Ruhe in Frieden Kamerad, immer in unsere Herzen!
Ante la infamia, descansa en paz camarada, siempre en nuestros corazones.
Ante la infamia, descansa en paz camarada, siempre en nuestros corazones.
El derecho internacional.
Durante la Conferencia de Paz de la Haya al inicio del siglo XX los Estados que se consideraban como "civilizados" se comprometieron a cumplir con una serie de derechos y obligaciones internacionales.
Esta convención internacional buscaba humanizar las guerras,y en ello acabar con el uso de la fuerza contra los indefensos. El 26 de enero de 1910 las convenciones de guerra de La Haya fueron ratificadas por todos los paises participantes, entre ellos los Estados Unidos.
Con los indefensos se incluían también los prisioneros de guerra. Sobre los prisioneros de guerra quedó constatado:
Art. 4. Los prisioneros de guerra están bajo el poder del Gobierno enemigo y no de los individuos o Cuerpos que los hayan capturado. Deben ser tratados con humanidad. Todo lo que les pertenezca personalmente, exceptuando armas, caballos y papeles militares es de su propiedad.
Art. 6. El Estado puede emplear como trabajadores a los prisioneros de guerra, según su grado y aptitudes, excepción hecha de los Oficiales. Los trabajos no serán excesivos...
Art. 7. El Gobierno en cuyo poder se encuentren los prisioneros de guerra se encarga de su sostenimiento. A falta de acuerdo especial entre los beligerantes, los prisioneros de guerra serán tratados en cuanto a alimentación, alojamiento y vestuario, de la misma forma que las tropas del Gobierno que los haya capturado.
Art. 14. Se establecerá desde el principio de las hostilidades en cada uno de los Estados beligerantes... una oficina de información sobre prisioneros de guerra....
Art. 20. Una vez restablecida la paz la repatriación de los prisioneros de guerra se efectuará en el más breve término posible.
A partir del 27 de julio de 1929 las obligaciones contempladas en los artículos de la Convención de Ginebra para la protección de los heridos de guerra se extienden a los prisioneros de guerra: Aquí queda constatado que los prisioneros deben ser tratados con las mismas condiciones básicas que las propias tropas (alimentación, alojamiento, servicios sanitarios...). Además deben estar bajo la vigilancia de la Cruz Roja Internacional. Tras la finalización de las hostilidades deben ser liberados sin demora. Los aliados firmaron todas estas convenciones comprometiéndose a cumplirlas.
Violación del derecho internacional
En 1943 se pusieron los aliados de acuerdo con tratar a los prisioneros de guerra alemanes no como prisioneros de guerra, sino como prisioneros comunes violando ya con ello el derecho fundamental.
En este sentido, el jefe del estado mayor de las tropas norteamericanas Dwight David Eisenhower, el 10 de marzo de 1945 toma la responsabilidad de Washington de no liberar los prisioneros alemanes en suelo aleman al cese de las hostilidades, sino de mantenerlos como prisioneros en calidad de “Disarmed Enemy Forces” (DEF). A partir de ahí, los prisioneros alemanes quedan privados del derecho internacional quedando su seguridad transferida a la arbitrariedad de los vencedores.
El no respeto del derecho internacional en las cuestiones de guerra es considerado como Crimen de Guerra.
Eisenhower ... criminal de guerra
Los campos
Tras el cruce del Rin en marzo de 1945, el ejército norteamericano comenzó a construir campos de concentración en la orilla occidental de esta frontera natural por indicación de Eisenhower. Amplios espacios de terreno fueron incautados a los habitantes locales, rodeados por vallas de espino y ocupados por una cifra creciente de prisioneros a medida que los ejércitos angloamericanos avanzaban por suelo alemán al otro lado del rio. Entre ellos había heridos y amputados, mujeres, niños y ancianos.
Traslado de prisioneros, finales de 1945
Listado de los campos junto al Rin:
Alzey
Andernach
dec
Bad Kreuznach
Biebelsheim
Böhl
Bretzenheim
Büderich
Büdesheim
Dietersheim
Diez
Hechtsheim
Heidesheim
Ingelheim
Koblenz
Koblenz-Lützel
Ludwigshafen
Ludwigshafen-Rheingönheim
Mainz
Mainz-Kastel
Mainz-Zahlbach
Mannheim
Mannheim-Käfertal
Mannheim-Sandhofen
Mannheim-Schönau
Mannheim-Waldhof
Miesenheim
Plaidt
Remagen
Rheinberg
Rheinheim
Schwarzenborn
Siershan
Sinzig
Trier
Urmitz
Wickrathberg
Winzenheim
Prisioneros son transportados desde Brilon a Remagen y Rehinsberg
También tras el fin de la guerra el 8 de mayo de 1945 siguieron siendo apresados soldados y civiles alemanes en distintos puntos de Alemania. Diariamente llegaban los prisioneros hacinados en vagones de ganado y en camiones y descargados tras las vallas de espino. No pocos de los prisioneros murieron ya durante el transporte.
Prisioneros recien llegados a Rehinwiesen
Entre los apresados estaban los que huyeron de los rusos hacia el Oeste, esperando un trato más humano de los poderes Occidentales. Junto a ellos también hubo aquellos civiles que ocuparon algun cargo en el partido, el Estado o la economía del regimen recién derrocado y que fueron, bajo arresto automático y sin juicio alguno, deportados a los campos de prisioneros.
