaganda, de la prensa y de todos los resortes del triunfo electoral

En los párrafos que a continuación transcribimos, sacados de la obra fundamental de Ramiro ’Discurso a las Juventudes de España‘ presta su atención de un modo edificante al Nacional Socialismo alemán y a la figura de su gran artífice Adolf Hitler,

He aquí otro gran fenómeno de la subversión moderna que ha crecido y ha triunfado, no sólo fuera de la órbita bolchevique, sino en oposición a ella... ¿Qué es lo nacional?,.. El nacionalsocialista alemán vive ese concepto como una angustia metafísica, operando en él un resorte biológico y profundo: la sangre. Es, por ello, racista. Alemania es, pues, para él, un organismo viviente, que marcha por la historia en plena zozobra, entre acongojada y fuerte, sostenida en todo momento por el espíritu de sacrificio y la vitalidad misma de todos los alemanes.

La síntesis de "lo nacional" y de "lo social" que es para los observadores y comentaristas extranjeros la suprema dificultad vencida por Adolfo Hitler, aparece a la luz del racismo socialista como una empresa de pasmosa sencillez, La agitación en torno a los problemas de índole social económica, la tarea de abordar sus crisis y delimitar ante las masas los propios trastornos y perjuicios que le sobrevienen, resulta en los demás pueblos una cosa en extremo árida, cuya única emoción posible es, si acaso, de índole negativa, a base de ofertas demagógicas que satisfagan las apetencias concretas de los grandes auditorios. Pero en Alemania se produce una variante fundamental, de clarisimo signo racista, y cuyo manejo ha proporcionado realmente a Hitler la victoria. Pues la desgracia de cada alemán no es sólo suya, coincide y se identifica con la desgracia de Alemania, de la Patria entera.

El pueblo alemán comprendió y entendió "la voz‘‘ de Hitler, que le hablaba de veras a lo más profundo y real de su naturaleza. Que sublimaba sus angustias diarias, dándole relieve heroico y suprema categoría de catástrofe nacional alemana. Iba así comprendiendo el obrero en paro forzoso, el industrial en ruina, el soldado sin bandera, el estudiante sin calor, el antiguo propietario sin fortuna, toda la gran masa, en fin, de gentes como desahuciadas y preferidas por el sistema vigente, que todas sus miserias y toda su desazón eran producto de un gran crimen cometido contra Alemania, crimen ocultado al pueblo por la cobardía y la traición de los "criminales de noviembre", edificadores del régimen de Weimar y verdaderos cómplices de todos los actos realizados contra Alemania. Pues constituían partidos y sectas cuyo espíritu era completamente ajeno al espíritu de Alemania, manejados por el judío y elaborados por gentes de otras razas, invasoras y aniquiladoras de la gran raza alemana.

"... Bien sencillo es, pues, el complejo emocional a que obedece el racismo socialista. Pues estamos en presencia de una idea social, de un socialismo, cuyo móvil reside, no en la necesidad de conseguir justicia para los alemanes, como hombres a quienes priva de bienestar un régimen económico injusto, sino más bien en la idea de conseguir para Alemania, como pueblo, como raza, como unidad viviente, el régimen social mejor y más justo.

"... El movimiento hitleriano polarizó desde luego en torno a su cruz gamada la capacidad subversiva de las juventudes. Es ese hecho, ese detalle, lo que hace de él un fenómeno moderno, situado en la línea transmutadora y lo que lo reafirma como valor revolucionario en el proceso mundial en desarrollo y Hitler, al frente de los destinos de Alemania, al frente de setenta millones de alemanes, escoltado por los dos mitos de la raza y de la sangre, es y constituye, sea cual fuere su ulterior futuro, uno de los fenómenos más patéticos, extraordinarios y sorprendentes de la Historia Universal.

Sacando una conclusión sintética de las constantes del pensamiento de Ramiro Ledesma, observamos que las características más punzantes e innovadoras de su ideario, las vertebran, por una parte, el panestatismo, "el único intérprete de cuanto hay de esencias universales en un pueblo es el Estado. Y dentro de este logran aquéllas plenitud. Corresponde al Estado la realización de todos los valores de índole política, cultural y económica que dentro de este pueblo hay. Defendernos por tanto un panestatismo ...", también el férreo y radical nacionalismo proyectado hacia el interior," frente al interior desquiciamiento que hoy presenciamos, levantamos la bandera de responsabilidad nacional. Nos hacemos responsables de la historia de España, aceptando el peculiarísimo substrato nacional de nuestro pueblo, y vamos a la afirmación de la cultura española con afanes imperiales", por otro lado, el antimarxismo, "nosotros lucharemos contra la limitación del materialismo marxista, y hemos de superarlo asimismo, el sindicalismo nacional," el nuevo Estado impondrá la estructuración sindical de la economía" y por último, la organización de jerarquía y disciplina de los militantes," buscamos jóvenes equipos militantes, sin hipocresía frente al fusil ni a la disciplina de guerra.

