Juan A. Llopart: Morir editando
Es conocida la frase que se tiende a utilizar por una persona cuando presiente que le quedan pocas posibilidades de sobrevivir o de salir bien airado de una situación: “moriré matando”. No hace mucho, le decía a un buen amigo que ante la difícil situación que atraviesa la venta de libros en general y de libros de ENR, en particular: “moriría editando”. En efecto, esa es mi intención.
Muchos –no todos- saben de los problemas judiciales de ENR por editar los libros que edita; muchos –no todos- saben que ENR ha podido seguir “viva” gracias a tres circunstancias o hechos fundamentales: a la aparición de la imprenta digital que a permitido a muchas, a muchísimas, editoriales abandonar las grandes tiradas y la acumulación de stocks, para pasar a realizar tiradas según demanda; a la ayuda desinteresada en momentos puntuales de amigos de ENR, amantes de la cultura en general, de los libros en particular, y sobretodo, convencidos de la importancia de una editorial como ENR; y por último, al hecho de ampliar la hipoteca de mi casa tras la acción inquisidora de los nuevos “torquemadas” de la libertad democrática.
Todo ello, ha hecho posible que hasta hoy, ENR haya editado 150 libros, 16 números de la revista Nihil Obstat y varios cds de música. Realizado todo, con la mayor ilusión que un editor –amateur- pueda tener. Y ha permitido, también, mantener una, aunque pequeña, estructura. No creo que sea necesario explicar que además de imprenta, maquetadores, traductores… se tenga que pagar alquileres, agua, luz, gestoría, etcétera.
No es hora de lagrimas ni de lamentos; no es momento de dar alegrías a toda la caterva de individuos y asociaciones que nos quiere ver cerrando puertas, pero hay hechos ciertos. En efecto, soy conocedor de que “el libro” esta en crisis; se perfectamente que muchos potenciales compradores no lo son porque no les caigo simpático o porque ven a ENR como una editorial “no amiga”, aunque luego compren libros de Planeta, o de cualquier otra editorial del Sistema; no me engaño a mi mismo pensando –como yo pienso y hago- que todo nacional-revolucionario, patriota social, o sencillamente todo aquel que quiera culturizarse y formarse, debe comprar casi todos los libros de las pocas editoriales que se atreven a editar libros como los que edita ENR.
ENR es, junto a Ediciones Ojeda (Librería Europa), las únicas editoriales que intentan sobrevivir únicamente de la edición de libros. Existen otras editoriales, cierto, pero sus promotores, sus responsables, viven de sus trabajos al margen de los beneficios o de las pérdidas que sus editoriales generen.
Ediciones Nueva Republica necesita, no la ayuda, no limosnas, ni la compasión ni la palmadita falsaria en la espalda, necesita que todos y cada uno de aquellos que estén comprometidos en los mismos Valores y Principios en los que lo está ENR, adquieran un libro al mes de nuestra editorial. Con que 100 personas de toda España lo hicieran, es decir, que adquirieran ese libro, ENR podría mantener su estructura y seguir realizando su labor.
“Morir editando”. Este es mi deseo, y por ello, se encuentran ya en imprenta y/o preparación los siguientes libros:
-Escritos sobre Onésimo Redondo. AAVV.
-Nihil Obstat, Nº 17 – Dossier Globalización.
-Maurras y Sorel, de Jaime María de Mahieu.
-Pequeño léxico del partisano europeo. AAVV.
-Testimonios de José Antonio, de Enrique Pavón Pereyra.
-El último gran problema de los Alpes. AAVV.
-Vieja Guardia, de Gumersindo Montes Agudo.
- Konservative Revolution. AAVV.
Así mismo, se está trabajando en varios libros de o sobre, Nicola Bombacci, Gabrielle D’Annunzio, Ortega y Gasset, Otto Strasser, la Falange de Extremadura, en varias antologías de publicaciones…
“Morir editando”, en un mes, en varios meses, en un año… pero morir editando.
Fuente: Tribuna Europa
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