El campo de Sinzig con mas de 300.000 prisioneros en una toma aerea del 25 de abril de 1945
A medida que los ejércitos aliados penetraron hacia el Este fueron abriéndose nuevos campos de prisioneros en suelo alemán.
Los campos en suelo alemán fueron:
Aalen, Baden-Württemberg Adelsdorf, Bayern Aigen, Böhmerwald Alsdorf, Nordrhein-Westfalen Altenstadt, Bayern Amberg, Bayern Ansbach, Bayern Artern, Bezirk Halle, Aschaffenburg, Bayern Asperg, Baden-Württemberg Auerbach, Bayern Augsburg-Oberhausen, Bayern Babenhausen, Hessen Bad Aibling, Bayern Bad Hersfeld, Hessen Bad Homburg, Hessen Bad Mergentheim, Baden- Württemberg Bad Nauheim, Hessen Bad Reichenhall, Bayern Bad Salzschlirf, Hessen Bad Tölz, Bayern Bad Wildungen, Hessen Bamberg, Bayern Bebra, Hessen Berchtesgaden, Bayern Berlin-Lichterfelde, Berlin-Wannsee Berlin-Zehlendorf Bischofswiesen, Bayern Brilon Bobingen. Bayern Bremerhaven-Weddewarten Bruchsal, Baden-Württemberg Bruck, Bayern Burgau, Bayern Burghausen, Bayern Butzbach, Hessen Coburg, Bayern Dachau, Bayern Darmstadt, Hessen Ebensee, Oberösterreich Elsenfeld, Bayern Ens an der Ens, Österreich Erding, Bayern Erlangen, Bayern Eschborn, Hessen Eschwege, Hessen Falkenstein, Hessen Feucht, Hessen Flossenbürg, Bayern Frankenberg, Bezirk Chemnitz Frankenberg, Hessen Frankfurt, Main Frankfurt-Niederrad, Frankfurt-Zeilsheim, Frauendorf, Bayern Freising, Bayern Friesdorf, Nordrhein-Westfalen Fürstenfeldbruck, Bayern Fürth, Bayern Gabersee, Bayern Garmisch-Partenkirchen, Bayern Gars, Bayer Gemünden, Bayern Gießen-Wieseneck, Hessen Glasenbach, Salzburg Göggingen, Bayern Göppingen, Baden-Württemberg Golling, Salzburg Gotha, Thüringen Griesheim, Hessen Großauheim, Hessen Haar, München Haid, Oberösterreich Hallein, Salzburg Hammelburg, Bayern Happurg, Bayern Hausham, Bayern Heilbronn, Baden-Württemberg Heimbach, Hessen Herborn, Hessen Herrsching, Bayern Hersbruck, Bayern Hessisch-Lichtenau, Hessen Hintersee, Salzburg Hirschberg, Hessen Hof, Bayern Hof-Moschendorf, Bayern Hohenbrunn, Bayern Hundstadt, Hessen, Ingolstadt, Bayern Ipsheim, Bayern Kamp-Lintfort, Nordrhein-Westfalen Kaprun, Salzburg Karlsfeld, Bayern Karlsruhe Katzenfurt, Hessen Kaufbeuren, Bayern Kesterbach, Hessen Kleinmünchen, Oberösterreich Königstein, Hessen Korbach, Hessen Lambach, Oberösterreich Landsberg, Bayern Landshut, Bayern Langenzenn, Bayern Langlau, Bayern Limburg, Hessen Linz, Oberösterreich Linz-Wegscheid, Lohr, Bayern Ludwigsburg, Baden-Württemberg Maisach, Bayern Manching, Bayern Marburg, Hessen Markt Bibart, Bayern Memmingen, Bayern Mittenwald, Bayern Mohlsdorf, Thüringen Moosburg, Bayern Münchberg, Bayern München München-Allach München-Daglfing München-Freimann Münster Natternberg, Bayern Naumburg/Saale, Sachsen-Anhalt Neumarkt, Bayern Neustadt, Hessen Neu-Ulm, Bayern Nieserroden, Baden-Württemberg Nürnberg Nürnberg-Erlenstegen Nürnberg-Langwasser Oberdachstetten, Bayern Oberursel, Hessen Oberursel-Hohemark Ochsenfurt, Bayern Ochsenpferch, Baden-Württemberg Peuerbach, Oberösterreich Planegg, Bayern Plankstetten, Bayern Plattling, Bayern Possenhofen, Bayern Pupping, Oberösterreich Recklinghausen, Nordrhein-Westfalen Regensburg, Bayern Reinhartshausen, Bayern Rockenberg, Hessen Rosenheim, Bayern Roth, Bayern Salzburg Salzburg Gnigl Sankt Gilgen, Salzburg Schliersee, Bayern Schnuttenbach, Bayern Schwabach, Bayern Schwabmünchen, Bayern Schwäbisch-Hall, Baden-Württemberg Schweiklberg, Bayern Stadt Allendorf, Hessen Stein, Bayern Stephanskirchen, Bayern Steyr, Oberösterreich Straubing, Bayern Stuttgart-Zuffenhausen Sulzbach-Rosenberg, Bayern Tann, Bayern Teugn, Bayern Trostberg, Bayern Tutzing, Bayern Ulm Vilshofen, Bayern Weiden, Bayern Wels, Oberösterreich Wendelhöfen, Bayern Werneck, Bayern Wickelskreuth, Bayern Wien Wiesbaden-Dotzheim Wiesloch, Baden-Württemberg Wolfratshausen, Bayern Würzburg Würzburg-Heidingsfeld Wuppertal Zell am See, Salzburg Ziegenhain, Hessen
La lista ha sido tomada de: Kurt W. Böhme, Die deutschen Kriegsgefangenen in amerikanischer Hand Europa, München 1973.