En estos cinco conceptos se estructuran y condensan los basamentos de mayor consistencia de un ideario que fue un símbolo, de una ilusión que pudo ser realidad, de un empeño que ofrendó la vida de los capitanes, de una ideología, de raíces fascistas, que todavía permanece incólume e inédito en su esencia, por no haber forjado en la conciencia social práctica su realización revolucionaria.

Ramiro, sin patetismos ni lirismos desusados, sino con rigor y método, con teoría y matemática, apuntó y fue iniciador de la última gran revolución del pensamiento humano, superadora de los liberalismos atávicos y del marxismo decimonónico, apuntó, y con visión certera, la revolución del siglo XX, de los hombres y las mujeres de nuestros días, apuntó, y con trazo de honor en nuestra historia, la solución única posible: el Fascismo.

LA FALANGE Y LA CUESTION JUDIA

Estamos poniendo arriba a España. Arriba la unidad de España, que nuestros mejores hombres están ganando en las trincheras y en la lucha; arriba la grandeza de España, que ganaremos en los días siguientes a la victoria, arriba la economía de España; limpia de matemáticas judías y explotadores, arriba el hombre de España, al que devolveremos su misión.

Hedilla, Discurso del 16 de febrero de 1937

La huida, pero no la desaparición. Shylock no abandonó Venecia. Esperó. Shylock no renunció a la carne de Antonio. Aguardó. El sino de su raza - como él mismo había dicho- era el de resignación esperanzada. Callar, sufrir y aguzar el cuchillo.

Ha habido un tiempo en que la cuestión judía se fue poniendo en pie por toda Italia, Shylock volvió a querer cobrarse la libra de carne cristiana. Fascista.

El Fascio - siguiendo una venerable y pontifical tradición romana - no había perseguido ni molestado al judío en Italia.

Como la Roma papal - la nueva catolicidad fascista había respetado el ghetto del Tiber y había aceptado la colaboración israelita, sin más trámite que el de una profesión de fe. La aceptación del credo Fascista.

Pero hace un tiempo, alguien se apercibió de que la banca internacional, masónica, judía, quería clavar su cuchillo en el corazón Fascista. El Tesoro italiano se escapaba por un drenaje secreto por debajo de las fronteras. El Gobierno observó un lento desfalco de varios cientos de millones. Hubo que rebajar el sueldo a los funcionarios, a los fascistas puros y leales, a los cristianos, Al fin se dio con la clave y con el cuchillo del crimen: Shylock. Como en esos mismos días, y con la misma voz de Porcia en la comedia shakesperiana, comentaba Crítica Fascista ese hecho cruel y atentatorio:

Habrá que abandonar toda ilusión de fidelidad fascista hacia todos aquellos elementos que por ineliminables defectos de raza o por idiosincrasia de religión no pueden abrazar sin reservas la causa nuestra. Cada vez se plantea más genérico el problema de la complicidad entre fascismo y sionismo. Habrá que ir precisando el porcentaje de Hebreos en la alta masonería. Dicho en otros términos: si los hebreos son un conspicuo instrumento de la masonería o la masonería un instrumento de Israel y de su dominio en el mundo.

LA LIBRA DE CARNE

Para todos aquellos que aún dudan de que el Fascismo es en su última esencia "nueva catolicidad" "genio cristiano" ese ataque de Shylock constante bastaría para comprobarlo.

Shylock desde sus cubiles masónicos, desde sus ghettos internacionales, enmascarado de fascista falso, de relapso de "cristiano nuevo" ha querido y sigue queriendo, la libra de carne del pecho de Antonio.

Pero Shylock, una vez más en la realidad y en la poesía de la historia, quedará vencido y agazapado.

Giménez Caballero, Roma-Madrid

Seamos leales con España misma: ¿es un Maimónides español? ¿No escucháis su canto pertinaz y filial a Sión y su fuga constante de España, hasta tocar en Jerusalén y morir en Fostat, en ansia de realizar su genio de Israel, su genio racista y elegido de Israel, por el que suspiran y arden de querencia las musas de un Gabirol y de un Jehuda Hallevi?

