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La memoria de la Otra Europa

Asoc Cult Tornasol

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MADRID Miércoles, 18 de marzo de 1998

Veinte «ultras» agreden a tres estudiantes de izquierda dentro de la facultad de Derecho

Tuvieron que ser atendidos de diversas contusiones en el hospital

JOSE LUIS MARTIN
MADRID.- Una veintena de jóvenes, presuntamente de ideología ultraderechista, agredió ayer a tres estudiantes en la facultad de Derecho de la Universidad Complutense. El grupo de ultras irrumpió en el vestíbulo de la facultad a las 11.00 horas. Convenientemente distribuidos, comenzaron a retirar todos los carteles de la Unión de Estudiantes Progresistas y de Izquierda (UEPI), una asociación estudiantil. A continuación, se dirigieron al local de la UEPI, en la segunda planta, y agredieron a P. I., de 19 años, y estudiante de segundo de Derecho; a R. G. , de 19 años, quien cursa primero de carrera; y a M., todos miembros de la asociación. Los jóvenes fueron atendidos de varias contusiones en la cara y extremidades en el Hospital San Carlos, y fueron dados de alta a las pocas horas.

Los agresores, quienes aseguraron pertenecer a la asociación Tornasol, con local en la misma facultad, y de ideología ultraderechista, huyeron del recinto sin dificultad, según señalaron a este periódico varios testigos presenciales. Un profesor de Filosofía de Derecho, de quinto curso, observó la llegada de los ultras a la facultad. «Eran alrededor de 20, de complexión fuerte la mayoría de ellos, y con cara de malas pulgas. De repente empezaron a arrancar los carteles, la mayoría de los cuales se oponía a la designación de Pinochet como senador vitalicio en Chile», dijo ayer este profesor, quien prefirió omitir su nombre. DIVERSAS CONTUSIONES.- Con los carteles en las manos, los intrusos se dirigieron a la zona donde están los locales de las asociaciones, en la segunda planta. «Yo estaba en el local con P., cuando alguien entró a decirnos que estaban arrancando nuestros carteles de las paredes. Salí para ver qué ocurría y me los encontré de frente», explicaba ayer R. G. a su salida del hospital, con fuertes contusiones en el rostro y en la pierna derecha. En ese momento, según los testigos presenciales, uno de los ultras comenzó a agredirle de forma contundente.

Después salió P. I., a quien otros intrusos le propinaron una paliza. A M. le rompieron la camisa y, además, le robaron el reloj. «No paraban de darnos puñetazos, empujones y patadas, eran 20 contra tres», decían ayer los agredidos. En medio de la refriega, a uno de los agresores se le cayeron al suelo unas tijeras de gran tamaño, y en varias ocasiones amenazaron de muerte a los tres estudiantes. «Nos llamaron "rojos de mierda" y "melenas asquerosos", y también dijeron que la próxima vez nos iban a rajar de arriba abajo», manifestó ayer R. La agresión finalizó con la intervención de Paulino, uno de los bedeles de la facultad de Derecho, quien amenazó con denunciarles en el decanato. Los atacantes, según testigos presenciales, «tenían pinta de fachas: vestían bien, algunos con gafas de sol y con el pelo muy engominado».

El origen del incidente se remonta al pasado lunes. Ese día, los estudiantes de izquierdas retiraron un cartel anónimo que decía Gracias, Pinochet. Un miembro de la UEPI manifestó ayer a este periódico: «Lo quitamos porque contradecía los principios democráticos fundamentales de cualquier asociación universitaria y porque no estaba firmado». Los diez carteles de la UEPI retirados ayer por los ultras contenían la opinión de la asociación sobre el ex dictador chileno, el aborto, unas jornadas sobre el Sáhara y un documento acerca del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. ASOCIACION FASCISTA.- Los estudiantes agredidos apuntaban ayer directamente a la asociación Tornasol como responsable de los hechos. «Al menos han dicho que pertenecían a Tornasol, y esta asociación es de carácter fascista, muy próxima al Sindicato Nacional de Estudiantes, también ultraderechista», indicaban. En la mañana de ayer, ningún miembro de esta organización se encontraba en el local que tienen en el mismo centro universitario en el que se produjeron los incidentes. Como declaración de principios, un folleto clavado en la puerta arremetía directamente contra las universidades «como centro de difusión de movimientos guarro-anarquista, okupa, pacifista, insumiso, etarra, etcétera». Los estudiantes agredidos decidieron ayer denunciar en la comisaría las agresiones y amenazas sufridas.