Estos campos fueron posteriormente desmantelados y los prisioneros trasladados a los campos del Rin. Finalmente entre cinco y seis millones de prisioneros alemanes fueron hacinados allí.
La situación en los campos
La situación en los campos debería ser lo suficientemente conocida, no obstante se repetirán los hechos más importantes:
– Los prisioneros no fueron registrados ni a su llegada ni durante su permanencia.
– Los campos fueron vigilados por todos sus costados, durante la noche con focos de luz. Cualquier intento de fuga era respondido con fuego a matar.
– También hubo casos en los que se disparó sin causa aparente contra los prisioneros.
– Los prisioneros se instalaron, a pesar del frio y la lluvia, sobre el suelo raso sin techo alguno. Se les prohibió construir alojamientos. No fueron entregadas tiendas de ningún tipo a pesar de que está comprobado que los norteamericanos disponían de ellas.
– Los prisioneros se cavaron agujeros para si, en los que poder cobijarse como podían de la intemperie. También estos agujeros fueron en algunos casos destruidos y el suelo de nuevo aplanado.
– No había instalaciones de limpieza. Las letrinas, hechas de hoyos y maderos, estaban junto a las vallas, dónde los prisioneros no pudieran dejar se ser vigilados.
– Durante los primeros momentos, no había alimentos ni agua a pesar de que los almacenes norteamericanos tenían alimentos suficientes y el Rin sólo se encontraba a 200 metros.
– En algunos casos los prisioneros pudieron recibir más adelante algunos alimentos de los norteamericanos: huevo en polvo, leche en polvo, galletas, chocolate en barras, café en polvo, pero como no les fue entregada agua muchos murieron a causa de enfermedades intestinales.
– Los prisioneros no tenían ningún tipo de relación con el mundo exterior, no se permitía ningún tipo de intercambio postal. A la población le estaba prohibido, bajo pena de muerte, el acercarse a los campos de prisioneros.
– La Cruz Roja Internacional no tuvo ningún tipo de permiso para acercarse a los campos. Los alimentos y ayudas que fueron enviados por la Cruz Roja Suiza fueron devueltos por instrucción expresa de Eisenhower.
– Los enfermos y los heridos fueron insuficientemente o nada atendidos mientras los hospitales cercanos no eran utilizados.
– Como personal de vigilancia fueron contratados los trabajadores forzados extrangeros (polacos, rusos, etc..). La policía de los campos consistía en antiguos prisioneros de los campos de trabajo de Speer. Los prisioneros eran diariamente humillados, maltratados y torturados por ellos.
Para una más detallada información consultar los trabajos del canadiense James Bacque, Other Losses y Crimes and Mercies. James Bacque Website
Campo de Rheinwiesen
Dos de los testimponios citados por Bacque clarifican lo suficiente la situación vivida en el interior de esos campos.
Un testimonio norteamericano:
El 30 de abril fue un dia duro. Lluvia, aguanieve y nieve se iban turnando, y todo ello con un frio que calaba hasta los huesos. Estrechamente apilonados, para poder calentarse mutuamente, se mostraban a la vista al otro lado del alambre de espino: alrededor de 100.000 hombres extenuados, apáticos, sucios, descarnados con mirada vacía, vestidos con uniformes sucios y grises, con los pies hundidos en el barro hasa los tobillos. Aquí y allá se veían manchas blancas que tras una mirada más atenta resultaban ser las vendas de heridas mal curadas. La comandancia divisionaria alemana informó que los hombres no habían comido nada desde hacía por lo menos dos días y que el abastecimiento de agua era un problema urgente – mientras ahí estaba el Rin, llengo de agua, a sólo 200 metros. (James Bacque, a.a.O., Pg. 51 f.)
Un testimonio de un prisionero alemán:
En abril fueron aprisionados cientos de miles de soldados alemanes, pero también muchos de ellos enfermos que se encontraban en hospitales, amputados, auxiliares femeninas y civiles. Un internado de Rheinberg tenía más de 80 años, el otro tan sólo nueve.... un hambre constante y una sed torturadora eran sus compañeros, murieron de disentería. Un cielo cruel los regó semana tras semana con tormentosa lluvia..... los amputados se deslizaban por el barro como anfibios, empapados y temblorosos... dia tras dia sin techo, noche tras noche permanecian desalentados en la arena de Rheinberg o morian en sus hundidos agujeros...(Heinz Janssen, prisionero de guerra en Rheinberg – James Bacque a.a.O, Pg. 52)
Los hechos muestran que la situación en los campos del Rin no era consecuencia de la arguida incapacidad de los norteamericanos, sino de la intención de acabar aquella masa de prisioneros. Todo fue consecuencia de una firme voluntad asesina y no de unas circunstancias adversas inevitables.