Giménez Caballero, "Genio de España"

EI genio del ORO, el dios del dinero, del Capitalismo, de la Banca; ese Dios que se alió al Dios de Israel para su política financiera del mundo.

Los judíos fueron un gran fermento revolucionario para España.

Giménez Caballero "La nueva catolicidad"

Carlos Marx era un judío alemán que desde su gabinete observaba con impasibilidad terrible los más dramáticos acontecimientos de su época. Era un judío alemán que frente a las factorías inglesas de Manchester, y mientras formulaba leyes implacables sobre la producción y los intereses de los patronos y los obreros, escribía cartas a su amigo Federico Engels diciéndole que los obreros eran una plebe y una canalla de la que no había que ocuparse sino en cuanto sirviera para la comprobación de sus intereses.

Cuando el marxismo culmina en una organización como la rusa, se les dice a los niños desde las escuelas, que la Religión es el opio del pueblo: que la Patria es una palabra inventada para oprimir, y que hasta el pudor y el amor de los padres a los hijos son prejuicios burgueses que hay que desterrar a todo trance.

El socialismo ha llegado a ser eso, ¿Creéis que si los obreros lo supieran sentirían simpatías por una cosa como esa, tremenda, escalofriante, que concibió en su cabeza aquel judío que se llamaba Carlos Marx.

José Antonio Primo de Rivera, Valladolid, 4-3-34

Los edificadores del Régimen de Weimar y verdaderos cómplices de todos los actos realizados contra Alemania... constituían partidos y sectas cuyo espíritu era absolutamente ajeno al espíritu de Alemania, manejados por el judío y elaborados por gentes de otras razas, invasoras y aniquiladoras de la gran raza alemana.

La apelación a la patria alemana permitía a Hitler señalar ante las grandes masas, como originadores y culpables de sus desdichas de índole material, no a unas ideas erróneas, ni tampoco a meras abstracciones, sino a enemigos concretos, enemigos de Alemania misma como nación, y sobre todo, bien visibles y señalables con la mano: de una parte el judío y su capital financiero, de otra el enemigo exterior de Alemania, Versalles y sus negociadores, firmantes y mantenedores, es decir, marxistas y burguesía republicana de Weimar.

Ramiro Ledesma Ramos, "Discurso a las Juventudes de España"

Sólo en la subsconsciencia — o en la conciencia, mejor dicho - de un judío como Marx pudo fraguarse la destrucción de los valores nacionales.

Ramiro Ledesma Ramos, "¿Fascismo en España?’

La sorpresa que la judería mundial experimentó con la publicación de los Protocolos puede suponerse. Las primeras ediciones rusas, del año 1901 al 1905, fueron rápidamente sustraídas del mercado: los judíos las adquirieron casi en su totalidad. Hoy no se encuentra de ellas más ejemplares que uno de la de 1905, registrado en el Museo Británico de Londres con el número 3.926, D. 17.

Siguieron publicándose algunas ediciones más en Rusia por el profesor Sergio Nilus y el escritor Jorge Butmi hasta 1917, en que facturada para ser trasladada a las librerías una edición impresa en el colegio de San Sergio, junto a San Petersburgo, fueron secuestrados y quemados en la calle por una banda de hombres armados todos los ejemplares. Esto ocurrió a los tres días de haber abdicado el Zar (¡!)...

En Europa, aparte de Rusia, no se habían publicado ni puede decirse que se conocían los "Protocolos" hasta que en julio de 1919 el escritor alemán nacionalista, Godofredo Zur Beek, preparó una edición alemana sobre un ejemplar ruso editado en 1911.

Ese mismo año alcanzó hasta tres ediciones la versión alemana, y en diciembre apareció una inglesa. Al año siguiente se publicó en francés y en otras lenguas.

Hasta 1921 no se ha concretado seriamente las conjeturas sobre el autor de los "Protocolos". En ese año la escritora francesa L. Fry publicó en "La Vieille France" un trabajo titulado "Sobre la autenticidad de los Protocolos Achad. ha-Am y el Sionismo".

Achad ha-Am es el nombre de una personalidad judía, poco conocida en el mundo cristiano, pero estimada y glorificada hasta la categoría de los profetas por los hebreos o, al menos, por un sector importante del judaísmo.

Su nombre para los no judíos es Asher Ginzberg. Nació en el departamento de Kiew (Rusia) el 5 de agosto de 1856. Aprendió ya en su infancia ruso y alemán, y luego español y latín, historia y matemáticas. Fundó en Odessa una sociedad secreta de sionistas con el nombre de "Hijos de Moisés".