Los alumnos denuncian la pasividad del decano

La Unión de Estudiantes Progresistas y de Izquierda criticó ayer «la pasividad del decanato y del rectorado» por la actitud antidemocrática de algunas asociaciones universitarias. Los agredidos se dirigieron ayer al decanato, donde fueron atendidos por el secretario, José Rubio San Román. Este tuvo, a juicio de los estudiantes, «una actitud chulesca y desconsiderada; no se preocupó por lo que había pasado y se limitó a decir que mandemos un escrito». Las quejas de los alumnos también se refieren al rector de la Complutense, Rafael Puyol, y al decano de Derecho, José Iturmendi, quienes «no tienen ninguna actitud con las posturas antidemocráticas, las ignoran». La facultad de Derecho es lugar de reunión habitual de grupos universitarios de extrema derecha, como CEDADE y Bases Autónomas.

«Esta facultad está plagada de asociaciones fascistas, como Tornasol, y otras que se enmascaran bajo la apariencia de entidades culturales», decían ayer los alumnos. Ayer, únicamente el responsable de Seguridad de la Complutense se dirigió a los miembros de la UEPI, a los que recomendó «evitar cualquier tipo de provocación». El pasado día 20 de noviembre, fecha en la que la ultraderecha española conmemora los fallecimientos de Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera, los jóvenes de la UEPI denunciaron la presencia de ultraderechistas con porras ante la puerta de su local. «La respuesta que nos dieron en el vicerrectorado es que hasta que no hagan algo, no se puede actuar», dijo ayer uno de los estudiantes. El decanato de la facultad animó ayer a la UEPI a denunciar los hechos en comisaría para, a continuación, abrir una investigación interna sobre lo ocurrido y el trasfondo ideológico de las asociaciones.

MADRID Jueves, 26 de marzo de 1998

Manifestación contra los «fascistas» de Derecho

Los universitarios convocan hoy una marcha en protesta por las agresiones
PEDRO SIMON
MADRID.-En la universidad casi todos saben quiénes son, pero nadie se atreve a levantarles la voz: disponen de local, lucen su parafernalia ultraderechista por los pasillos, cuelgan sus carteles dando gracias al sanguinario ex dictador Augusto Pinochet y defienden la pena de muerte sin reparo. La facultad de Derecho de la Complutense se ha convertido, por deméritos propios, en el vivero de colectivos ultras. La agresión de la pasada semana, cuando miembros de Tornasol (asociación neofascista vinculada a la Alianza por la Unidad Nacional de Sáenz de Ynestrillas) apalearon a tres estudiantes de izquierda, ha vuelto a levantar la voz de alarma. Hoy, a las 11.30 horas, se ha convocado una manifestación contra las agresiones fascistas. Partirá de la propia facultad y se dirigirá al rectorado para protestar. Los agredidos denuncian que estas asociaciones «reciben subvenciones y participan con el beneplácito del rectorado».

No es la primera vez que se producen ataques de este tipo. Hace siete años, ultraderechistas de la propia facultad reventaron la puerta del local de la Unión de Estudiantes Progresistas-Estudiantes de Izquierda (UEP-EI) y se llevaron todo el archivo de los socios. En 1994, unos desconocidos incendiaron la puerta de la misma sede, cuando había alumnos dentro, y en los últimos años son habituales las amenazas con pintadas o agresiones con gases tóxicos. Para disponer de local en la facultad se requiere remitir dos memorias de actividades anuales (una al vicerrectorado y otra al vicedecanato de alumnos) y presentar, al menos, 50 firmas actualizadas de socios. «Hace seis años que Tornasol no presenta estos requisitos y, aun así, sigue con local», afirma un miembro de la UEP-EI. Según ellos, ésta es una muestra de la connivencia de José Iturmendi, decano de Derecho, con estos grupúsculos extremistas. Ni el decano ni el rector han contestado a estas acusaciones.

¿Quién está detrás de la planta segunda de la facultad de Derecho? Tornasol, Frente de Estudiantes Sindicalistas, Teoría y Práxis, Testimonio 2000... Estas son las más conflictivas:

Tornasol.- Su última acción ha sido la agresión, el pasado martes, a estudiantes de izquierda que habían osado criticar a Pinochet. El grupo tiene presencia desde 1979 y está vinculado a la Asociación Resistencia Nacional de la Juventud, del pintoresco Ricardo Sáenz de Ynestrillas. La raza, la patria, la pena de muerte, son sus directrices. Nunca están en su local.

Frente de Estudiantes Sindicalistas.- Sección universitaria de la Falange Española Independiente. Ponen un cartel semanal sobre José Antonio Primo de Rivera. En las últimas elecciones claustrales tuvieron varias decenas de votos.

Teoría y Praxis.- Integrado por miembros del partido ultra Democracia Nacional y por simpatizantes del colectivo neonazi Bases Autónomas. Publican un boletín en el que hablan de una misión político-social a la que dicen deberse. ¿Racistas? Miguel, estudiante de segundo de Derecho y uno de sus cabecillas, responde: «Nosotros conocemos a un chico de color que se llama Edison, encima de ser negro es discapacitado, pero no le hacemos nada y le dejamos entrar en el local».