James Bacque afirma que el General Dwight Eisenhower fue responsable de los sucedido en aquellos campos.
"La responsabilidad por el trato que se le dio a los prisioneros de guerra alemanes en manos de los norteamericanos recae sobre el ejército de los Estados Unidos en Europa, subordinado únicamente al poder político del gobierno. Todas las decisiones sobre el trato a los prisioneros fundamentalmente tocan exclusivamente a las tropas de los Estados Unidos."(Bacque, a.a. O., Pg. 45)
El doctor Ernest F. Fisher jun., Mayor del Ejército de los Estados Unidos, escribió:
"El odio de Eisenhower, tolerado por una burocracia militar que le era dócil, produjo el horror de los campos de la muerte, algo incomparable con cualquier otro suceso a lo largo de la historia militar norteamericana. En vista de las catastróficas consecuencias de aquel odio y de la indolente indiferencia que la oficialidad de la SHAEF (del comando central de las fuerzas expedicionarias aliadas) se mostró la más dolorosa cara del ejército norteamericano." (citado por Baque en a.a.O., Pg. 17)
En julio de 1945, como consecuencia del reparto de las zonas de ocupación entre las fuerzas aliadas, los campos pasaron al control de las fuerzas inglesas o francesas según su localización. Los ingleses procuraron mejorar el trato de los prisioneros. Los franceses no lo mejoraron nada, y además comenzaron a trasladar a los hombres sanos hacia Francia para realizar trabajos forzados. Sólo unos pocos volvieron.
Esperando el final
Morir
La situación de los campos del Rin llevó en poco tiempo a unas tasas de mortalidad masivas.
Bacque escribe:
En los campos a lo largo de las orillas del Rin constataron los médicos militares desde el 1 de mayo hasta el 15 de junio de 1945 una pavorosa tasa de mortalidad, ochenta veces superior a la de cualquier otra situación conocida anteriormente por aquellos profesionales. Efectiva y escrupulosamente registraron las causas de muerte: muchos murieron por disentería y diarrea, y otros muchos por tifus, tétanos, envenenamiento de la sangre, etc. todo en cifras inconcebibles desde la Edad Media. La terminología médica no bastaba para describir la catástrofre de la que eran testigos aquellos médicos. También fueron regitrados casos de muerte por adelgazamiento o cansancio.... por enfermedad del corazón o inflamación pulmonar. (Bacque, a.a. O., Pg. 78 f.)
Todas las mañanas los muertos eran trasladados a fosas comunes fuera de los campos.
“los cuerpos de los que morían de hambre eran llevados diariamente en carros hacia lugares alejados de los campos, dónde eran enterrados apilonados en cinco niveles en largos fosos. Cuando estos eran llenados, se procedía a volver a aplanar el lugar con la tierra de los fosos con las excavadoras” (Willi Griesheimer, Die Hölle der amerikanischen Kriegsgefangenschaft, Egendruck S.2)
A ellos deben sumárseles los obscenos casos de los muertos que en un inexplicable horror cayeron y se hundieron en las letrinas sin ser salvados por nadie.
Bacque demuestra por medio de los documentos y los testimonios, que en los campos de prisioneros y de trabajo norteamericanos y posteriormente franceses murieron un total de entre 800.000 y 1.000.000 de personas. Alrededor de tres cuartas partes del total las atribuye Bacque a los norteamericanos, es decir, entre 600.000 y 750.000:
“La cifra total de víctimas se encuentra sin ninguna duda por encima de los 800.000, con casi toda seguridad más cerca de los 900.000 y posiblemente por encima de un millón. Las causas de su muerte fueron esencialmente provocadas por los oficiales del ejército norteamericano, que disponían de suficientes alimentos y otros medios como para poder manterner a los prisioneros con vida. A las organizaciones de ayuda que procuraron ayudar a aquellos prisioneros les fue prohibido el acercarse. Todo esto fue entonces ocultado y cubierto mediante mentiras.... Las actas y pruebas fueron eliminadas, maniupadas o guardadas secretamente. Esto continúa así todavía hasta la actualidad.”
La historiografía de los Estados Unidos frente a esto, habla únicamente de 5.000 muertos. La historiografía oficial alemana actual, se centra en 5.000 muertos, máximo en 10.000 pero nunca acepta un número mayor.
Esto significaría que de los cinco o seis millones de prisioneros que fueron hacinados en los campos del Rin, sólo un 0,1% no superaron las condiciones en que se vivía en los campos. No obstante una tasa de mortalidad del 0,1% corresponde a la tasa que tendría una población que viviera en condiciones normales. Para los Campos del Rin una tasa así queda totalmente descartada.
Sobre ésto está además, a pesar de todas las investigaciones, un millón de muertos alemanes en la Segunda Guerra Mundial que permanecen sin aclarar. Se trata del millón perdido. Hasta la caida del muro de Berlín estos desaparecidos fueron atribuidos a la URSS, pero cuando los rusos abrieron sus archivos en los noventa, los cuales desde por lo menos el 1946 mostraron una información inesperadamente detallada, sólo pudieron quedar aclarados alrededor de 100.000 desapariciones. Se calcula además, que durante el año 1945 alrededor de 200.000 alemanes murieron anónimamente en las extensiones de Rusia. El millón perdido permanece sin aclarar.