En 1897 estuvo presente, según la lista oficial de congresistas, en las sesiones públicas del primer Congreso Sionista de Basilea. Es muy curioso advertir que en las referencias judías de ese Congreso no aparece que Ginzberg interviniera en las deliberaciones ni hiciese otra cosa que escuchar, para lo cual hizo un viaje ¡desde Odessa! tan eminente y venerable figura judía...

Toda la lógica obliga a aceptar, y así lo entendió Sergio Nilus, que en Basilea hubo sesiones secretas. Allí fueron leídos, según Madame Fry, Los Protocolos de Ginzberg, cuyo original en hebreo estaba ya hacía algún tiempo compuesto, y fue preciso vertirlo al francés porque buen número de congresistas, y entre ellos el presidente y rival de Ginzberg, Teodoro Herzl, no dominaba suficientemente la lengua vernácula.

Madame Fry, la autora de la investigación sobre Ginzberg, como autor de los Protocolos, hizo a la "Unión contra el incremento del judaísmo" de Charlotemburg, una aclaración. Ginzberg se había querellado - desde Londres contra el conde Reventlow (racista alemán) y contra la dirección del "Voelkischer Beobachter", de Munich, por haber traducido el trabajo de Madame Fry. Informada ésta, que residía en los Estados Unidos, comunicó a la "Unión" arriba mencionada, y lo hizo constar en acta notarial, que el judío Bernstein, editor del "Prensa libre" de Detroit, había declarado en septiembre de 1920 que EL CONOCIA LOS PROTOCOLOS DE LOS SABIOS DE SION POR HABERLOS LEIDO VEINTICINCO AÑOS ANTES, EN LENGUA HEBREA, EN ODESSA Y Odessa era, desde 1886, la residencia de Achad ha-Am

No han perdonado medio los judíos para apagar ante el mundo no cristiano la terrible resonancia de los "Protocolos". Hubieran querido arrebatarlos totalmente del conocimiento de las gentes, sepultando bajo tierra todo rastro de los mismos. Esa táctica del silencio mortal han conseguido verla triunfante en Rusia, según antes hemos explicado como allí les ha sido posible retirar los "Protocolos" de la circulación, no han tenido interés en negar su autenticidad. Donde han movido todas las palancas de su colosal influencia para hundir en el descrédito la obra y reducirla ante la opinión a la categoría de un folleto difamatorio ha sido en Alemania, en Francia, en Inglaterra, donde el antisemitismo, como reacción cristiana y nacional contra los planes criminales de este libro, tienen categoría ya de tempestad.

Nos hemos referido a la querella que, por medio de un abogado judío, interpuso Ginzberg contra los periódicos alemanes que transcribieron la tesis de L. Fry en "La Vieille France". Y Nada más curioso que esta diferencia de trato que el supuesto ofendido da a la revista francesa, donde aparece por primera vez la imputación, y a los periódicos alemanes que no hacen sino copiarla.

¿Confiaba el "profeta" hebreo y su hermano de raza, el abogado Gronemann, en que el régimen socialista alemán les diera mejor acogida en sus tribunales que la que hubieran dado los franceses?

El tribunal de Munich exigió al abogado querellante la fijación de un domicilio seguro de su cliente y una caución de ocho mil marcos, con lo que fracasó la querella.

En nuestro anterior artículo nos referíamos solamente en el título, al Precursor de los "Protocolos de los Sabios de Sión" y dejábamos a Madame Fry y a otros críticos de estas trascendentales revelaciones, la responsabilidad de atribuirlas a Asher Ginsberg, llamado en hebreo Achad ha-Am.

También hicimos un resumen del esfuerzo puesto en juego por la judería mundial para apagar el fuego antisionista que los "Protocolos" esparcen donde quiera son leídos. Han comprado los judíos ediciones enteras, han secuestrado otras, han prohibido su impresión en Rusia. Allí no han tenido necesidad denegar su autenticidad.

En los países occidentales donde el aplastamiento de los "Protocolos" no ha sido posible, los judíos se han fatigado por persuadir a la opinión de que eran un documento calumnioso, una superchería.

¿Se demuestra la superchería?

Hubo un momento en que parecía venirse abajo el prestigio de autenticidad de los "Protocolos": La judería cantaba victoria. Se había demostrado que los Protocolos no eran más que un plagio, maliciosamente arreglado para calumniar a Israel.