Testimonio 2.000.- Ultracatólicos, guardan excelentes relaciones con Teoría y Práxis. Contra el aborto y a favor de la pena de muerte.

Un mechero anónimo intenta quemar locales ultras en Derecho de la UCM Martes, 5 de marzo de 2002

Dos despachos pertenecen a los grupos extremistas Tornasol y SEU; el otro, al Club Taurino.

JAVIER GOMEZ

Los hechos ocurrieron, se cree, un 19 de enero en la Facultad de Derecho. Nadie ha hablado sobre ellos hasta ahora. Aquel día, alguien intentó prender fuego a los locales de las asociaciones Club Taurino, SEU y Tornasol, estas dos últimas pertenecientes a los círculos ultras del centro. Hoy, más de un mes después, sin una denuncia o comunicado del decano José Iturmendi, la mayoría de las asociaciones de la facultad ha hecho público un texto en el que piden al decanato «que tome las medidas oportunas para garantizar unas condiciones dignas [...] y, concretamente, mayor seguridad».

Como si de una novela negra se tratase, cada detalle esconde un reguero de pistas que, sin embargo, no ha permitido revelar todavía al culpable. El 19 de enero no es una fecha cualquiera: un sábado, en la semana previa a los exámenes, reúne todas las características para que nadie pueda descubrir lo que ocurre en el desangelado pasillo de las asociaciones, sito en la segunda planta de Derecho.

Cuando varios estudiantes se pasaron por allí, el lunes siguiente, descubrieron destrozos en las puertas, pintadas, una puerta la del Club Taurino calcinada, vertidos de gasolina... «Nos dijeron en el decanato que en dos días estaría todo limpio. Al final, tuvimos que hacerlo nosotros», expone Fernando, del SEU (nombre de la asociación estudiantil próxima a la Falange).

Miriam, del Club Taurino, reconstruye su interpretación de lo ocurrido: «Lo extinguió el mismo que provocó el fuego, porque ya había prendido y los carteles pegados a la cara interior de la puerta habían ardido. Quizás se asustó». Segunda pista.

SILENCIO DECANAL. El decanato ha ofrecido la callada por respuesta. CAMPUS pudo saber ayer que nadie de la facultad informó al Rectorado de lo ocurrido. Una vez contactados, su versión fue la siguiente: «Parece ser que alguien ha intentado ahumar el Club Taurino, probablemente grupos contrarios a los toros». Su única iniciativa ha sido revisar la documentación de las asociaciones que disponen de despachos (ver apoyo).

Aún era posible distinguir, el pasado viernes, un cerco de suelo carbonizado ante la renovada y simplona puerta de madera que se ha colocado en el umbral del Club Taurino, y marcas de gasolina bajo las puertas de otros locales.

«Es evidente que también intentaron quemar los nuestros, pero no lo consiguieron», apunta un miembro del SEU. Ningún miembro del tercer grupo afectado, Tornasol, apareció en la reunión de las asociaciones. Fuentes del alumnado vinculan a este colectivo con el partido Alianza por la Unidad Nacional (AUN), de Ricardo Sáenz de Ynestrillas.

Falta, no obstante, uno de los ingredientes básicos de la novela negra. Contamos con un culpable desconocido, al que todos sitúan ajeno a la facultad. Un supuesto móvil: agredir a tres asociaciones del círculo ultraconservador de Derecho. Un modus operandi: gasolina bajo la puerta, un mechero del que sale la chispa, un incendio consumado y dos frustrados. Mas no hay investigación. Ni un sagaz Hércules Poirot, ni un socarrón Carvalho, ni un astuto Maigret, ni un descreído Montalbano. El motivo estriba en que no hubo denuncia alguna: ni por parte de los directamente afectados, ni por parte de las autoridades de la facultad.

«El decanato no ha hecho nada, y menos con el tema de la seguridad, aunque se lo hemos pedido repetidas veces», acentúa Luis Pelegrina, de la asociación Estudiantes de Derecho (ED). «Nos pilló en exámenes y ha sido un golpe duro. Queríamos haberlo denunciado antes, con el resto de asociaciones, pero es difícil poner a todo el mundo de acuerdo», se justifica Miriam.

Pese a todo, la falta de certezas no impide a las asociaciones implicadas tener su propia versión del culpable. «Grupos de extrema izquierda» apunta uno. «Ecologistas y gente de ultra izquierda», responde otro. «Pero gente de fuera de la facultad», coinciden todos.


Para saber mas: Asociacion Tornasol y el foro

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