Bretzenheim
La cifra de alrededor de 750.000 muertos en los Campos del Rin norteamericanos puede quedar acalarada mediante un informe del Campo de Bretzenheim en Bad Kreuznach.
Campo de prisioneros de Bretzenheim
Sobre los apresados es informado
: .... a pesar de que entretanto adelgazó hasta quedar en un esqueleto, a pesar de que algunas noches miraba con ojos ardientes hacia el cielo y procuraba calcular, cuándo él pasaría a contar entre aquellos camaradas que eran extraidos por las mañanas del campo y enterrados en las largas fosas... (Rolf Spenner, Tränen, Tod und tausend Qualen, Kriegsgefangenenlager Bretzenheim, Pfaffen-Schwabenheim, 4. Auflag, 1995, Pg 38)
Otro interno en el campo escribe:
Los habitantes de Bretzenheimer vieron como desde abril hasta julio de 1945 los montones de 120 hasta 160 muertos ante la puerta y pueden informar de las cargas de estos cadáveres en camines que zumbaban hacia Galgenberg, en Kreuznach, o hacia Stromberg. (Erich Werner, Kriechsgefangenenlager Bretzenheim, Bretzenheim, 1998, 5. Auflage, Pg. 9)
Esto significa, que en el Campo de Bretzenheim en los tres meses de dirección norteamericana murieron alrededor de 15.000 prisioneros. En una cifra de alrededor de 130.000 prisioneros contendios en ése campo, el resultado que arroja es el de una proporción de más de un 11,5% de tasa de mortalidad dentro de esos tres meses en ése campo de prisioneros.
¿Cuantos murieron realmente en aquel barro? ¿Cuántos , debilitados por el hambre, fueron vencidos por el barro? Él (el barro) caía con una fuerza primordial sobre nosotros .... debilitados y sin fuerzas como estábamos, en semanas de mayo en las que la muerte recogió una gran cosecha. (E.Werner, a.a.O. Pg. 12)
Muchas de las víctimas, quizás la mayoría, fueron arrastradas por el barro y el inconsistente subsuelo hasta las letrinas, cuyo uso degeneró a causa de las lluvias a partir del final de abril en un juego de a vida o muerte. La cuestión que no puede fallar en ningúna crónica de los campos, es que en aquel tiempo, sobretodo por la noche, muchos de los prisioneros que fueron a las letrinas no volvían nunca más entre sus compañeros porque caían en aquel precipicio apestoso e indescriptible del que ya no existía ninguna salida. (R.Spenner, a.a.O., S. 37f.)
Si se calculan también los prisioneros que murieron en el barro y las letrinas, se puede llegar fácilmente a la cifra de un 15% de muertos en el campo de Bretzenheim. No existe ningún fundamento para considerar que en los demás campos, donde las condiciones eran equivalentes, hubiera una cifra de muertos inferior.
Basándose en la cifra de un total de cinco millones de prisioneros, a partir de un 15% se extrae la cantidad de 750.000 muertos en los campos de prisioneros norteamericanos en Europa en la Segunda Guerra Mundial. Esta es la cifra a la que llega Bacque, aunque su argumentación usa otras vias.
Los muertos
Cementerio militar de Lohrer Wald
Ninguna búsqueda de los muertos.
¿Dónde estan los muertos de los Campos del Rin?
Alrededor de 5.000 muertos de los campos de prisioneros fueron enterrados en cementerios locales en aquella época, exactamente la misma cifra que es aceptada por la historiografía oficial.
En el año 1953, 2.000 de esos muertos fueron transportados desde el cementerio de Galgenberg al cementerio de Lohrer Wald.
Por parte de la oficialidad no se ha considerado nunca la necesidad de buscar fosas comunes en el entorno del Rheinwiesen. Muertos que según la postura oficial no existen, no es necesario buscar.
La asociación para el cuidado de las sepulturas de guerra alemanas (Volksbund für Deutsche Kriegsgräberfürsorge) tienen las manos atadas desde la ley de sepulturas de 1952, en la que su labor quedó centrada únicamente a cuestiones de los caidos en el extranjero. En Alemania debe aguardar una orden de la administración. Una orden así no ha sido nunca dada.
Únicamente en un caso podría la asociación entrar en acción por su cuenta: cuando alguien esté en disposición de dar el lugar exacto de alguna de esas fosas bajo juramento. Cosa que no ha sucedido hasta el momento. ¿Quién, de todos modos, podría estar en situación de hacerlo? Las tropas norteamericanas enterraron a los muertos sin testigos. Sólo mediante una búsqueda profesional pueden llegar a ser localizadas.
Buscando fosas en el Campo de Bretzenheim
Sólo en una ocasión se inició la búsqueda de fosas comunes, y fue de manera no oficial.
El miembro de las fuerzas armadas y experto en fosas Otto Schmitt, de Guldental – Bretzenheim se puso como tarea desde alrededor de 1970 el clarificar la cuestión de los desaparecidos por propia cuenta.