El " Times ", que con ser de tan conocido abolengo sionista había estampado algunos artículos de alarma ante la aparición de los "Protocolos". Y pronto encontró ocasión de defender la tesis judía. Su corresponsal en Constantinopla le anunciaba que por una casualidad - que dicho corresponsal adornaba con detalles novelescos- le había sido posible conocer una obra impresa en Bruselas en 1865, titulada " Diálogo en los infiernos entre Maquiavelo y Montesquieu o la política de Maquiavelo en el siglo diecinueve. Por un contemporáneo". El autor se llama Mauricio Joly.

El corresponsal escribió en el "Times" varios artículos para demostrar que las pretendidas ‘‘Pautas de los Sabios" eran un plagio burdo de aquella obra, Algunos párrafos están incluso tomados literalmente, El diario inglés juzgaba al autor del "Diálogo’’ —M. Joly— un periodista que "satirizó’’ a Napoleón III, siendo ese el único objeto de su libro.

Con tales afirmaciones y la incontrovertible argumentación de estar calcados varios pasajes de los "Protocolos" en el ‘Diálogo’, la campaña judía contra la legitimidad de aquéllos, quedaba triunfante.

¿Quién era Joly?

Pero, pocos días después de aparecidos los anteriores artículos del "Times", Lord Alfred Douglas, periodista londinense, exhumaba una curiosa noticia, tomándola de las memorias de René MareniI un funcionario francés que había trabajado en el Ministerio Polignac, en 1830, y que conocía bien a los revolucionarios parisienses y a sus instigadores judíos. Según René Marenil, Mauricio Joly había recibido en su circuncisión el nombre de Moses Joel. Es decir, que el pretendido escritor satírico, que escribió contra Napoleón III, ERA JUDIO!...

Gotfried zur Beck, el editor alemán de los Protocolos, estudia la influencia que pudo tener el "Diálogo" en aquella reducción que podemos llamar soviética, la de la Commune, que dominó París en la primavera de 1871.

Indudablemente esa revolución, incubada al calor de un desastre bélico, como la rusa de 1917, como la alemana de 1918, con las mismas trazas demagógicas y el mismo aliento marxista de estas dos, respondía a principios y tácticas revolucionarias, que muy bien podrán haberse aprendido en los "Protocolos", si estos hubieran existido, y, en su defecto, en el libro de Mauricio Joly (o Joel). Los revolucionarios de la Commune —que en sus depredacines por la ciudad respetaron la casa del judío Rotschild— se parecían a Lenin, a Trostzki.

Pero hay más. En un artículo del abate Jonin, en la ‘‘Revista de las Sociedades secretas", se saca una obra titulada "La Francia masónica de 1889" un apunte importantísimo a este respecto, que dice: "Jolly Maurice (logia de París)", Este dato conduce a la identificación masónica del escritor que, en 1865, en Bruselas, imprimió el ‘‘Diálogo entre Maquiavelo y Montesquieu".

Y algunas otras investigaciones, conseguidas por el mismo director —Jonin— de la ‘‘Revista de las Sociedades secretas", permiten saber que Joel no sólo fue periodista masón y judío, sino revolucionario activo, aunque de los que saben vivir del mismo gobierno que combaten, como ha conocido tantos la España anterior a 1931.

Con todas estas investigaciones, promovidas por la ligera y quizá interesada campaña del corresponsal del ‘‘times" en Constantinopla, se ha llegado a una conclusión, pues: Que los "Protocolos", o "Pautas" de los Sabios de Sión no sólo no son un plagio del "Diálogo", amañado por los "Goym", por los ‘cristianos’ interesados en calumniar a Israel, sino que tienen incluso UN PRECURSOR de la misma raza y doctrina que Achad ha-Am.

Es decir, que el probable autor de los "Protocolos" seguía ya una dirección doctrinal marcada de antiguo por los suyos y expresada, en parte, públicamente por uno de ellos: por Moses Joel, nacido el 19 de julio de 1831, en Lons-le-Saulnier, en la Jura, y muerto por suicidio en 1878.

Onésimo Redondo, "Libertad" núms. 55 y 57

MUSSOLINI — JOSE ANTONIO

(Coincidencias ideológicas entre José Antonio y Mussolini)

SOBRE EL PROGRAMA POLÍTICO

Nosotros no creemos en el programa dogmático, en esa especie de cuadro rígido que debe contener y esclavizar la mudable y compleja realidad. Nos permitimos el lujo de perfeccionar, de conciliar, de superar en nosotros esas contradicciones en las que se embrutecen los demás, fosilizándose en el monosílabo de afirmación o de negación... El Fascismo no es una iglesia; es antes bien un estadio. No es un partido; es un movimiento. No tiene un programa completo para realizar en el año 2000 por la sencilla razón de que el Fascismo construye día a día el edificio de su voluntad y de su pasión.