Otto Schmitt junto a la cruz conmemorativa a los prisioneros alemanes en Galgenberg, Bad Kreuznach
Él sabía que en las tierras dónde anteriormente estuvieron los campos se han encontrado placas de identificación de soldados alemanes:
“El campesino Karl Schneider, de Sinzig, encontró en diversas ocasiones, cuando araba sus tierras situadas en la zona de los antiguos campos, placas de identificación de soldados alemanes. Hasta hoy nadie ha buscado en las fosas ni en las antiguas instalaciones de letrinas los restos de los miembros de las fuerzas armadas desaparecidos” (Helmuth Euler, Die Entscheidngsschlacht an Rhein und Rhur 1945, Stuttgart 1981 – Pg. 271)
Él tomó la decisión de inciciar la búsqueda de fosas en los campos de los antiguos campos. En la extensión de alrededor de 8 km² sólo se ha construido desde la época de los campos en uno de sus bordes: Junto a la carretera hay un monumento conmemorativo de1966 .
Monumento conmemorativo "Campo de los lamentos" Bretzenheim, Bad Kreuznach. Construido en recuerdo de los alemanes muertos como prisioneros de guerra
Por lo demás esta tierra sólo ha sido usada como antaño para el cultivo y el pastoreo.
En otoño de 1985 Otto Schmitt comenzó, tras consultar con el propietario, Otto Tullius, en el emplazamiento de las antiguas letrinas los primeros trabajos de prospección. El interes de los habitantes de la zona y de la prensa local se despertó. ¿Se lograría rescatar a los muertos desaparecidos desde hacía casi medio siglo?
Veto
Poco después del comienzo de las pesquisas, cuando todavía no se había encontrado nada, llegó una visita inesperada: Una delegación de la admnistración local de Bad Kreuznach transmitió un escrito en el que se comunicaba que aquellas tierras quedaban dentro de los terrenos protegidos por la ley de patrimonio nacional y que por lo tanto cualquier excavación o manipulación de ellas quedaba prohibido.
Otto Schmitt se vió obligado a abandonar su trabajo.
El 27 de octubre del año siguiente, 1986, se ratificó y reforzó la ley de patrimonio sobre las tierras del campo de Bretzenheim.
Todas las solicitudes que Otto Schimtt presentó para poder continuar con su trabajo fueron rechazadas por diversos motivos. Finalmente, al inicio de los noventa y derrotado por la Administración, abandonó su estéril lucha.
Enlaces:
Fuente original del artículo: ADECAF
Grupo de Facebook "Por la destitución inmediata del director del Museo del Prado" dado el tratamiemto que sobre nuestra guerra por la independencia Nacional hace el museo.
La ASOCIACIÓN INMORIAM JUAN IGNACIO dedica este acto a Carlos Oriente; siempre estás en nuestros corazones.
“Señor, acoge con piedad en tu seno a los que mueren por España y consérvanos siempre el orgullo de que solamente en nuestras filas se muera por España y de que solamente a nosotros , honre el enemigo con sus mayores armas.”
No voy a hablar yo de caídos porque ya lo ha hecho y muy bien por cierto, mi camarada Marta en la alocución anterior. Yo voy a hablaros de lucha, de entrega, de ideales y de persecución.
LA SOLEDAD DE LA ESTIRPE
Los que hasta aquí hemos venido en esta fría noche, lo hemos hecho como consecuencia de una voluntad férrea y una fe en nuestros principios contra la que nada pueden ni las bravuconadas de la derecha, ni las agresiones de la izquierda.
Pero además estamos aquí como la consecuencia lógica de pertenecer a una estirpe que no se resigna a contemplar como deshacen su patria y como hunden en la miseria a su pueblo.
Hay muchos camaradas que han preferido quedarse en la seguridad de sus casas, refugiados al calor de sus estufas y mirando hacia otro lado cuando alguien como nosotros les recuerda la necesidad de tomar estas calles para evitar la disgregación programada de España.
No importa.
De hecho, nunca ha importado demasiado a los que nos reconocemos como herederos de una estirpe. Sabemos bien que la historia de España no la han escrito nunca los cobardes y si los audaces.
Y a éstos nunca les ha importado el número, sino el deber.
Quiero recordar aquí, tanto por su importancia histórica como por la lección que implícita, la historia del aeródromo de Tablada.
La noche del 17 al 18 de julio de 1936 fue una noche complicada en los acuartelamientos, noche de lealtades, de honor, de desencuentros y de decisiones difíciles. En las horas de incertidumbre el gobierno del Frente Popular acertó a armar en el aeropuerto militar de Tablada un bombardero, grande y poderoso que debía descargar su mortífera carga contra aquella milicia de fusil y manta al hombro que esperaba a pie firme en el estrecho su traslado a la península. Enterados en la sala de oficiales de que aquel avión ya estaba calentando motores; un solo hombre, el capitán Vara de Rey ante la falta de iniciativa de sus prudentes compañeros, tomó un arma y se dirigió a los hangares. Sin encomendarse a Dios ni al diablo y sin mediar palabra con la tropa que allí se encontraba comenzó a disparar al cárter del avión hasta que el motor se paró. Mientras tanto y prácticamente sin apenas darse cuenta, había sido gravemente herido por los soldados que debían haber pilotado aquel avión que nunca llegó a volar.
Aquella mañana las tropas de Franco cruzaron el estrecho.
El resto de la historia ya la conocéis.