Ahora (1924), el Fascismo italiano, so pena de sucumbir o peor aún, de suicidarse, debe procurarse un cuerpo de doctrina... No será y no debe ser una túnica de Neso que nos ligue para la eternidad, porque el mañana es misterioso e imprescindible; pero debe ser una regla que oriente nuestra actividad política e individual de cada día.

La forma de un gobierno no puede ser aprobada o desaprobada considerándola como una cosa eterna, sino que debe ser examinada en función de sus relaciones directas con la mentalidad, la economía, las fuerzas intelectuales y morales de un pueblo determinado.

Mussolini

Y con esto ya tenemos todo el motor de nuestros actos futuros y de nuestra conducta presente, porque nosotros seríamos un partido más si viniéramos a enunciar un programa de soluciones concretas. Tales programas tienen la ventaja de que nunca se cumplen. En cambio, cuando se tiene un sentido permanente de la historia y ante la vida, ese propio sentido nos da las soluciones ante lo concreto, como el amor nos dice en que caso debemos reñir y en que caso nos debemos de abrazar, sin que un verdadero amor tenga hecho un mínimo programa de abrazos y riñas.

Por último, nos dicen que no tenemos programa. ¿Vosotros conocéis cosa seria que se haya hecho alguna vez con un programa? ¿Cuándo habéis visto vosotros que estas cosas decisivas, que esas cosas eternas, como son el amor y la vida y la muerte, se hayan hecho con arreglo a un programa? Lo que hay que tener es un sentido total de lo que se quiere; un sentido total de la Patria, de la vida, de la historia, y ese sentido total, claro en el alma, nos va diciendo en cada coyuntura que es lo que debemos hacer y lo que debemos preferir.

José Antonio

SOBRE EL TRABAJO.

El siglo fascista mantiene y consolida este principio, pero añade otro no menos fundamental: la igualdad de los hombres ante el trabajo, entendido como un deber y como un derecho, como un goce creador que debe alegrar y ennoblecer la existencia y no mortificarla y deprimirla.

Mussolini

Todos los españoles tienen derecho al trabajo. Todos los españoles no impedidos tienen el deber del trabajo. El Estado Nacional-Sindicalista no tributará la menor consideración a los que no cumplen función alguna y aspiran a vivir como convidados a costa del esfuerzo de los demás.

José Antonio

SOBRE LA ORGANIZACION LABORAL

El Estado fascista se ha atribuido el dominio de la economía y por las instituciones corporativas, sociales y educativas que él ha creado, el sentido del Estado llega hasta las ramificaciones extremas del país y en el Estado circulan, encuadrados en sus organizaciones respectivas, todas las fuerzas políticas, económicas y espirituales de la nación.

Mussolini

Organizaremos corporativamente a la sociedad española mediante un sistema de sindicatos verticales por ramas de producción, al servicio de la integridad económica nacional.

José Antonio

SOBRE LA PROPIEDAD PRIVADA

La propiedad privada completa la personalidad humana: es un derecho y, si es un derecho es también un deber. Esto es tan verdadero que nosotros pensamos que la propiedad debe ser considerada como una función social.

Mussolini

El Estado reconocerá la propiedad privada como medio lícito para el cumplimiento de los fines individuales, familiares y sociales y la protegerá contra los abusos del gran capital financiero, de los especuladores y de los prestamistas.

José Antonio

SOBRE EL HOMBRE

(El hombre) es un individuo que es nación y Patria, una ley moral que une a los individuos y a las generaciones en una tradición y en una misión, suprimiendo el instinto de la vida limitada al círculo estrecho del placer, para instaurar en el deber una vida superior, liberándola a los limites del tiempo y del espacio; una vida en la que el individuo, por su propia abnegación, realiza esta existencia completamente espiritual que forma su valor como hombre.

El individuo en el Estado Fascista no es anulado, sino más bien multiplicado, al igual que en un regimiento un soldado no es disminuido, sino multiplicado por el número de sus compañeros de armas.

El Estado fascista organiza la nación, pero deja, sin embargo, a los individuos. un margen suficiente; ha limitado las libertades inútiles o perjudiciales, pero ha conservado las libertades esenciales.

Mussolini

Cuando el mundo se desquicia no se puede remediar con parches técnicos; necesita todo un NUEVO ORDEN. Y este orden ha de arrancar del individuo. Óiganlo los que nos acusan de profesar el panteísmo estatal: nosotros consideramos al individuo como unidad fundamental, porque este es el sentido de España, que siempre ha considerado al hombre como portador de valores eternos. El hombre tiene que ser libre, pero no existe libertad sino dentro de un orden.