En las horas vacilantes, cada corazón late por sí solo y resolverá su duda en función de la sangre que lo impulsa. Y la sangre que corre por nuestras venas es la de Pelayo en Covadonga, la de Roger de Lauria en Djerba, la de Rodrigo blandiendo a Tizona, la de Juan de Austria sobre la cubierta de la Real o Blas de Lezo desafiante frente a la armada británica, es la sangre de Luis Daoíz y de Pedro Velarde, es la sangre de Miguel Ezquerra.
Es esa soledad de la estirpe la que nos trae aquí y nos reconforta porque en el fondo, a nosotros nunca ha importado el numero de enemigos; así que ¿cómo vamos a darle importancia al número de fieles?
Y nuevamente tomo prestadas estrofas de la oración que Sánchez Mazas compuso en honor de aquellos que fueron nuestros primeros:
“Víctimas del odio, los nuestros no cayeron por odio, sino por amor, y el último secreto de sus corazones era la alegría con que fueron a dar sus vidas por la Patria.”
Nuestra gente ha caído víctima del odio, ciertamente.
Pero no del odio de un adversario concreto, sino del odio irracional de todos ellos.
Porque recordemos que mientras a Juan Ignacio lo asesinaban los servicios secretos españoles, la chusma separatista de Eta asesinaba al menos a 12 falangistas durante la transición, en Francia caía Duprat víctima de un atentado organizado por el Mossad; en Italia caían asesinados por el marxismo, o incluso por la propia policía, no menos de 30 camaradas. Y recientemente, en Atenas fueron abatidos por pistoleros supuestamente anarquistas, dos camaradas de Amanecer Dorado.
La inmensa mayoría de estos asesinatos quedó impune.
Resulta chocante que en esto de matar fascistas en cualquier parte de la vieja Europa, sí se pongan de acuerdo todas las ideologías políticas y estamentos sociales.
Paralelamente, resulta chocante la “buena salud" que gozan los autodenominados grupos “antisistema“ de la extrema izquierda. Tan identificados con el parlamentarismo liberal y con esa herramienta de control del obrero en que se han convertido los sindicatos, que a veces te dan ganas de gritar: ¡que se besen!, ¡que se besen! …
Izquierda y derecha son las dos caras del mismo problema; el sistema es el problema.
Pero mientras tanto, ellos siguen aprobando leyes para reforzar la persecución del fascismo. Setenta y pico años después de su derrota, el fascismo sigue siendo el gran enemigo a batir.
En breves fechas aquí, en España, el gobierno derechista sacará adelante la “reforma“ de la justicia cuyo momento estelar será precisamente la persecución ideológica hacia los que disentimos abiertamente de este sistema.
La democracia se convierte así en el paradigma del pensamiento único, de tal manera que ser disidente se convertirá en sinónimo de proscrito.
Pues bien, entérese Sr. Gallardón y entérense bien nuestros enemigos en general, a nosotros nos importa un pepino. No es usted el primero, ni será el último, que sueña con hacernos desaparecer físicamente e incluso borrar cualquier huella de nuestra existencia de los libros de historia.
De esa historia que ustedes falsean, de esos libros con los que ustedes pretenden hacer una pira.
No importa.
No importa porque la verdad siempre, al final, resplandece y de la misma manera que nosotros llevamos la antorcha que otros nos pasaron, nuevas manos cogerán, de las nuestras encallecidas, el relevo.
“Ante los cadáveres de nuestros hermanos, a quienes la muerte ha cerrado sus ojos antes de ver la luz de la victoria, aparta, Señor, de nuestros oídos las voces de los fariseos.”
Así que, aquí estamos. Podéis perseguirnos, podéis prendernos. Y evidentemente, podéis asesinarnos. Pero lo que nunca, nunca, podréis tener, es la razón.
Por este motivo, pese a los días difíciles que intuimos, con la segura mirada de nuestros caídos, levantamos nuestras palmas al cielo, sonreímos y afirmamos: no importa, el mañana nos pertenece.
Y con el maestro Vitali, proclamamos nuestra eterna disidencia con el mundo moderno.
El audaz joven ha aprendido la lección de que hay cosas que no pueden decirse, ni siquiera en forma de devaneos artísticos mucho mejores que la inmensa mayoría de consagrados.
Seguro que a usted no le dice nada el nombre de Jeremy Szumczyk pero yo creo que es un tipo más importante que otra mucha gente que sale en televisión. Al menos ha tenido la audacia de plantear algunas cuestiones incómodas. Jeremy Szumczyk es un estudiante de quinto año de la academia de Bellas Artes de la ciudad polaca de Gdansk. El chico, tras investigar la ola de agresiones sexuales que acompañó al ejército rojo en su paseo triunfal por Europa hasta Berlin durante la Segunda Guerra Mundial, entre finales de 1944 y principios de 1945, quedó tan vivamente impresionado que decidió realizar una escultura alusiva y colocarla nada menos que en la Avenida de la Victoria de su ciudad. La estatua lleva por título "Komm Frau" ("ven mujer", en alemán) y representa a un soldado soviético violando a una mujer embarazada mientras apunta a su cabeza con una pistola.
La estatua ha sido retirada por las autoridades y el joven escultor detenido y puesto a disposición del fiscal. Jeremy Szumczyk ha aprendido la lección de que hay cosas que no pueden decirse, ni siquiera en forma de devaneos artísticos, dicho sea de paso, mucho mejores que la inmensa mayoría de "escultores" consagrados. En la mayoría de los casos, una estatua en la calle aparecería como una extravagancia callejera más de las que pueblan el centro de la mayoría de las urbes modernas. Pero el caso de Szumczyk es diferente porque no olvidemos que hay cosas que no pueden ser contadas.
Respecto a la temática de la escultura, pocos casos similares han quedado registrados en la Historia, en calidad de afrenta a la mujer, como aquellos días del invierno de 1944, cuando el Ejército Rojo penetró en los Países Bálticos e instauró la violación como herramienta de humillación pública. En muchas ciudades, desde Prusia Oriental hasta Berlin, todas las mujeres por encima de los diez años, ancianas incluidas, fueron violadas incluso delante de familiares y a veces en grupo. Las chicas de "Femen" tienen aquí una buena ocasión de validar la coherencia de su feminismo, y demostrar así que no son otra cosa que meros monigotes del Nuevo Orden Mundial, esta vez en su variante histérico-circense. Es sencillo: van a Polonia y realizan allí una de sus "performaces" ante la oficina del fiscal.
El asunto trae a colación una reflexión más profunda acerca de quién dice en Occidente lo que está bien y lo que está mal. Acabo de recibir un video de la organización "Catholics for Choice", que busca sacar al Vaticano de la ONU, con la excusa de que una religión "impone" sus puntos de vista a la población mundial. Los argumentos no pueden ser más cretinescos, toda vez que se hace pasar por "imposición" lo que no es sino la defensa de un credo religioso, con el que se puede o no estar de acuerdo, pero que indudablemente no ejerce una coacción sobre nadie.
Esto, desde luego, no es lo que sucede con la ideología dominante, parida en los conciliábulos "progresistas" repartidos por universidades, fundaciones y entidades más o menos intelectuales, cuya punta de lanza son los partidos de izquierda y también liberales. Esta nueva horda caricaturiza, primero, a sus enemigos; luego lo demuestra con sus lobbies mediáticos y, después, en nombre de la "humanidad" exige su exterminio. Este es el modus operandi de las reivindicaciones "avanzadas" de la mayoría de este tipo de partidos. Por el contrario los crímenes muy reales de individuos afectos son exculpados o mitigados en sus consecuencias dentro de lo posible.
Por este motivo, existe en la Universidad Complutense de Madrid un monumento ilegal a las Brigadas Internacionales, recuerdo al parecer imborrable de las cloacas de Stalin en nuestra Guerra Civil. Por este motivo también, Gaspar Llamazares, diputado nacional de Izquierda Unida y figura señera del "progresismo" español, considera que la sentencia del denominado "Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo", que va a liberar a decenas de asesinos etarras y otros delincuentes, es "ajustada a derecho", deja claro que "no hay atajos en la aplicación de la ley" y "señala que debe mantenerse siempre el principio de la seguridad jurídica y de la irretroactividad de las leyes".
Para Llamazares, en claro tono conciliador y resignado, "la aplicación de las leyes no está sujeta ni a la razón de Estado ni a la sensibilidad social, por muy justificada que ésta esté, sino que está sujeta fundamentalmente a la legislación y también a la jurisprudencia de los tribunales". De ahí que señalara a continuación que el "varapalo judicial" al Estado español por parte del citado tribunal "avergüenza al Gobierno español, avergüenza a sus instituciones y les da un argumento victimista a los terroristas y a los amigos de los terroristas". Este tono justificativo y sin un ápice de mención a la inmoralidad que supone utilizar la ley para liberar a asesinos en serie, contrasta con el empleado ante los EREs de Andalucía o la dureza con la que busca la ilegalización de las organizaciones llamadas por él de "extrema derecha"; nunca, por supuesto, organizaciones "anti-sistema" o nacionalistas e izquierdistas tipo "Sortu" y demás.
La actitud atribuida a Ramiro de Maeztu, conforme a la cual no se critica a los afines, es más real que nunca en la izquierda. Y este acriticismo o criticismo "soft" carece de límites en este contexto político, pase lo que pase y caiga quién caiga. No es casualidad que un hombre del PSOE –el "juez" Luis López Guerra- haya perpetrado la mezquindad de insultar a las víctimas, dinamitando desde una supuesta legalidad la doctrina "Parot" que, aunque era una chapuza, al menos garantizaba la dignidad de los agraviados.
En el fondo, la izquierda siempre reconoce a sus afines y está en su lógica justificar o dulcificar incluso lo que nadie en su sano juicio justificaría. A veces lo hace activamente, como ha hecho López Guerra en Estrasburgo, y a veces lo hace equiparando el terrorismo de izquierdas etarra, con delitos violentos de poca monta, cometidos por agrupaciones de "extrema derecha". En uno u otro caso, se trata de tergiversaciones de la verdad que contribuyen a avanzar posiciones para que solo pueda establecerse el bien y el mal desde sus tesis "progresistas" y "avanzadas".
Por todos estos motivos, acciones fuera de lo establecido, y por ello realmente "antisistema", como la emprendida por Jeremy Szumczyk, resultan altamente remuneradoras. Cuando menos obligan a pensar.
Fuente: El Semanal Digital