F.E. considera al hombre como conjunto de un cuerpo y un alma; es decir, como capaz de un destino eterno...

Para nadie la libertad de perturbar, de envenenar, de azuzar pasiones, de socavar los cimientos de toda duradera organización política. Estos fundamentos son: la Autoridad, la Jerarquía y el Orden.

José Antonio

SOBRE LA VIOLENCIA.

La violencia no es moral. Es a veces MORAL.

No miramos la violencia como un sistema o, peor todavía, como una estética. Somos violentos cuantas veces es necesario serlo. Pero declaro inmediatamente que es preciso conservar en la violencia necesaria del Fascismo una línea, un estilo netamente aristocrático o si lo preferís, quirúrgico.

El Fascismo ha respondido con la violencia a la violencia de los otros. Esta es la verdad, una verdad que no puede ser ocultada.

Mussolini

La violencia no es censurable automáticamente. Lo es cuando se emplea contra la justicia. Pero hasta Santo Tomás, en casos extremos, admitía la rebelión contra el tirano. Así, pues, el uso de la violencia contra una secta triunfante, sembradora de la discordia, negadora de la continuidad nacional y obediente a consignas extrañas (Internacional de Amsterdam, Masonería, etc.)... es lícita.

La violencia puede ser lícita cuando se emplee por un ideal que la justifique.

La razón, la justicia y la Patria serán defendidas por la violencia cuando por la violencia —o por la insidia— se les ataque.

José Antonio

SOBRE EL CONCEPTO ESPIRITUAL DEL IMPERIO

En la doctrina del Fascismo el imperio no es sólo una expresión territorial, militar o comercial, sino espiritual y moral. Se puede concebir un imperio, es decir una nación que directa o indirectamente guía a otras naciones, sin que la conquista de kilómetro cuadrado de territorio sea necesaria.

Mussolini

Tenemos voluntad de Imperio. Afirmamos que la plenitud histórica de España es el Imperio. Reclamamos para España un puesto preeminente en Europa. No soportamos ni el aislamiento internacional ni la mediatización extranjera.

Pronto se realizará el Imperio español, que es la unidad histórica, física, espiritual y teológica.

José Antonio

SOBRE EL ESTADO

El Estado Fascista forma la más elevada y la más poderosa personalidad, es una fuerza, pero una fuerza espiritual. Una fuerza que resume todas las formas de la vida moral e intelectual del hombre. No se puede, pues, imitar a puras funciones de orden y de protección, como quiere el Iiberalismo. No es un simple mecanismo el que limita la esfera de las pretendidas libertades individuales Es una forma, una regla interior y una disciplina de toda la persona; penetra en la voluntad como la inteligencia. Su principio —inspirador central de la personalidad humana viviendo en comunidad civil— penetra en lo más íntimo del individuo y tanto en el corazón del hombre de acción como en el del pensador, en el del artista como en el del sabio; es el alma del alma.

Mussolini

Todas las aspiraciones del Nuevo Estado podrían resumirse en una palabra UNIDAD. La Patria es una totalidad histórica, donde todos nos fundimos, superior a cada uno de nuestros grupos. En homenaje a esa unidad han de plegarse clases o individuos. Y la construcción deberá apoyarse en estos dos principios:

Primero. En cuanto a su fin, el Estado habrá de ser instrumento puesto al servicio de aquella unidad, en la que tiene que creer. Nada que se oponga a tan entrañable trascendente unidad debe ser recibido como bueno, sean muchos o pocos los que lo proclamen.

Segundo. En cuanto a su forma, el Estado no puede asentarse sino sobre un régimen de solidaridad nacional, de cooperación animosa y fraterna. La lucha de clases, la pugna enconada de partidos, son incompatibles con la visión del Estado.

En un Estado Fascista no triunfa la clase más fuerte ni el partido más numeroso —que no por ser más numeroso ha de tener siempre razón, aunque otra cosa diga un sufragio estúpido—, que triunfa el principio ordenado común a todos, el pensamiento nacional constante, del que el Estado es órgano.

José Antonio

SOBRE LA MILICIA

El Fascismo es una milicia; los problemas son los enemigos a afrontar y vender; el pueblo italiano, un ejército que marcha en apretados batallones.

Soñamos con una Italia romana, es decir, sabia, fuerte, disciplinada e imperial. Gran parte del espíritu inmortal de Roma reaparece en el Fascismo: el HAZ, que es romano, nuestra organización de combate, nuestro orgullo y nuestro ánimo.

Nosotros somos una milicia, pero precisamente porque nos hemos dado esta constitución particular, debemos hacer de la disciplina el pivote supremo de nuestra vida y de nuestros actos.

(El Fascismo) concibe la vida como una lucha, considera que pertenece al hombre conquistar una vida verdaderamente digna de él, creando, ante todo, en sí mismo, el instrumento (físico, moral, intelectual) para construirla.

Hace cuatro años, en fecha semejante, el ejército nacional desencadenó la primera ofensiva que le condujo a la victoria. Hoy día, el ejército de los camisas negras afirma de nuevo la victoria.

Mussolini

Lo que queremos es devolver a España un optimismo, una fe en sí misma, una línea clara y enemiga, de vida común. Por eso nuestra agrupación no es un partido: es una milicia; por eso nosotros no estamos aquí para ser diputados, subsecretarios o ministros, sino para cumplir, cada cual en su puesto, la misión que se le ordene.

Todo lo que es HAZ o Falange es unión, cooperación armoniosa y fraterna, amor.

Falange Española, encendida por un amor, segura en una fe, sabrá conquistar a España para España, con aire de milicia.

La milicia iza su banderín de enganche en todas las esquinas de la conciencia nacional. Para los que aún conservan su dignidad de hombres, de patriotas.

Es la Patria quien necesita de nuestro esfuerzo y de nuestros brazos: ella es quien nos manda uniformar, formar todos como uno, vestir las azules camisas de la Falange.

Falange Española de las JONS quiere un ORDEN NUEVO, enunciado en los anteriores principios. Para implantarlo, en pugna con las resistencias del orden vigente, aspira a la Revolución Nacional.

Su estilo preferirá lo directo, ardiente y combativo. La vida es milicia y ha de vivirse con un espíritu acendrado de servicio y de sacrificio.

José Antonio

SOBRE LA GUERRA.

No sólo no creo en la paz perpetua, sino que la considero como deprimente, como una negación de las virtudes fundamentales del hombre, que solamente se revelan a la plena luz del sol en el esfuerzo sangriento de una guerra.

Ella acercó a los elementos sociales que en su calidad común de combatientes estaban aun alejados uno de los otros; se introdujo en el medio ideal de la nación, en las clases y los grupos que estaban todavía desprovistos de una conciencia nacional o que le eran adversos. Puso de relieve, a la vez, la fuerza de la masa y la fuerza de los individuos, así como ciertas pequeñas formaciones selectas, compuestas de hombres dispuestos a todo, despertándose en la nación el sentido de la importancia de la fuerza de los individuos o grupos elegidos. Hizo encumbrarse, sobre la base de los méritos militares, a gentes del pueblo común o de la pequeña burguesía, que más tarde rehusarían volver a sus antiguos puestos, ejerciendo una acción enérgicamente revolucionaria en la sociedad italiana aún tan movible.

Mussolini

(Interviú a José Antonio por Luisa Trigo. 14-2-1936)

La guerra —dice inflexiblemente— es inalienable al hombre. De ella no se evade ni se evadirá. Existe desde que el mundo es mundo, y existirá. Es un elemento de progreso. Es absolutamente necesaria!

Cuando la mujer intervenga en la gobernación del Estado ¿no cree usted que defenderá a sus hijos contra la guerra, evitando que le arrebaten y destruyan lo más preciado de su labor y de su vida? La educación a los hijos en el odio a la guerra.

Los haría cobardes solamente. Los hombres necesitan la guerra. Si usted la cree un mal, porque necesita del mal. De la batalla eterna contra el mal sale el triunfo del bien, dice San Francisco. La guerra es absolutamente precisa e inevitable. La siente el hombre con un imperio intuitivo, atávico, y será en el porvenir lo que fue en el pasado... ¿Los pueblos sin guerra?

José Antonio

Autor: José Luis Jerez- Riesco

DEDICATORIA

 A mis camaradas, a los que me precedieron en la lucha, a los que supieron morir en la fe del ideal, a los que no traicionaron, a los más jóvenes en la mística revolucionaria y a MANUEL HEDILLA LARREY que me inspiró este libro con su declaración formulada en Burgos el día 26 de septiembre de 1936 cuando dijo: "Somos y nos sentimos consanguíneos con el Fascismo italiano y con el Nacionalsocialismo alemán y declaramos nuestra más abierta simpatía con estas Revoluciones".

1 comentario

Paco España -

Maravilloso artículo